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Peor sequía en una generación ensombrece positivo sector agrícola de EE.UU.


Los cielos sin nubes rara vez constituyen tan mal presagio.

Desde Indiana hasta Arkansas, la peor sequía en una generación afecta las cosechas y las economías rurales y amenaza con llevar los precios de los alimentos a niveles sin precedentes. Si bien es una pequeña parte de la economía de US$15,5 billones de los Estados Unidos, la agricultura había sido uno de los sectores de mayor capacidad de adaptación en los últimos tres años conforme el país se esforzaba por recuperarse de la recesión.

“Podría tratarse de un evento de US$50.000 millones a medida que lo invada todo en los próximos cuatro trimestres”, dijo Michael Swanson, un economista agrícola de Wells Fargo Co. en Minneapolis, la mayor entidad crediticia agrícola comercial. “En lugar de bajar respecto de un alto nivel récord, los precios de los alimentos van a subir”.

El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, USDA por la sigla en inglés, declaró el 11 de julio que más de 1.000 condados de 26 estados son zonas de desastre natural, la mayor declaración de la historia. La designación convierte a agricultores y ganaderos de los condados afectados –alrededor de la tercera parte de los de todo el país- en elegibles para préstamos de bajo interés para contribuir a manejar la sequía, los incendios accidentales u otros desastres.

“La sequía tendrá un impacto regional, nacional y hasta internacional”, dijo en un correo electrónico Ernie Goss, un profesor de economía de la Universidad Creighton en Omaha, Nebraska.

El ingreso agrícola, que ha apuntalado el crecimiento de muchos estados rurales, sufrirá una “importante presión”, dijo Goss.

Desde la más grave desde 1988 y ha reducido un 12 por ciento su pronóstico en relación con la cosecha de maíz. Las estimaciones podrían reducirse más si no llueve, dijo Brandon Kliehermes, un economista del grupo de agricultura de IHS Global Insight en Columbia, Missouri.

“Aún no hemos llegado a ese punto, pero la tendencia apunta a eso”, agregó.

Indiana ha pedido a sus habitantes que conserven el agua y envió notificaciones a sus mayores usuarios para solicitarles reducciones específicas en momentos en que enfrenta lo que “puede ser una sequía histórica”, según Al Shipe, un hidrólogo del Servicio Meteorológico Nacional en Indianápolis.

La sequía ya afecta la actividad de Randy Allen, el administrador de Wright Implement en Crawfordsville, Indiana, que vende equipamiento agrícola desde hace 22 años y ya observa una retirada de los agricultores.

“Por lo general, a esta altura del año vendemos sembradoras y equipamiento de labranza, y estamos vendiendo mucho menos que otros años porque la gente está esperando ver cuál es la gravedad de la sequía”, dijo Allen.

“Me llamó un agricultor que suele comprar una cosechadora cada tres o cuatro años”, agregó Allen. “Si no llueve, es probable que deje pasar este año”.

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