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Abandono del euro por parte de Grecia tendría un efecto limitado en Asia


Un abandono del euro por parte de  Grecia tendría un efecto limitado en Asia, y el país mediterráneo debería estudiar una salida como forma de restablecer la competitividad, dijo el político malayo que gobernó el país durante la crisis financiera asiática de 1998.

“Si sólo se trata de Grecia, pienso que no afectará mucho al mercado asiático”, dijo el ex primer ministro de Malasia, Mahathir Mohamad, en una entrevista de Bloomberg Television del 26 de mayo en Tokio. “Será posible limitar el efecto a Europa y que no tenga impacto en el resto del mundo”.

Mahathir, que tiene 86 años, analiza con otros gobernantes del mundo una salida ordenada de Grecia en momentos en que se profundiza la crisis de la deuda de Europa. Si bien el temor a una salida griega del euro eliminó este mes unos US$4 billones de las acciones globales, las autoridades, entre ellas la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, han dicho que es una opción. Mahathir generó condenas por parte de los inversores y la indignación del FMI cuando impuso controles de capital durante la crisis asiática.

“Si vuelven a la dracma de manera controlada, podría resultarles posible reducir los costos y recuperar la competitividad”, dijo Mahathir. “Deben considerar con seriedad una salida de Grecia del euro. No pueden devaluar el euro para hacerse más competitivos”.

Su opinión contrasta con la de la gobernadora del banco central de Malasia, Zeti Akhtar Aziz, que en 1998 instrumentó los controles de capital como gobernadora a cargo. Una salida griega podría causar un contagio comparable al de la crisis asiática y tener consecuencias “inimaginables” para Europa, dijo en una entrevista de este mes.

Un ‘retroceso’

Mahathir respondió con controles de capital cuando los inversores huyeron de las economías asiáticas durante la crisis, hace unos 15 años, cuando Tailandia, Indonesia y Corea del Sur obtuvieron rescates del FMI. El baht tailandés se devaluó en julio de 1997 y desencadenó un derrumbe de las monedas regionales. El ringgit cayó 89 por ciento contra el dólar, a 4,77, en los siguientes seis meses.  Mahathir responsabilizó de la caída del ringgit a los inversores, entre ellos al financista multimillonario George Soros, a quien calificó de “idiota” que intentaba destruir el crecimiento mediante ataques especulativos contra la moneda.

En septiembre de 1998, Malasia fijó límites a las transacciones cambiarias y retuvo alrededor de US$18.000 millones de capital extranjero durante por lo menos un año. También fijó la paridad del ringgit contra el dólar a 3,80, lo que se mantendría casi siete años.

En su momento, el FMI calificó de “retroceso” la respuesta de Malasia a la crisis. Luego suavizó su posición, y en 2010 dio a conocer un estudio que sostenía que en algunos casos las limitaciones a los flujos de capital eran una herramienta “legítima” para países que enfrentaban aumentos de la inversión que podrían desestabilizar sus economías.

Cuando se le preguntó sobre el creciente rechazo europeo a la austeridad, Mahathir dijo que esas medidas no deben aplicarse de manera demasiado rígida. De todos modos, agregó, europeos y estadounidenses deben adaptarse a un nivel de vida más bajo.

“Los europeos y los estadounidenses pagaban demasiado a su población, le daban toda clase de ventajas, subsidios por desempleo y jubilaciones anticipadas”, dijo Mahathir. “Hay que reexaminar todo eso”.

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