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Hepatitis A y cómo resguardar los alimentos de las infecciones

Hepatitis A y cómo resguardar los alimentos de las infecciones

El virus está presente aproximadamente de 15 a 45 días antes de que ocurran los síntomas y durante la primera semana de la enfermedad. Según la infectóloga del mismo centro asistencial, María Isabel Campos, “este se puede manifestar como un cuadro leve, moderado o grave, hasta llegar a una falla hepática fulminante con indicación de trasplante hepático”.


Con el verano, los brotes de comida contaminada con agentes patógenos aumentan dado que muchas actividades se realizan al aire libre, escenario en el cual las medidas de conservación e higiene de los alimentos disminuyen. ¿Pero estamos preparados para tomar las medidas de precaución necesarias?

La Hepatitis A es un virus o infección que provoca enfermedad e inflamación del hígado y se transmite vía fecal-oral por consumir alimentos contaminados.

“Estas intoxicaciones son cuadros clínicos producidos por el consumo de alimentos contaminados con toxinas, bacterias, virus, parásitos y agentes tóxicos que puede afectar a una persona o un grupo de personas”, asegura la Dra. María Ester Bufadel, gastroenteróloga de Clínica Avansalud.

El virus está presente aproximadamente de 15 a 45 días antes de que ocurran los síntomas y durante la primera semana de la enfermedad. Según la infectóloga del mismo centro asistencial,  María Isabel Campos, “este se puede manifestar como un cuadro leve, moderado o grave, hasta llegar a una falla hepática fulminante con indicación de trasplante hepático”.

Según explica la especialista, esta enfermedad se puede contraer al comer o beber alimentos o agua que han sido contaminados por heces que contiene el virus de la hepatitis A. Frutas, verduras, mariscos, hielo y agua son fuentes comunes.

 Frecuentemente, los alimentos que causan intoxicaciones son los crudos o mal cocidos y los que no poseen una refrigeración adecuada, por ejemplo: carnes y aves de corral, carne molida mal cocida, leche sin pasteurizar, quesos blandos, fiambres, embutidos, salchichas, productos vegetales sin lavar, ingesta de huevos crudos o no bien cocidos, mariscos y pescados crudos, entre otros.

 Síntomas

Según explica la infectóloga, los síntomas de la enfermedad aparecen como los de cualquier cuadro viral. “Fiebre, nauseas, vómitos, orina oscura, molestias musculares, cansancio, e incluso se puede llegar a tener coloración amarilla de piel y mucosa”, advierte la doctora.

Generalmente, las intoxicaciones alimentarias son cuadros leves, pero la principal complicación es la deshidratación o pérdida severa de agua y electrólitos (sales y minerales esenciales). “Los grupos de mayor riesgo que pueden sufrir esta complicación son los niños, adultos mayores, con patologías crónicas, embarazadas y personas con el sistema inmune debilitado”, asegura la Dra. María Ester Bufadel, gastroenteróloga de Clínica Avansalud.

María Isabel Campos advierte los peligros de comer en lugares que no estén controlados bajo estricto control de salud. “Se deben evitar los lugares sin registro sanitario, puestos no autorizados y personas independientes sin hábitos higiénicos adecuados que venden alimentos”.

Dentro de las recomendaciones, se encuentra la buena manipulación; cocción y refrigeración de los alimentos, las que se logran con un buen lavado de mano antes y después de preparar los alimentos, lavado frecuente de utensilios y superficies de cocina. Consumir alimentos conocidos, lavados o hervidos y comerlos en lugares establecidos. “En el caso de viajar al extranjero, se recomienda estar alerta a las medidas higiénicas de los restaurantes y boliches y tomar agua en botella dado que algunos países no cuentan con agua potable”.

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