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Colectivo Malvestidas: “Queremos posibilitar otros modos de entender lo vestible” BRAGA

Colectivo Malvestidas: “Queremos posibilitar otros modos de entender lo vestible”

Francisca Palma Arriagada
Por : Francisca Palma Arriagada Periodista de la U. de Chile.
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A días de iniciar la tercera versión del encuentro “Moda Desobediente”, Loreto Martínez y Tamara Poblete ahondan en los conceptos y ejes movilizadores de un campo de investigación naciente en el contexto local, que -en el caso de esta propuesta que contará con una jornada abierta al público el 12 de agosto en el MAC Quinta Normal- se propone visibilizar la indumentaria como fenómeno y producción cultural compleja, situada y diversa.


Cómo nos vestimos es sin duda una experiencia social, atravesada por múltiples variables. Las dimensiones material, económica, sexo-genérica, geográfica, entre otras, forman parte de ellas, por lo que superar la barrera del entendimiento cotidiano de la experiencia de vestirse es un paso importante que dar. En este contexto es que el Colectivo Malvestidas, integrado por las artistas e investigadoras Tamara Poblete y Loreto Martínez, ha venido posicionando una mirada crítica, transdisciplinar y política de la moda como discurso y la indumentaria como cultura material. Todo desde una perspectiva decolonial y latinoamericana.

En ese esfuerzo es que han desarrollado los encuentros Moda Desobediente, cuya primera versión se realizó el año 2017, sobre Moda y Poder; la segunda edición el año 2018 sobre Moda y Fealdad; y que este año, post pandemia, llega al MAC Quinta Normal con “Rituales de resistencia. Vestir, acuerpar y accionar el presente”. Así, esta tercera versión cierra una trilogía curatorial que comenzó con lo político, luego continuó con lo estético y cierra, este 2023, abordando dimensiones más inmateriales con lo ritual.

Los tres ejes temáticos de esta versión son: Vestir de india: Ancestralidad, agencia y subversión ante el canon; Vestir y devenir: Ritualidades y flujos y Vestir y (re) existir: Prácticas anti/de coloniales en ritualidades contemporáneas. Serán parte del laboratorio de esta versión Seba Calfuqueo, artista visual; Julia Antivilo, historiadora, investigadora y artista feminista; Sara Cheang, historiadora y directora del Programa en Historia del Diseño en el Royal College of Art; Cheril Linett, artista de performance y directora Yeguada Latinoamericana; Jazmín Ruiz, periodista e investigadora en estudios críticos de moda, género y decolonialidad, entre otrxs.

La cita -financiada por el Fondo Nacional para el Desarrollo Cultural y las Artes- contará con un espacio de laboratorio cuyos cupos ya se encuentran completos, y un espacio abierto de charla + taller + ritual, a realizarse el sábado 12 de agosto, a contar de las 10:00 hrs, cuyo acceso es gratuito para todo público. Más información sobre el encuentro en el Instagram del colectivo @colectivo_malvestidas

En esta entrevista con El Mostrador Braga, Loreto Martínez y Tamara Poblete ahondan en el campo de los estudios críticos de moda, su aplicabilidad en el contexto local y regional latinoamericano.

-El campo de los estudios críticos de moda está naciendo en Chile, y ustedes como colectivo son parte importante de esta perspectiva. ¿Cómo explicarían en sencillo a quienes no saben del tema, en qué consiste?

Tamara Poblete: Con un enfoque interdisciplinario, este campo intenta desarrollar una comprensión crítica de las historias, las teorías y la producción de conocimiento en torno a la moda y la indumentaria y su papel en la configuración de los cuerpos, las identidades y las relaciones sociopolíticas. No obstante, al ser la moda un fenómeno asociado a la experiencia histórica y de progreso de Europa, es necesario problematizar sobre esas narrativas otras que la mirada moderna colonial de los estudios de moda continúa “pasando por alto”. Me refiero a prácticas del vestir que tienen lugar en territorios que han sido bastión del colonialismo como América Latina, con las cuales Malvestidas está comprometida en explorar y destacar.

Loreto Martínez: El concepto “moda” porta una diversidad de violencias hegemónicas, coloniales y patriarcales, y como industria y sistema simbólico es innegable que ejerce dominación cultural y económica funcionales a la necropolítica globalizada. Entonces, si nos posicionamos críticamente desde este denominado “sur global”, no podemos heredar y perpetuar pasivamente conceptos sin desafiarnos a cuestionarlos y, por qué no, desmantelarlos. Por otra parte, desde mi hacer profesional como diseñadora escénica considero importante visibilizar que la indumentaria como fenómeno y objeto de estudio es una producción cultural compleja, situada y diversa en la que converge un interés transdisciplinar que si bien integra a los estudios criticos de moda, tambien los excede. En las artes, por ejemplo, la vestimenta y la experiencia vestible, son estudiadas en sus dimensiones simbólica, estetica, comunicativa, experimental, etc, pudiendo estar vinculadas o no con la moda. Es en este contexto y posicionamientos desde donde nosotras como Malvestidas nos situamos. Personalmente, me interesa aportar y nutrirme en el campo de los estudios criticos de moda, pero por sobre todo, me interesa posibilitar fugas y cruces hacia otros modos de entender, hacer y vincularnos con lo vestible y lo corporal que nos entreguen mayor coherencia y vitalidad eco-social, política y emocional.

La convocatoria a esta edición es reflexionar y accionar sobre prácticas creativas y subvertidas de la vestimenta en el campo social. ¿Cómo se expresa lo subversivo por un lado y lo creativo por el otro, y cómo dialogan ambos planos?

Tamara Poblete: Lo creativo y lo subversivo van de la mano. Oponerse, transgredir y buscar cambios en el orden social existente requiere de ingenio para emplear formas de activismo que afecten a los espacios públicos, con el objetivo de implicar al público en los problemas y retos sociales. El uso creativo-subversivo de la indumentaria es un modo estratégico de intervenir en las condiciones sociopolíticas a través de un objeto común y cotidiano, y, por lo tanto, fácil de ser apropiado, como la vestimenta. La creatividad aflora enérgicamente en momentos de convulsión política y la indumentaria tiene el potencial de convertirse en una herramienta creativa de protesta si trastocamos su función principal (cubrir los cuerpos) para generar discursos específicos en el espacio público.

Loreto Martínez: Existe una relación de resonancia profunda entre ambos conceptos. El crear consiste en subvertir metodologías, materialidades, modos de entender el mundo… subvertirse sobre todo una misma en su manera de producir. A la vez, para subvertir un orden establecido es necesario proponer uno nuevo, sea a nivel teórico o práctico. Hay en ambos una urgencia común, cierta insatisfacción, cierto vislumbrar que la realidad puede ser diferente. Y en ambos conceptos hay un potencial convocante, un llamado a incidir y ser incidida junto a otres. Desde esta experiencia subjetiva, mi práctica creativa es mi práctica subversiva y viceversa. Mi hacer en Colectivo Malvestidas junto a Tamara está bellamente ligado a mis años de activismo transfeminista en colectivo CUDS, a mi trabajo en teatro político junto a Guillermo Calderón y otres directores, a nuestra indagación en los cruces entre nuevos medios, política y cultura material con Gustavo Muñoz. Creación, subversión, articulación. Esa es la potencia política del arte y esa es, creo, su principal peligrosidad en este sistema capitalista que busca perpetuarse.

¿Cómo se expresa lo político en lo que vestimos, en nuestras preferencias de ropa e indumentaria?

Tamara Poblete: La dimensión política de la indumentaria se manifiesta o acciona cuando cargamos de intencionalidad lo que vestimos. Ese potencial que está ahí, en los hilos que componen la dimensión material de la vestimenta, tiene una profunda conexión con nuestros cuerpos, identidades, comunidades y culturas. Estos vínculos hacen que la indumentaria sea una herramienta tan poderosa para subvertir y coaccionar en nombre de la protesta. La vestimenta puede ser politizada de diferentes maneras: mediante la adopción simbólica masiva o la subversión individual de las normas.

Loreto Martínez: Nuestro existir en su totalidad es político porque está inserto en una trama de relaciones de poder. Un ejemplo grafico de lo político que es el como vestimos es la violencia que recibimos las comunidades genero disidentes, trans, travestis y no binarias en la calle. Por el solo hecho de no responder a las normas cis hetero patriarcales y binarias que determinan qué prendas y colores debe usar o no qué cuerpo hay bulling, golpizas, crímenes de odio… Y este ejemplo, que tal vez para alguien se presenta como una realidad lejana o “minoritaria”, es extrapolable a todos los cuerpos, considerando por supuesto diferencias en las escalas de violencia que hacia ellos se ejerce. A menor cumplimiento del canon hegemónico (blanco-cis-hetero) mayor violencia. La indumentaria, como toda producción cultural, puede ser entendida como un elaborado y complejo sistema de adoctrinamientos y subversiones ante el poder.

La industria de la moda está en constante crítica por prácticas, por ejemplo, como la del desecho textil y fast fashion que afecta particularmente a Chile con los vertederos de ropa que encontramos en el norte. ¿Cómo puede aportar la mirada de los estudios críticos a este problema tan concreto?

Tamara Poblete: Los estudios de moda intentan ir más allá de cómo funciona la industria, estimulando, entre otras, reflexiones críticas sobre los sistemas de producción predominantes en relación con las condiciones laborales peligrosas y abusivas a las que son sometidxs trabajadorxs, principalmente del llamado “Sur Global” y la contaminación ambiental que tiene graves impactos en la salud y el medio ambiente. Sin embargo, como la moda lo capitaliza todo, paradójicamente ha surgido un “activismo corporativo” en esta industria que involucra a las principales marcas y diseñadores. Pongo en duda este discurso dentro de la moda hegemónica, si las causas que movilizan la acción se manifiestan sólo en propuestas creativas y no en transformaciones radicales al sistema que sustenta el negocio.

Loreto Martínez: Una de las principales problemáticas en las que se han centrado los estudios críticos de moda son precisamente los sistemas de producción, ya que es sabido es una de las industrias mas contaminantes y precarizantes. Desde ahí se sustentan movimientos como el moda lenta o slow fashion entre otros activismos sin duda conscientes y necesarios. Pero para mí, a esta altura de la crisis eco-social mundial, es innegable que requerimos un cambio de paradigma mucho más radical, transversal, anticapitalista, decreciente. Dejar de ver al planeta como “materia prima” y entendernos como parte de un organismo vital interdependiente, frágil y fuerte a la vez. Dejar de consumir y dejar de producir. Aquí radica la importancia de tensionar el concepto “moda”, porque obedece a lógicas de industria, mercado y consumo y es de esas lógicas de donde debemos salir con urgencia. Para septiembre de este año, hemos sido invitadas como exponentes principales al encuentro De-Fashioning Education organizado en Berlin por Renate Strauss y Franziska Schreiber. En él estaremos problematizando la pregunta curatorial sobre cómo podemos re-educar(nos) hacia una moda decreciente. Sin duda estos espacios posibilitados por los estudios críticos de moda son sumamente valiosos para abordar colectivamente esta crisis global.

En este encuentro -que decidieron esperar para que fuera presencial- reunirán a una veintena de personas que tienen que ver con este campo disciplinar desde diferentes miradas. ¿Cuán valiosa y concreta puede ser la interdisciplinariedad en este caso?

Tamara Poblete: Desde sus inicios, Malvestidas se ha interesado y concretado proyectos que involucran investigadorxs/creadorxs de diversas disciplinas para trabajar juntxs en hacer conexiones entre diferentes conceptos e ideas. Contribuir posiciones latinoamericanas, feministas y anticapitalistas no serían posible a través de enfoques convencionales específicos de esta disciplina. La mayoría de los invitadxs nacionales e internacionales de Moda Desobediente 3 no asociarían su práctica a los estudios de moda, pero su trabajo ofrece lecturas pertinentes y profundas para avanzar en reflexiones que cuestionen y construyan otros horizontes de sentido respecto a las prácticas del vestir no occidentales.

Loreto Martínez: Con Tamara provenimos de las artes escénicas que son un campo de convergencia interdisciplinar en donde confluyen lo visual, lo sonoro, lo dramatúrgico, lo interpretativo, lo técnico, entre otras disciplinas. Puede ser que esa experiencia de entender la multiplicidad de visiones y expertises como un potencial creativo venga de ahí o, al revés, que haya sido la necesidad de vivir procesos creativos expansivos lo que nos llevó a las artes escénicas… no lo sé… pero si tengo certeza que desde el inicio ideamos el Moda Desobediente como un encuentro transdisciplinar que, por una parte, convoca a invitadxs vinculades a lo vestible y, por otra, incita a invitadxs provenientes de otras áreas a pensar en la vestimenta y su portabilidad. Para mí esta metodología es una decisión política, una estrategia para posibilitar diálogos, debates, cruces y mestizajes de conocimientos en una sociedad como la nuestra, profundamente fragmentada y dividida según clase, pensamiento político, territorio, etc.

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