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Día Mundial de la Salud: cómo mejorar la experiencia de los pacientes Salud

Día Mundial de la Salud: cómo mejorar la experiencia de los pacientes

En este Día Internacional de la Salud, el llamado a todos a comprometerse con un estilo de vida activo y saludable. Cada pequeño paso cuenta para mejorar nuestra salud y bienestar, ya sea caminando, corriendo, nadando, practicando deportes o simplemente haciendo ejercicio en casa. 


El ejercicio ha sido considerado la principal forma de prevención contra enfermedades asociadas a la inactividad. Desde la reducción del riesgo de enfermedades crónicas hasta la mejora del estado de ánimo y la función cognitiva, el ejercicio es una herramienta poderosa para mantenernos sanos y felices. Uno de sus beneficios más importantes es su capacidad para reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares al fortalecer el corazón y mejorar la circulación sanguínea.

Además, el ejercicio regular ayuda a controlar el peso corporal y reduce el riesgo de obesidad, facilitando la quema de calorías y la pérdida de grasa. Combinado con una dieta saludable, el ejercicio es eficaz para prevenir enfermedades como la diabetes tipo 2.

“El ejercicio también tiene un impacto positivo en la salud mental, liberando endorfinas que actúan como analgésicos naturales y mejoran el estado de ánimo. Ha demostrado ser eficaz en el tratamiento y la prevención de trastornos del estado de ánimo, como la depresión y la ansiedad”, explica el académico de la Universidad San Sebastián, Patricio Arroyo, quien además dirige el diplomado en reintegro deportivo.

Investigaciones como las realizadas por Balir en 2009 (“Evidence for Prescribing Exercise as Therapy in 26 Different Chronic Diseases”) y el Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU. en 2018 (“Physical Activity Guidelines for Americans”), así como la iniciativa “Exercise is Medicine Global Health Initiative” promovida por la American College of Sports Medicine (ACSM), proporcionan evidencia clara sobre los beneficios del ejercicio en la salud.

Además de estos beneficios físicos y mentales, el ejercicio promueve la salud ósea y articular, fortalece el sistema inmunológico y mejora la calidad del sueño. Por eso, incorporar la actividad física regular en nuestra rutina diaria es una de las mejores cosas que podemos hacer para mantenernos saludables y felices a lo largo de nuestras vidas.

Recomendaciones prácticas:

  • Ejercicios cardiovasculares moderados a intensos: Realizar al menos 300 minutos a la semana de actividad aeróbica de intensidad moderada o 150 minutos a la semana de actividad aeróbica de intensidad vigorosa, como caminar rápido, correr, nadar o andar en bicicleta.
  • Ejercicio para la fuerza muscular: Realizar actividades de fortalecimiento muscular que involucren todos los principales grupos musculares en días alternos, como levantamiento de pesas, ejercicios con bandas de resistencia o yoga.
  • Incorporar movimientos en la rutina diaria: Buscar oportunidades para moverse durante el día, como tomar las escaleras en lugar del ascensor, estacionar más lejos y caminar, o realizar estiramientos durante los descansos laborales.
  • Actividad física para niños y adolescentes: Realizar al menos 150 minutos de actividad física diaria, que incluya actividades cardiovasculares, fortalecimiento muscular y óseo, y actividades de flexibilidad.
  • Reducir el tiempo de inactividad: Limitar el tiempo dedicado a actividades sedentarias, como ver televisión o usar dispositivos electrónicos, especialmente en niños y adolescentes.

Apoyo de la tecnología

Este día nos brinda también la oportunidad de reflexionar sobre cómo la innovación tecnológica está transformando radicalmente la experiencia de los pacientes en el ámbito de la salud. Al igual que en otras industrias, la medicina ha sido testigo de una revolución digital que ha pasado de ser una visión futurista a una realidad palpable en numerosos centros de salud en todo el mundo.

Según el informe ‘Descripción del Mercado Global de Salud Digital 2023’ de Reportlinker, el mercado mundial de salud digital alcanzó un valor estimado entre USD 35-37 billones de dólares en 2022, evidenciando así la creciente importancia de este campo.

La implementación de tecnologías de la información y comunicación en el sector de la salud ha traído consigo una serie de beneficios significativos, especialmente en lo que respecta a la mejora del servicio al paciente. La interoperabilidad entre diferentes instituciones médicas y la capacidad de personalizar los tratamientos han ampliado el acceso a la atención médica y han optimizado la gestión administrativa, ofreciendo a los usuarios una experiencia más satisfactoria y eficiente.

“Es fundamental tener datos sanos, que sean accesibles y que puedan ser procesados de la mejor manera posible y que se conviertan en información valiosa que le permita a los equipos médicos tomar las mejores decisiones con toda la información necesaria”, comenta Martín Kozak, country manager de InterSystems Chile.

El Internet de las cosas de la medicina (IoMT) ha permitido una atención más personalizada mediante el uso de dispositivos médicos conectados a través de redes Wifi. Esta tecnología facilita el acceso a historiales clínicos y fichas médicas desde cualquier dispositivo con conexión a internet, lo que agiliza los procesos de diagnóstico y tratamiento. Por ejemplo, los inhaladores inteligentes son capaces de recopilar datos para evaluar la respuesta de los pacientes a las terapias.

La Inteligencia Artificial (IA) ha emergido como una herramienta poderosa para procesar grandes volúmenes de datos médicos de manera eficiente, identificando patrones y tendencias que podrían pasar desapercibidos para los profesionales de la salud. Esto conduce a diagnósticos más precisos y oportunos, así como a la automatización de tareas administrativas como la programación de citas y la gestión de registros médicos, mejorando la eficiencia operativa y la experiencia del paciente.

La pandemia aceleró la adopción de la telemedicina, brindando una solución flexible que ha permitido a las personas acceder a la atención médica desde áreas remotas y ha facilitado el seguimiento de pacientes con enfermedades crónicas. Además, las consultas remotas han ampliado el acceso a tratamientos preventivos y han contribuido a reducir la transmisión de enfermedades infecciosas.

La integración de tecnología en la práctica médica ha revolucionado la atención que se entrega, aumentando la accesibilidad a los servicios y mejorando la eficacia y rapidez en la respuesta ante las enfermedades. La era digital ofrece un horizonte prometedor para la salud, donde la inteligencia artificial y la telemedicina desempeñan un papel crucial en la mejora continua de la atención al paciente.

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