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Tiempos cambiantes en la natalidad en Chile Yo opino Pexels

Tiempos cambiantes en la natalidad en Chile

Carola Montecino
Por : Carola Montecino Académica de la Escuela de Enfermería Universidad de Las Américas
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En Chile hay otro aspecto interesante a tener en cuenta, como es el aumento en el número de nacimientos de madres que tienen sobre 45 años, el que llegó a 779 durante el 2021. Aunque esta cifra representa una pequeña proporción del total de nacimientos, el incremento en la última década se ha duplicado.


Los datos recientes son históricos, de acuerdo con cifras entregadas por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), la tasa global de fecundidad en Chile ha alcanzado su mínimo, llegando a tan solo 1,3 hijos por mujer. Comparado con la década de los 60, cuando las mujeres tenían en promedio cinco hijos, este cambio es significativo.

En términos puramente demográficos, si la baja natalidad se mantiene constante a lo largo del tiempo podría llevar a una reducción de la población.  Aunque este fenómeno también está asociado a otros factores, como la tasa de mortalidad y la migración, ya que es sabido que la longevidad y la movilidad interna y externa son piezas cruciales en las dinámicas poblacionales.

Poco a poco nos estamos aproximando a la estadística de algunos países europeos como España, donde la tasa de fecundidad global es de 1,2, o Asia, donde la tasa de fecundidad en Hong Kong es de 0,8 hijos por mujer. Hay factores sociales y económicos que determinan que algunas poblaciones estén en fase de contracción.

En Chile hay otro aspecto interesante a tener en cuenta, como es el aumento en el número de nacimientos de madres que tienen sobre 45 años, el que llegó a 779 durante el 2021. Aunque esta cifra representa una pequeña proporción del total de nacimientos, el incremento en la última década se ha duplicado. Esta tendencia puede estar relacionada con diversos factores, como el retraso en la maternidad debido a la búsqueda de estabilidad económica, desarrollo de proyectos personales, decisiones familiares y el auge de la fertilización asistida. Sea cual sea el motivo, este fenómeno también tiene implicaciones para la sociedad chilena en términos de salud materna y cuidado infantil.

En última instancia, la baja natalidad en Chile es un indicio de una sociedad en transformación. Si bien los números pueden ser históricos, también representan una oportunidad para evolucionar y pensar en un contexto actual donde existe una transición demográfica, lo podemos ver en nuestras familias y en nuestro entorno. Adaptarse a estos cambios requerirá esfuerzos colaborativos y el desarrollo de políticas que acompañen las necesidades de este cambio demográfico.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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