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Un mínimo de cultura digital puede ayudar a prevenir delitos cibernéticos

Un mínimo de cultura digital puede ayudar a prevenir delitos cibernéticos

De acuerdo a un estudio realizado por HP en conjunto con el Ponemon Institute, el costo promedio de los ciberdelitos aumentó 96%, sólo en Estados Unidos.


Ya sea por medio de la telefonía móvil o por un computador, los internautas visitan diariamente sus perfiles en las distintas redes sociales. Sin embargo, la vulnerabilidad de estas plataformas es alta. De acuerdo a un estudio realizado por HP en conjunto con el Ponemon Institute, el costo promedio de los ciberdelitos aumentó  96%, sólo en Estados Unidos.

El escenario parece desalentador, no obstante, para el CEO de Agencia Digital ROI, Uri Martinich “un mínimo de cultura digital puede ayudar a minimizar el riesgo de posibles ataques”, agregando que “una conducta de autocuidado es fundamental para evitar la pérdida de datos y dinero”. Por tal razón, el especialista en márketing digital entrega una serie de recomendaciones para que los usuarios protejan sus redes sociales:

Utilizar contraseñas distintas: es muy importante que las claves de acceso no se repitan entre el correo electrónico, Facebook y Twitter. De sufrir un ciberataque en una de sus cuentas, se podría acceder a todas las demás. También es necesario señalar que no se deben utilizar claves de fácil acceso como el nombre o fecha de nacimiento.

Conectar las cuenta con su número de móvil: Facebook, Twitter, Gmail, Dropbox y la gran mayoría de los servicios importantes de internet permiten ingresar el número celular y conectarlo a nuestra cuenta. Si en algún momento nos quitan el acceso, podemos pedir que se nos envíe un código al teléfono y cambiamos la contraseña, con esto expulsamos al hacker.

Revisar las aplicaciones autorizadas: Esto es algo que conviene hacer periódicamente (al menos dos o tres veces al año). Se debe ingresar a la sección de aplicaciones autorizadas en nuestras redes sociales y eliminar todas las que no utilicemos o no sepamos qué son. Dichas aplicaciones, autorizadas por nosotros en algún momento (en casos muy puntuales, porque nos engañaron para hacerlo) tienen distintos privilegios sobre nuestra cuenta; algunas pueden enviar mensajes, otras publicar, seguir usuarios, entre otros. Algunas son maliciosas, otras simplemente pueden ser hackeadas. Si no la utilizamos, no confiamos en ella o no sabemos lo que son, inmediatamente debemos revocarles el acceso.

Cuidarse del phishing: cuando clickeamos en un correo que parece oficial que nos lleva «al sitio» y nos pide que reingresemos la contraseña, siempre debemos mirar la URL (dirección, aquello que escribimos para ir a un sitio). Sólo la oficial es válida. Si la página dice algo así como «FacebookVerification.info», lo más probable es que sea un intento de robar nuestra contraseña. De igual forma, fijarse que la dirección comienza con https y que tiene un «candadito». Ninguna red social seria entrega conexiones que no son por SSL.

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