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Messías Opinión

Messías

Pablo Flamm
Por : Pablo Flamm Periodista deportivo
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Messi es el Messías. Lo logró. El pueblo lo añoraba y les cumplió de manera soberbia y contundente. Sin reparos ni cuestionamientos. Hoy disfruta de su sitial, bien ganado y sin cuestionamientos, en esa lista a la que solo tienen ingreso algunos de los mejores de todas las épocas. Por ello, su misión en el fútbol podría decirse que se cumplió a cabalidad. ¡Tal vez ahora será el trabajo de lograr la Champions con el PSG, donde los dueños qataríes, seguramente, estarán frotándose las manos para, de la mano de sus estrellas Messi, Mbappé y Neymar, también gritar ¡por fin!


¡Por fin! Por fin la Copa del Mundo estaba en sus manos. Después de muchas críticas, dudas y cuestionamientos, Lionel Messi podía tomarla, besarla, alzarla al cielo a modo de ofrenda a los dioses del Olimpo futbolístico.

Previo al penal de Montiel, Messi eleva la mirada al cielo y dice… es ahora, Diego… le imploraba al dios terrenal de Fiorito, esa pequeña pizca de ayuda para concretar ese sueño esquivo por años. Porque sufrió cuando el 2014, en Brasil, Alemania le arrebató a su amada Argentina la opción de poder gritar por tercera vez en la historia.

Messi por fin se consolidó como el enorme jugador que es. No es mi tema, ni lo haría tampoco, entrar en esa odiosa comparación con Maradona o Pelé. Lo que hizo fue consumar su ingreso eterno a la galería de los más grandes de este deporte.

Fue líder todo el momento, fue un jugador extraordinario en la lectura de los momentos conflictivos de los partidos, supo expresar su talento en las instancias que se pedían de él y no defraudó.

El mundial de Messi fue completo. Nadie podrá cuestionarlo. Estuvo inspirado, a sabiendas de que tal vez era la última oportunidad de tomar la copa entre sus manos y poder dormir con ella. 

Podrá decir tarea cumplida. Están todos los galardones que siempre quiso tener en sus vitrinas. Puede reflexionar tranquilamente y señalar: lo hice. Ya está. 

Hoy disfruta de su sitial, bien ganado y sin cuestionamientos, en esa lista a la que solo tienen ingreso algunos de los mejores de todas las épocas. Por ello, su misión en el fútbol podría decirse que se cumplió a cabalidad. ¡Tal vez ahora será el trabajo de lograr la Champions con el PSG, donde los dueños qataríes, seguramente, estarán frotándose las manos para, de la mano de sus estrellas Messi, Mbappé y Neymar, también gritar ¡por fin!

Todos querrán exigirle algo más. Creo que no es justo. Ya lo hizo. Ahora que disfrute todo lo que le queda por jugar y compartir en una cancha, pero la mentalidad ganadora y competitiva lo hará seguro seguir sumando triunfos y alegrías.

Messi es el Messías. Lo logró. El pueblo lo añoraba y les cumplió de manera soberbia y contundente. Sin reparos ni cuestionamientos. 

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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