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Vitale trae repertorio más pesado

«Será un recital no tan tranqui», dijo Lito Vitale, el intérprete argentino que junto a Carlos Baglietto ofreció el repertorio de los discos Postales del alma y No olvides el jueves 30 en el Teatro Providencia.


La música llegó hasta el Barrio de San Telmo a la casa de Lito Vitale, cuando era un nene y miraba tocar el piano. La opción estaba clara y pronto se afilió en las legiones de los creadores intérpretes.



En el trayecto ha concretado más de 40 discos, con múltiples grabaciones de bandas de películas, música de ballet, trabajos de vanguardia sonora y de un cuanto hay en la línea argentina del rescate y la experimentación.



En 1976 fue uno de los protagonistas de AMI (Asociación de Músicos Independientes), un proyecto que indagó sin límites y en los ’80 formó parte de Jade, la banda del Flaco Spinetta. Luego, descubrió a Fito Paéz y ha creado una cantidad de cosas medio insólitas, como lo que hizo para Aguas danzantes (fuentes de agua), además, de la música para ballets de Julio Bocca, un poema sinfónico con María Elena Walsh, entre otras creaciones.



Hace poco terminó la banda sonora de la película Cuidad del Sol y empezó a grabar con Carlos Baglietto. El resultado de la unión fue el disco Postales del alma, un trabajo con arreglos sobre tangos clásicos, como Cambalache, El Choclo, el que presentará junto al disco No olvides en el recital que brindarán con Baglietto, en Santiago el 30 de agosto a las 20.30 horas en el Teatro Providencia.




«Es un show que tiene que ver con la estética musical de los dos. Se ha dicho mucho que cantamos tango, pero no es un show exclusivamente dedicado a él, hay otras cosas de Baglietto y temas míos instrumentales. Lejos de ser un concierto tranqui o de cámara, es un espectáculo muy enérgico», dijo Vitale.



– ¿Será más rockero?



– Sí, es un poco más denso. Por ahí tiene cosas más rockeras, pero especialmente tiene que ver con lo porteño dramático.



– En la música argentina hay una corriente que toma conciencia de la rítmica latinoamericana.



– Sí, tenemos en las manos una gran música que por fin se está expandiendo a todo el mundo. Aunque no nos guste y esté tomado una visión muy marketinera, me parece válido pues toda esa camada latina es de nuestro palo.



– Pero ¿qué ocurre con esa mirada más épica de los contenidos sureños?



– Nosotros somos más densos, tenemos pocos discos pero somos felices.



-¿Qué vigencia crees que tiene el tango?



– Tenemos la suerte de tener una cantidad importante de cantores y poetas que han compuesto el repertorio fundamental de tango, que es de gran calidad musical y de increíble vigencia poética. Los tipos supieron hablar de cosas atemporales y musicalmente fueron muy adelantados. Tenemos en nuestras manos un repertorio rico, tanto que a la hora de componer tangos nuevos se hace cuesta arriba la cosa, porque tenemos genialidades a nivel armónico y melódico como De Covian o Juan Carlos Espósito.



– ¿En qué postura ves a los jóvenes de tu país?



– Tienen la suerte de ser poco prejuiciosos y verle el lado auténtico a la música de las regiones. Entonces, vos podés ver que hay una camada de chicos con un look muy alejado al folclorista tradicional, que siente la chacarera de una manera muy distinta y aporta cosas interesantes.



– ¿Hablas de gente como Soledad?



– Ella tiene un gran temperamento y aporta su toque muy marchoso a la música de folclor tradicional. En el tango uno siempre termina reversionando temas ya hechos.



– ¿Cómo percibes al rock argentino hoy?



– El momento más interesante, aunque parezca medio loco, fue ese tiempo de resistencia a los momentos políticos más duros. Ahí surgieron canciones muy buenas, con alto nivel poético y musical. Después con la democracia, se empezó a nombrar más la palabra mercado y comenzamos a influirnos por otras concepciones, a mi juicio, un poco equivocadas, porque la balanza se inclinó más a la forma en reemplazo del contenido. Ahora, estamos viviendo una crisis terrible en Argentina y por ahí vuelven los grandes letristas y compositores a ser los cronistas de lo que sucede.



-¿Qué recuerdos tienes del trabajo con Spinetta?



– Fue un gran momento, pude tocar con una infinidad de músicos. Después tuve una etapa con los Redonditos de Ricota, un grupo de rock muy masivo. Me siento feliz porque tuve la suerte de ser escuchado.



– ¿Qué tendencia ves ahora en la música experimental?



– Hay algo con la música virtual realizada fundamentalmente en estudio. Yo no soy muy amigo de este tipo de tendencias, porque me gusta más tocar con músicos, a pesar de que muchas cosas las grabo solo, me gusta más lo humano. Pero tengo que aprender a respetar este nueva música con loops y cosas ya hechas. Debo admitir la importancia de los discjockey.



– ¿Crees que eso ha cambiado el concepto de la música?



– Claro que sí. El audio de los discos ahora es distinto, la instrumentación se va transformando. Pero bueno, Astor Piazzolla y los Beatles siempre van a ser los clásicos. Son los tiempos los que te van proponiendo distintas formas de armar tu música y hay que aprender a respetar eso.


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