CULTURA
«Buscamos ahí acariciar algo dentro de las personas que visitamos para que sientan que ese lugar fue transformado porque nosotros estuvimos y que ellos tengan un estado de bienestar que los modifique durante nuestra visita», afirmó Luis Albornoz, mago y director de la Fundación Atacamágica.
La imaginación y la ilusión, dos elementos claves del arte de la magia, han sido utilizados en Chile como valores esenciales que aplicar a distintos conceptos para generar una transformación de la realidad, explicó a Efe Luis Albornoz, mago y director de la Fundación Atacamágica.
Una idea que se traduce en becas universitarias que van más allá de la donación monetaria, espectáculos de magia en lugares «alejados del circuito habitual», como cárceles u hogares de menores, para mantener esa ilusión en sitios en los que se pudo haber perdido, dijo Albornoz.
«Buscamos ahí acariciar algo dentro de las personas que visitamos para que sientan que ese lugar fue transformado porque nosotros estuvimos y que ellos tengan un estado de bienestar que los modifique durante nuestra visita», afirmó.
En ese sentido, explicó que esa idea de aplicar los conceptos de la magia en el ámbito social se basan en la teoría «efecto cometa» del ilusionista español Juan Tamariz, referente mundial en el ámbito de los trucos de cartas.
«A mí me llevo a reflexionar hasta dónde podemos llegar con un efecto o intervención. Cuando tenemos un proyecto siempre pensamos hasta dónde se puede extender, como la cola de un cometa. Puede existir más allá del momento en que ocurre», destacó Albornoz.
«Una manera de que el efecto exista es cuando se hace un juego de magia para alguien, adivinas una carta por ejemplo, y se la regalas a la persona. Esa persona se va a llevar la carta y se la va a enseñar a su familia y amigos», agregó.
El objetivo es que, igual que un truco de magia quede más allá de la mera realización en forma de ilusión o sorpresa, las iniciativas de la Fundación Atacamágica también sobrepasen los límites iniciales de sus intenciones.
«Con el programa de becas también. No solamente les pasamos el dinero a los alumnos para que puedan estudiar, sino que intervenimos como otra capas, en sus familias, en sus sueño… seguimos interviniendo en ellos. Ese efecto yo lo aplico», señaló el mago chileno.
Albornoz señaló que estos proyectos sorprendieron al propio Tamariz cuando hace semanas se encontraron en España en el marco de unas clases magistrales que organizó el ilusionista español para cinco elegidos.
«Él estaba muy contento y muy asombrado de hasta donde he llegado con esto. Es como un efecto cometa del efecto cometa. a él se lo ocurrió algo, yo lo interpreté a mi modo y lo fui aplicando en el mundo real, en este caso con proyectos más bien sociales», sostuvo Albornoz.
Asimismo, recalcó que esa esencia de la magia necesita seguir expandiéndose después del espectáculo «como la cola de un cometa» para repercutir en la sociedad, dijo Albornoz.
«Una sociedad que deja de imaginar es una sociedad que no avanza. Cuando logras tener una alta capacidad de imaginación y estás conectado con tus sueños, es muy probable que desarrolles un grado más alto de empatía con el entorno», concluyó Albornoz.
