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¿Cuándo te casas? ¿Vas a tener hijos?: El impacto de la presión social en la salud mental de mujeres BRAGA

¿Cuándo te casas? ¿Vas a tener hijos?: El impacto de la presión social en la salud mental de mujeres

Paula Hormazabal
Por : Paula Hormazabal Psicóloga clínica, especialista en psicoterapia femenina y temáticas de género.
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La presión social se manifiesta abiertamente a través del entorno familiar y social, haciéndose presente a través de comentarios persuasivos que maximizan la ventaja de ser madre por sobre otros intereses. Y a los 30 años, la edad en que probablemente se ha adquirido cierta madurez emocional, se camina hacia la estabilidad profesional y económica, las preguntas y comentarios en esta dirección se escuchan de manera más frecuente. ¿Cómo abordar la situación?


Probablemente los 30 es la edad en la que se ha adquirido cierta madurez emocional, se
camina hacia la estabilidad profesional y económica. Asimismo es una época de muchos
cambios que llevan a las mujeres a evaluar decisiones importantes como la formación de
una familia, a través del mantenimiento de relaciones de pareja estables o duraderas en el
tiempo que reporten esa seguridad.

Junto con ello la maternidad se va contrastando con lo que establece el estereotipo social,
que habla que a los 30 años “se debe” tener la vida resuelta en todo sentido, incluyendo
este aspecto.

La presión social se manifiesta abiertamente a través del entorno familiar y social,
haciéndose presente a través de comentarios persuasivos que maximizan la ventaja de ser
madre por sobre otros intereses, así como también surgen preguntas directas como por
ejemplo ¿para cuándo los hijos? o recomendaciones acerca de la madurez, que asegura el
ejercer el rol materno.

En este sentido, la presión social que recae en las mujeres puede afectar su bienestar
emocional, e incluso en los casos más severos y dependiendo del perfil psicológico,
ocasionar una crisis que se puede manifestar en forma de pensamientos y cuestionamientos
recurrentes, en estos temas:

• Reflexiones acerca de lo que he hecho o podría haber hecho mejor: El estereotipo dice
que debemos tener la vida resuelta, por tanto, el cuestionar nuestro presente en base a lo
que se esperaría de él, puede ocasionar frustración y desvalorización de los logros
obtenidos. Afectando significativamente la autoestima y comenzando a cultivar tendencias a
la desmotivación o la depresión.

• Maternidad: Este punto suele ser crítico especialmente para las mujeres que sueñan con
ser madres, ya que por un lado la fertilidad comienza a disminuir gradualmente a partir de
los treinta años, y por otro, empiezan a sentir la presión de su entorno.
Esto puede ocasionar frustración y cuestionamientos, ya que quienes sueñan con la
maternidad sienten que no han sido capaces de lograrlo y creen que no pueden satisfacer
las expectativas de la sociedad. Esto puede desencadenar la gestación de cuadros
depresivos, estrés y angustia. Dado que algunos comentarios incitan a la posibilidad de las
mujeres de quedarse solas, esto desde un punto de vista negativo, por tanto la maternidad
sería una alternativa a esto que se plantea como una realidad.

• Estar en pareja para no sentirse sola: Muchas mujeres que se sienten presionadas
socialmente para encajar con los estándares del “deber ser”, comienzan vínculos amorosos
con personas que no las satisfacen ni las hacen felices. Sin embargo, prefieren esta
alternativa a tener que estar constantemente respondiendo sobre su estado civil.
Mientras que algunas mantienen una relación de pareja que está desgastada y sin objetivos
en común, pero les da miedo terminar y volver a la soltería después de los treinta.

¿Cómo abordar la presión social?

Una herramienta importante que puede ayudar a manejar este tipo de comentarios, así
como las emociones que estos producen, es a resignificarlos de acuerdo con el contexto
personal, profesional y social que se encuentra cada mujer, es decir, si por ejemplo se ha
tomado la decisión de no ser madre por las razones que fuere, pensar en estos comentarios
surgen de las expectativas y normas que se han inculcado en las mujeres, desde la creencia
que ser madre es inherente al hecho de ser mujer.

Otro punto importante es observar tu historia desde un punto de vista positivo, apreciando
cada etapa y logro obtenido como parte de un proceso en el cual has obtenido un
aprendizaje. Esto ayuda a no caer en la frustración o en la comparación con otras personas,
también sirve para validar tus propias motivaciones y las prioridades que has establecido
para tu vida.

Mientras que las mujeres que sueñan con convertirse en madres y que pasaron las tres
décadas, deben comprender que la maternidad no debiese estar arraigada a la presión por
la edad, sino que más bien al momento en que cada persona se sienta preparada para serlo.
Así como también hago una invitación a cambiar el paradigma de que todas debemos ser
madres, ya que la decisión de traer un hijo al mundo es personal y no es una obligación para
las mujeres. Por tanto debemos ser empáticos, respetuosos y no opinar sobre temas que
para algunas personas eventualmente podrían ser delicados.

El empoderamiento femenino, también es la libertad de elegir y sentirnos seguras/felices
con lo que nosotras queremos y no con lo que el resto espera de nosotras, esto incluye la
maternidad, sus tiempos y sus decisiones.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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