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Draghi podría incursionar en zona que Bernanke no se atreve a pisar


El presidente del Banco Central Europeo Mario Draghi contempla llevar las tasas de interés a una zona difusa, algo que la Reserva Federal de los Estados Unidos rehúye.

Si bien reducir las tasas de interés del BCE podría generar confianza, estimular el gasto e impulsar el crecimiento, también podría comprender la reducción de la tasa de depósito del banco a cero o aun menos. Alguna vez constituyó un obstáculo para las autoridades porque hace que se corra el riesgo de afectar los mercados de dinero que trata de reanimar, pero reducir la tasa de depósito por debajo de 0,25 por ciento ya no es un tabú, dijeron el 15 de junio dos funcionarios del banco central de la zona del euro.

“La recesión europea se agrava. El BCE tiene que hacer más”, dijo Julian Callow, economista jefe para Europa de Barclays Capital en Londres, que pronostica que en la próxima reunión de política del BCE del 5 de julio se reducirán las tasas. “Una tasa de depósito negativa es algo que tienen que considerar, pero llevarla a cero como primera medida es lo más probable”.

Si Draghi opta por bajar la tasa de depósito a cero o menos, ingresará a un territorio en el que pocas autoridades se han atrevido a incursionar. Riksbank de Suecia se convirtió en 2009 en el  primer banco central del mundo en cobrar a las instituciones financieras por el dinero que depositaban a 24 horas. La Fed se negó el año pasado a bajar su tasa de depósito más allá de 0,25 por ciento. En momentos en que la crisis de la deuda de Europa reduce la presión inflacionaria y obstaculiza el crecimiento, el BCE puede considerar que los beneficios son más que las desventajas.

‘Efecto psicológico’

“Una reducción de tasas podría tener un importante efecto psicológico en el contexto actual”, dijo Christoph Kind, jefe de asignación de activos de Frakfurt Trust, que administra unos US$20.000 millones. “Las tasas de interés negativas no son un concepto irracional. No estoy seguro, sin embargo, si en el caso del BCE tendrá el efecto deseado”.

El BCE usa tres tasas de interés para manejar los costos crediticios de los mercados financieros. La principal tasa de refinanciación determina cuánto pagan los bancos por los préstamos del BCE, mientras que las tasas de depósito y marginal proporcionan un piso y un techo a los intereses que los bancos se cobran entre sí a 24 horas.

Si se redujera a cero o menos la tasa de depósito, eso desalentaría a los bancos de colocar excedentes de liquidez a 24 horas en el BCE, lo que podría llevarlos a prestar ese dinero. Se depositan casi 800.000 millones de euros (US$1 billón) por día en el BCE.

Por otro lado, una reducción de la tasa de depósito podría afectar la rentabilidad de los bancos al bajar las tasas del mercado de dinero, lo que podría afectar la oferta de crédito a compañías y particulares, además de disminuir el incentivo para que los bancos presten a otras instituciones financieras.

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