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Convicción vs. pragmatismo: Presidente Boric se inclina a última hora por Valencia para salvar a Jackson y Ríos PAÍS

Convicción vs. pragmatismo: Presidente Boric se inclina a última hora por Valencia para salvar a Jackson y Ríos

En cosa de horas, el tablero que estaba del lado del Fiscal Nacional (s), Juan Agustín Meléndez, se inclinó por Ángel Valencia. Hasta el mediodía del miércoles, Meléndez tenía 40 votos, y superaba con creces el quórum de los 2/3 para que el Senado ratificara su nombre. Por la tarde, la situación cambió. Fuentes conocedoras de las dinámicas de la negociación sostienen que los senadores Javier Macaya (UDI) y Paulina Núñez (RN) fueron claves para que el Gobierno cambiara de opinión y respaldara a Valencia, como finalmente se hizo. La moneda de cambio –según fuentes de la propia oposición– era condicionar el apoyo al nuevo nominado a la desactivación de las acusaciones constitucionales contra los ministros Marcela Ríos y Giorgio Jackson. Sin embargo, la maniobra de Núñez, a espaldas de la bancada RN, provocó tal molestia en algunos parlamentarios, que ya se estarían bajando del apoyo a Valencia.


Hasta el mediodía de este miércoles había una sola convicción en La Moneda: el nombre que elegiría el Presidente Boric para proponer como Fiscal Nacional al Senado, no podía ser Valencia. Habían existido gestiones fácticas en favor del abogado externo a la Fiscalía desde los dos intentos fallidos previos, pero la presión fue resistida. No era el nombre del Presidente ni del comité político. Reunía demasiados conflictos de intereses en torno suyo y su nominación era vista como una afrenta al mundo feminista y, por lo tanto, un contrasentido para un Gobierno que se autodefine como «feminista».

También había tranquilidad, pues tenían un candidato que pasaba con creces el filtro del Senado. «En la mañana habíamos contabilizado 40 apoyos para el fiscal Juan Agustín Meléndez», afirma una senadora de oposición. «A las 15:00 horas nos informaron, mientras estábamos en Sala, que ahora el nombre era (Ángel) Valencia», agrega otro parlamentario. En cosa de horas, el escenario completo cambió. Negociaciones a espaldas de lo resuelto por bancadas y la incorporación de una variable no prevista, como usar la Fiscalía Nacional como moneda de cambio para desactivar las acusaciones constitucionales contra los ministros Giorgio Jackson y Marcela Ríos, hicieron que el Presidente y su comité político cambiaran convicción por pragmatismo.

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El Socialismo Democrático entra por los palos

A primera hora de ayer, los votos estaban efectivamente a favor del Fiscal Nacional subrogante, Juan Agustín Meléndez. No solo contaban con los votos de una buena parte del oficialismo, sino también de la oposición. De hecho –cuentan fuentes cercanas– la bancada de senadores de RN había comprometido su apoyo cerrado a Meléndez.

En tales circunstancias, el comunicado que evacuó el Fiscal Regional Occidente, José Luis Pérez Calaf, en respuesta a las aseveraciones del Presidente Boric de que no se ponderó bien la prueba que condenó al exfrentista Jorge Mateluna –hoy indultado–, comenzó a hacer ruido en La Moneda. Según fuentes conocedoras de la dinámica, en el comité político se había evaluado como una «falta de autoridad» de Meléndez el hecho de que, habiendo realizado gestiones para que no hablara la Fiscalía Occidente, finalmente estas resultaran infructuosas. Esa fisura permitió que desde el Socialismo Democrático rescataran el nombre de Valencia.

Aun cuando el contacto más directo de Ángel Valencia con el Socialismo Democrático viene de la mano de su compadre, el presidente del Senado, Álvaro Elizalde, fue el senador socialista Alfonso de Urresti –hoy de gira con el Presidente Boric por la Región de Los Ríos– quien habría rescatado el nombre de Valencia, bajo el argumento de que solo una persona externa podía ordenar la casa, hecho que permitió que los poderes fácticos del piñerismo y otros hicieran una «jugada de última hora», poniendo el jaque a La Moneda.

La moneda de cambio

Con esa fisura recién expuesta –cuentan fuentes de oposición–, las llamadas no se hicieron esperar. Había una posibilidad de instalar a Valencia y había que sentarse a negociar. «Todas las relaciones que tiene Valencia a nivel político lo convierten a él mismo en un ‘fáctico’, por eso mismo los ‘poderes fácticos’ entraron en juego», señalan fuentes cercanas al segundo Gobierno de Sebastián Piñera, quienes agregan que la preocupación no es solo por las causas abiertas que tiene el ex Presidente en La Fiscalía, sino también por la caja de Pandora que podría abrirse si se suman más municipalidades al escándalo de corrupción que enfrenta el municipio de Vitacura y, particularmente, el exalcalde Raúl Torrealba.

Según las fuentes, los senadores Javier Macaya (UDI) y Paulina Núñez (RN) llevaron a cabo las negociaciones con La Moneda. Macaya –muy cercano al exministro del Interior Andrés Chadwick– aseguró tener todos los votos de sus senadores para apoyar a Valencia, y lo propio había hecho la senadora Núñez por el lado de RN.

Sin embargo, la negociación de esta última provocó un quiebre al interior de Renovación Nacional. En la mañana la bancada de RN había comprometido su apoyo a Meléndez, por lo que las gestiones de la senadora Núñez fueron consideradas como unas negociaciones a espaldas de la bancada para alcanzar acuerdos distintos al consenso de los senadores. «De qué sirve llegar a acuerdos si dos o tres personas negocian por el lado», cuestionan.

A estas alturas, la moneda de cambio era la siguiente: lograr que el Gobierno nombrara a Ángel Valencia a cambio de desactivar las acusaciones constitucionales que estaban tomando forma contra la ministra Marcela Ríos y contra el titular del Ministerio de Desarrollo Social, Giorgio Jackson. «Si esto fue así, no se entiende que el Gobierno haya transado tal cosa, si basta que un voto de la oposición votara en contra para que se cayeran las acusaciones», critican desde RN.

Con el tiempo en contra, en La Moneda quedaba solo una preocupación: que efectivamente estuvieran los votos a favor de Valencia. «La tercera es la vencida», dijo la ministra Ríos.

Votos de Valencia no están asegurados

Con la experiencia de los intentos fallidos, varios de los parlamentarios consultados, hoy no se atreven a adelantar la votación de la Sala. Que la Comisión de Constitución evacue un informe favorable a Ángel Valencia, tal como lo hizo con José Morales en su momento, nadie lo duda, pues Valencia ya tenía sus apoyos antes de la negociaciones de última hora. «Hasta que no se contabilice el último voto en la Sala, no hay nada seguro», advierten parlamentarios.

«Lo que sí es un hecho –puntualizan fuentes cercanas a RN– es que Valencia no tiene todos los votos de esta bancada. No todos están cuadrados, además de seguro habrá abstenciones».

Hasta la última hora de anoche, ya se contabilizaban al menos 10 votos en contra del candidato de La Moneda. En este conteo preliminar, habría en contra un voto UDI, cuatro de RN, dos PPD, al menos dos PS y un independiente.

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