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Cirugía de Epilepsia en Chile: una opción para aquellos pacientes que no logran controlar sus crisis Salud

Cirugía de Epilepsia en Chile: una opción para aquellos pacientes que no logran controlar sus crisis

La disponibilidad de la cirugía de epilepsia en Chile representa una esperanza renovada para aquellos que han vivido con el constante temor de las crisis. No solo mejora la calidad de vida de los pacientes, sino que reduce la carga emocional y financiera asociada a la enfermedad.


En los últimos años, la cirugía de epilepsia ha experimentado avances prometedores en Chile. Gracias a la implementación de técnicas quirúrgicas innovadoras y programas de tratamiento integrales, los pacientes con epilepsia refractaria tienen nuevas opciones para mejorar su calidad de vida y controlar sus crisis.

Estos avances representan una luz de esperanza para aquellos que conviven diariamente con esta enfermedad neurológica crónica, sin embargo, sigue siendo una herramienta subutilizada.

“La cirugía de epilepsia se ha convertido en una opción esperanzadora para aquellos que no responden adecuadamente a los medicamentos antiepilépticos tradicionales”, afirma Claudia Delard, presidenta de la Fundación de Hemisferectomía Chile (Fundhemi Chile).

“Este tipo de tratamiento ha transformado la vida de muchos chilenos, brindándoles una oportunidad para controlar sus crisis epilépticas y mejorar sustancialmente su calidad de vida. Sin embargo, en nuestro país sigue siendo una indicación menos frecuente de lo que quisiéramos”, agrega.

A pesar de los beneficios que ofrece, existe desconocimiento tanto de la población como entre los profesionales de la salud sobre la existencia y factibilidad de la cirugía de epilepsia.

Según Christian Cantillano, jefe del Centro Nacional de Cirugía en Epilepsia del Hospital Sótero del Río, “el tema del retraso que hay para que un paciente llegue a cirugía de epilepsia ocurre en todo el mundo y tiene que ver, por una parte, con el desconocimiento de la población y/o de los mismos doctores sobre la existencia o factibilidad de esta alternativa quirúrgica”.

En este sentido, Cantillano es enfático en señalar que “todo paciente con epilepsia refractaria debería evaluar la posibilidad de someterse a una cirugía de epilepsia y lo que la gente no sabe es que esta es una prestación que sí se realiza en el sector público, que se hace bien y está cubierto íntegramente para quienes estén afiliados a Fonasa”.

La epilepsia es una de las enfermedades neurológicas crónicas no transmisibles más comunes en el mundo, afectando a más de 50 millones de personas de cualquier edad, sexo, raza o clase social, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Efectividad para el control de crisis

En Chile, se estima que cerca de 300 mil personas viven con esta condición. A pesar de los avances en los fármacos antiepilépticos, aproximadamente un tercio de los pacientes continúa experimentando crisis, lo que dificulta sus actividades diarias a pesar del tratamiento farmacológico adecuado.

En el país diversos hospitales y centros médicos han establecido programas especializados en cirugía de epilepsia, con equipos multidisciplinarios que incluyen neurocirujanos, neurólogos, neuro radiólogos, psicólogos y otros profesionales de la salud. Esta colaboración interdisciplinaria garantiza un enfoque integral y personalizado para cada paciente, brindando el mejor resultado posible.

En este contexto, la cirugía de epilepsia se ha consolidado como una opción efectiva para aquellos pacientes que no logran controlar sus crisis con medicamentos. Existen varios tipos de cirugía de epilepsia y la decisión del equipo médico sobre cuál es la más adecuada en cada paciente dependerá del caso a caso.

No obstante, el procedimiento a utilizar estará directamente relacionado con el lugar donde esté ubicado el foco epiléptico en el cerebro y su causa. Para determinar la ubicación precisa de esta zona, los pacientes se someten a una evaluación exhaustiva que incluye pruebas de diagnóstico avanzadas como resonancias magnéticas, electroencefalografías y pruebas de video-monitoreo.

Esta intervención ha demostrado tener tasas de éxito alentadoras, que fluctúan entre un 60% y un 80% en pacientes con epilepsia focal (origen en un lugar), con muchos pacientes logrando una reducción significativa 0o incluso la completa eliminación de las crisis. Sin embargo, a pesar de su alta efectividad, la cirugía de epilepsia sigue siendo subutilizada como opción terapéutica.

“El éxito de la operación depende del tipo de lesión que haya en el cerebro, del tiempo que lleve el paciente con epilepsia, donde ojalá el paciente adulto lleve menos de 10 años y en los niños lo ideal es que se operen antes de los 6 años de vida y lo antes posible”, recalca Manuel Campos, neurocirujano de la Clínica Alemana.

Tatiana Montezuma, madre de Tadeo, a quien se le diagnosticó Síndrome de Rasmussen a los 5 años y se le practicó una cirugía de epilepsia, explicó que este procedimiento ha ayudado a mejorar la calidad de vida de su hijo. “Ha estado libre de crisis y su calidad de vida ha mejorado enormemente. Estamos agradecidos de que esta opción estuviera disponible para él, hoy en día puede disfrutar de una infancia normal y sin limitaciones para su felicidad”, concluye.

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