BRAGA
La disminución en la producción de estrógenos, que caracteriza a este período natural de la vida de las mujeres, está estrechamente relacionada con la liberación de endorfinas, serotonina y otros neurotransmisores, generando mayores posibilidades de afecciones a nivel psicológico.
Cada año, aproximadamente 47 millones de mujeres en el mundo ingresan en la fase de la menopausia, la cual generalmente ocurre entre los 48 y 52 años de edad. Esta etapa está precedida por la premenopausia, que se presenta entre los 40 y 45 años, y se caracteriza por la ausencia del período menstrual durante 12 meses consecutivos. La menopausia es un proceso natural que ocurre en todas las mujeres y se origina debido al cese de la producción de estrógeno y progesterona por los ovarios.
La disminución en la producción de estrógenos provoca diversos síntomas y cambios en la vida de la mujer. Entre los más comunes se encuentran los bochornos, sudores nocturnos, cambios en la libido, alteraciones en el estado de ánimo, insomnio, resequedad vaginal, así como pérdida de cabello y resequedad en la piel. Además, se pueden experimentar dolores articulares e infecciones urinarias. La piel tiende a tornarse apagada, el cabello se vuelve más frágil y hay dificultades en la concentración y agilidad mental. Incluso pueden manifestarse cambios físicos, como aumento de peso y redistribución de la masa corporal, concentrándose más en la zona superior del cuerpo, con aumento de volumen en brazos y pecho.
Además, se generan cambios significativos en la rutina de la mujer; es posible que experimenten una disminución en su productividad laboral o sientan una afectación en sus interacciones sociales. En el ámbito laboral, la pérdida de agilidad mental, el olvido de ciertos detalles o la falta de percepción de determinados aspectos, provoca en ellas una sensación de merma en su eficacia o una “lentitud” cognitiva sin una causa aparente. Por el otro lado, estudios demuestran que el 33% de las mujeres percibe que su vida social pasa a un segundo plano debido a la menopausia.
Según lo indicado por el psiquiatra especialista en trastornos del ánimo y director del Centro Clínico del Ánimo y la Ansiedad, Raúl Sánchez, los estrógenos contribuyen en gran medida a la liberación de endorfinas, serotonina y otros neurotransmisores. Por esta razón, su disminución puede afectar a nivel psicológico, generando trastornos en el ánimo de las mujeres. “Es por esto que, durante esta etapa, ellas se vuelven más vulnerables a problemas de salud mental como la depresión o la ansiedad, planteando nuevos desafíos como la irritabilidad, la mente nublada y una menor autoestima, lo cual puede influir en la capacidad para afrontar el día a día”, explica el especialista.
Estos cambios psicológicos pueden manifestarse previo a la menopausia. De acuerdo con Women’s Health Concern (WHC), la disminución en la liberación de estrógeno alrededor de los 40 años puede ocasionar síntomas angustiantes que requieren atención médica. Además, según Sánchez, “en la premenopausia podrían presentarse sofocos, asociados a un mayor riesgo de síntomas depresivos o de ansiedad, y a veces confundidos con crisis de pánico. Es importante resaltar también que, cuanto más prolongada sea esta etapa, mayor será el aumento del riesgo de síntomas depresivos”.
Para tratar estos casos, el especialista recomienda seguir pautas generales como mantener una dieta saludable, practicar ejercicio y consultar a profesionales para aliviar los malestares. No obstante, resalta la importancia de adaptar el enfoque. “Si observo que los síntomas afectan la rutina diaria y la capacidad para llevar a cabo tareas cotidianas (o incluso imposibilitan hacerlas), considero recurrir a antidepresivos. Durante la menopausia, los factores hormonales desempeñan un papel crucial y esta medicación también actúa en los neuroesteroides, que son los neuromoduladores que influyen en el estado de ánimo, alterando las vías relacionadas con los estrógenos. Esto mejora los síntomas, incluso algunos de estos fármacos han demostrado aliviar los sofocos, que pueden ser muy molestos y causar el insomnio, debido a las fluctuaciones hormonales”.
Además, manifiesta que la pareja, la familia, el entorno laboral y social desempeñan un papel crucial durante este período en la vida de la mujer. Por esta razón, recomienda brindar apoyo y subraya que “es esencial promover diálogos acerca de la menopausia y aumentar la conciencia entre la población de que se trata de un proceso natural. Solo de esta manera podremos buscar soluciones para su manejo o ajustar las que ya están disponibles a las necesidades de la mujer en esta etapa”.
