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Alerta constituyente: los desafíos propios de un nuevo siglo Opinión

Alerta constituyente: los desafíos propios de un nuevo siglo

Gabriel Gaspar
Por : Gabriel Gaspar Cientista político, exembajador de Chile en Cuba y ex subsecretario de Defensa
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Desdramatizando, el texto no es una refundación que liquida a Chile, como algunos lo presentan; tampoco es la creación de un nuevo orden revolucionario, como quizás otros lo pensaron. En síntesis, es una propuesta respecto a los derechos que el Estado debe cautelar, junto a una nueva forma de gobierno. Es claro que la mayoría de los 2/3 frenó mucho la exaltación de algunos.  Pocos toman nota de que, en caso de ganar el Apruebo, buena parte de la implementación estará a cargo del actual Congreso. Tengo fe en Chile. País que tiene una sociedad diversa, con desafíos propios de un nuevo siglo, como la inclusión y la protección del medio ambiente, pero un país que reafirma su disposición a ser un Estado único.  


No hay plazo que no se cumpla. Chile entra a la fase final de su proceso constituyente. En dos meses más, caerá el telón y sabremos si se aprueba un nuevo contrato social, o se rechaza la propuesta.

De ganar el Apruebo, se iniciará la construcción de un nuevo sistema político, en una transición que, en algunos aspectos, durará varios años. Si ganase el Rechazo, se crearía una inédita situación: después del plebiscito de inicio, donde un 80% aprobó modificar la actual Constitución, esta quedaría vigente. Los partidarios del Apruebo deberán convencer a la mayoría de que su propuesta es mejor que lo vigente. Los partidarios del Rechazo deberán demostrar cuál es su propuesta positiva que acompaña a su rechazo.

Lo anterior es el proceso constituyente, el cual se desplegará en una coyuntura donde la inflación, por un lado, y el deterioro de la seguridad ciudadana, por otro, son urgencias concretas para la población y las autoridades. Todo esto, en los primeros meses del nuevo Gobierno que aterrizó con los dientes. Buena parte de los ojos del mundo occidental seguirá con interés este proceso.

Sensación térmica

Está difícil que los cerca de 15 millones de eventuales votantes se lean el documento final, lo estudien y lo analicen ¿Como traducirlo en mensajes amables y representativos? Gran momento para el debate polarizado, propio de una sociedad polarizada. Para muchos el tema no es solo mostrar su preferencia, sino junto a ello descalificar a la otra. Grave. Más aun en tiempos de redes sociales y hemorragia de fake news. Es preciso destacar que esta vez el debate involucrará a todos los ciudadanos y a sus organizaciones. El trabajo constituyente dejará de ser monopolio de la Convención Constitucional, donde las extravagancias de algunos, potenciado esto por su narcisismo, afectó sensiblemente la legitimidad del proceso, probable hipótesis del alza del Rechazo en algunas mediciones.

Desdramatizando, el texto no es una refundación que liquida a Chile, como algunos lo presentan; tampoco es la creación de un nuevo orden revolucionario, como quizás otros lo pensaron. En síntesis, es una propuesta respecto a los derechos que el Estado debe cautelar, junto a una nueva forma de gobierno. Es claro que la mayoría de los 2/3 frenó mucho la exaltación de algunos. Pocos toman nota de que, en caso de ganar el Apruebo, buena parte de la implementación estará a cargo del actual Congreso.

Tengo fe en Chile. País que tiene una sociedad diversa, con desafíos propios de un nuevo siglo, como la inclusión y la protección del medio ambiente, pero un país que reafirma su disposición a ser un Estado único.

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