La justicia brasileña dirá la semana próxima si una niña de siete años puede participar en el Sambódromo como reina de una escuela de samba, que en su desfile hará un homenaje a la cultura mexicana.
En Brasil causa revuelo la designación de Julia Lira, una nena de siete años, como reina de la banda de percusión de la escuela de samba Viradouro en el próximo carnaval de Río de Janeiro.
Grupos defensores de los derechos de los niños han dicho que les parece inapropiado que la niña asuma ese rol, generalmente asumido por mujeres sensuales, durante el famoso desfile de 80 minutos de duración.
Pero el padre de la menor, que es el presidente del grupo Viradouro, argumenta que Julia tiene un talento natural y que fácilmente puede bailar samba en el desfile en el agobiante calor del verano carioca.
Por lo pronto, una jueza estudia si es posible impedir la participación de la pequeña reina en el carnaval, que tendrá lugar la semana próxima (del 13 al 16 de febrero).
Julia fue elegida reina de la bateria de la escuela de samba Viradouro, una de las doce comparsas que desfilan en el tradicional carnaval carioca.
Sensualidad
Ser la reina de una scola do samba en Brasil es algo anhelado por muchas brasileñas, aunque generalmente se lo asocia a mujeres semidesnudas y -en no pocos casos- con cirugías estéticas, explica el corresponsal de la BBC en San Pablo, Gary Duffy.
Aunque la imagen que representaría la niña no coincide con ese perfil, su posible participación alarma a grupos defensores de los derechos infantiles, agrega el corresponsal.
El Consejo Estatal por la Defensa de los Niños y Adolescentes de Río de Janeiro señaló que esto «sólo aumentaría el tratamiento de los niños como objetos sexuales en la sociedad brasileña».
«Si un hombre se siente excitado al ver a una niña de siete años debería ir al doctor», refutó su padre, Marco Lira.
