Frente al equipo de Porto Alegre sumó su segunda derrota en la Copa Libertadores, esta vez por 3-1, confirmando en Brasil su evidente y preocupante desjerarquización futbolística de esta temporada.
La U dio en Brasil otro paso atrás en la Copa Libertadores, con un desempeño deslucido y una derrota justa ante Internacional por 3-1 que restringe al mínimo sus opciones de clasificación.
Luego de cinco partidos perdidos a nivel local y dos en el torneo sudamericano –con el paréntesis de la victoria sobre la U de Conce-, el cuadro universitario evidenció una crisis futbolística que se traduce claramente en los bajos rendimientos individuales y en un deficiente despliegue colectivo.
La herencia del primer tiempo fue contradictoria, tras 46 minutos de bastante imprecisión entre un Internacional de manejo poco ortodoxo -con demasiada imprecisión técnica- y una U de increíble capacidad para desaprovechar las ventajas concedidas por el rival.
Luego del balazo de Maxi Rodríguez en el travesaño a los 11 minutos, el juego transitó en un vaivén de poca prolijidad con la pelota y muchos intentos sin destinos cerca de las áreas.
En medio de ese desorden el árbitro debió mostrar varias tarjetas amarillas para temperar los ánimos y regular el voltaje de la fuerza en la lucha por el balón, también favorecido por la lluvia del comienzo y la cancha demasiado rápida. Guzmán Pereira, Leo, Espinoza, Rodríguez y Ubilla cayeron en esa sanción, antes que se produjera una acción conflictiva cuando los brasileños protestaron un presunto penal de Suárez.
Poco después, Ubilla desbordó por la derecha y su centro atrás fue directo a impactar las nubes cargadas de agua. La U llegó a sumar así dos casi goles y con ello se iba descontenta al descanso, pero la salida sería aún más desafortunada: a los 46’, Suárez tomó de la camiseta a D’Alessandro y la caída estrepitosa del argentino llevó al árbitro a sancionar el penal que el zurdo anotó con un impecable lanzamiento.
Las emociones se multiplicaron en el segundo período, especialmente porque los azules debieron aventurarse tras la segunda ventaja local en otra gruesa falla de funcionamiento. A los 60’ un tiro libre favorable al cuadro chileno derivó en un contragolpe letal, catalizado por un pase de 30 metros de Alex que Henrique -libre por la habilitación de Pepe Rojas- capitalizó con una definición perfecta a través de un remate bajo al segundo palo de Herrera.
Poco después, Inter demostró cierto relajamiento en las marcas que coincidió con el descuento azul: a los 66’, Ubilla bajó un centro para Gustavo Canales y el goleador liquidó con un tiro cruzado para el 2-1 que reactivó las ilusiones de la U.
Sin embargo, el ingreso posterior de Martínez por Rodríguez en el cuadro nacional demostró que el técnico Martín Lasarte no quería arriesgar en forma imprudente y prefería precaver una eventual goleada. El intento fue vano, sin embargo, porque a los 77’, Charles Aránguiz habilitó con un gran pase a Sasha, quien convirtió el tercero con un potente zurdazo casi encima de Herrera.
Al fin, la diferencia en el dominio no permitió nuevas variantes del marcador en un epílogo que tradujo la expresión más desarticulada de Universidad de Chile, que después de caer en casa con Emelec y fuera de ella ante el ex equipo de Elías ya parece confirmar su pérdida de “vuelo” futbolístico internacional. Y si la derrota lo aleja de las opciones de clasificar, mucho más sensible e inquietante resulta la desjerarquización de un equipo sin orden ni alma…
Pormenores
Copa Libertadores, grupo 4
Estadio Beira Río, Porto Alegre
INTERNACIONAL (3): Alisson; Léo, Réver, Costa, Fabrício; Nilton, Aránguiz, D’Alessandro, Henrique; Vitinho, Sasha
U. DE CHILE (1): Herrera; Magalhaes, González, Suárez, Rojas; Espinoza, Guzmán Pereira, Rodríguez (Martínez), Lorenzetti; Ubilla (Cortés), Canales.
Goles: 45’, D’Alessandro; 60’, Henrique; 66’, Canales; 77’, Sasha.
