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Finaliza Festival Internacional de Cine de Rotterdam: Chile estuvo presente con tres películas CULTURA

Finaliza Festival Internacional de Cine de Rotterdam: Chile estuvo presente con tres películas

La selección de este año incluyó 217 cintas, 11 de ellas premieres mundiales, de las cuales hay 54 online para todo público. La idea principal del festival es dar oportunidad a jóvenes realizadores de cine independiente desconocidos, especialmente provenientes de regiones alejadas de los centros habituales de producción cinematográfica.


El domingo 6 de febrero  finalizó en Rotterdam la 51a edición del Festival Internacional de Cine de Rotterdam (International Film Festival Rotterdam: IFFR), con la exhibición de la cinta «Dragon Inn» del director taiwanés King Hu de 1967.

Al mismo tiempo se entregó el premio del público, que en esta edición fue mayoritariamente virtual y con una cantidad reducida de películas exhibidas en cines de Rotterdam –con restricciones de aforo– la cinta italiana «Freaks Out» del director y actor Gabriele Mainetti, una versión del «Mago de Oz» situada en Roma en 1942, donde cuatro personajes deben sobrevivir bajo ocupación nazi, entre otras buscando participar en un circo nazi.

La selección de este año incluyó 217 cintas, 11 de ellas premieres mundiales, de las cuales hay 54 online para todo público. La directora del festival, Vanja Kaludjercic dijo: “Finaliza una edición extraordinaria del IFFR. Fue reconfortante sentir el apoyo continuo de cineastas, miembros de la industria cinematográfica, partners y público de frente a las continuas incertezas”

La gran ganadora

El premio principal, el Tigre de Rotterdam lo obtuvo la cinta paraguaya «EAMI», de la directora Paz Encina, que se sumergió en la cultura y mitología del pueblo Ayoreo-Totobiegosode en el Chaco paraguayo; a partir de su investigación creó este film con rasgos de realismo mágico: una joven (cuyo nombre es Eami, la misma palabra en lenguaje del pueblo ayoreo para designar “bosque”y “mundo”) debe abandonar la selva en el Chaco donde siempre vivió, cuando su hábitat es destruido por la explotación forestal.

Ella se siente un pájaro-dios buscando dónde vivir, cuando su comunidad es exterminada al ser destruida la selva que siempre habitaron y buscan cómo sobrevivir en un mundo hostil, fuera de la selva que fue su mundo y hogar. 

“Este film nos da la oportunidad de soñar y al mismo tiempo despertar” fundamentó el jurado. Este proyecto recibió apoyo del Fondo Hubert Bals en 2017 y un premio de coproducción en 2019.

Otros premios

Los Tigres por cortometrajes lo recibieron tres cintas: «Volverse Hombre en la edad Media» del director paraguayo Pedro Neves Marques; el film trata de dos parejas, una hetero y otra homosexual que se someten a programa experimental para tener hijos, el director conoce situación de cerca, siendo él mismo transexual. También «Nazarbasi» de la directora iraní Maryam Tafakory, que en un collage de escenas de cine iraní muestra como el séptimo arte ha tratado de manejar la prohibición de la revolución de 1979 de que hombres y mujeres se toquen en pantalla. Finalmente  «Nosferata: la Primera Mordida«, de los directores norteamericanos Bayley Sweitzer and Adam Khalil: Cristóbal Colón usa sus poderes para crear un Nuevo Mundo donde puede chupar sangre por siglos, ayudado por Oba, un esclavo africano al que con su mordida lo vuelve su cómplice.

Premios especiales del jurado lo obtuvieron el film sueco «El Exceso nos Salvará«, de la directora Morgane Dziurla-Petit, sucede en Normandía, localidad donde nació la cineasta y habla sobre un supuesto ataque terrorista, basado en un malentendido, inflado por la prensa sensacionalista.

Además, el film del director chino Gao Lingyan «Volver a Amar» recibió el premio de FIPRESCI, de la asociación internacional de críticos de cine. La cinta cuenta la historia de una pareja entrada en años que participa en un casamiento en masa que para ellos es a la vez una despedida, ya que la mujer morirá pronto.

El premio de la prensa holandesa KNF (Círculo de periodistas de cine holandes) fue otorgado a la curiosa cinta «El Cielo Perforado» del director americano Jon Rafman, una combinación de actuación con avatares con rasgos porcinos, CGI y animación; cuenta de la obsesión de un gamer que trata de encontrar un antiguo juego de video.

El premio Big Screen, otorgado un canal de televisión pública, para distribución en salas de cine arte de Holanda más su exhibición en televisión abierta, fue para «Kung Fu Zohra» del director francés Mabrouk, trata de manera irónica la violencia doméstica, cuando la mujer maltratada por esposo aprende Kung Fu para defenderse y no perderla custodia de su hija.

El desarrollo de la industria del cine

El programa de CineMart, destinado a poner en contacto para proyectos en desarrollo, ofreció una plataforma virtual a 28 films en desarrollo, de los que siete proyectos recibieron apoyo. La tercera edición de Videoland Academy, una plataforma de video online (surgida de una antiguas cadena de videotecas) seleccionó siete proyectos, en concurso de talentos con el tema Horror Holandés, para de ellos seleccionar tres proyectos a realizar capítulos de 45 minutos a ser emitidos en la programación de la plataforma.

El premio Roby Müller, para directores de fotografía, otorgado por la Sociedad Holandesa de Cinematografistas, se le adjudicó al director de fotografía tailandés Sayombhu Mukdeeprom, quien dio una de las charlas disponibles online, en el programa Big Talk.

Una sección interesante de IFFR es Cinema Regained (Cine recuperado), donde se muestran obras maestras en la historia del cine que son encontradas o restauradas, que este año incluyó:
«Cada semana, siete días» del director eslovaco Eduard Grečner de 1964, en el nacimiento de la nueva ola checa y luego de Europa del Este. Jóvenes artistas y estudiantes tratan de crear en una sociedad en transición.

«Korean Ghost Stories – ieodo de 1979» del director Choi Sangsik era una serie televisiva coreana  de los años 70 de cosas misteriosas. Fue restaurado un episodio inspirado en una leyenda en una isla que dice que los pescadores que desaparecen van a parar a Iedo, en un imperio regido por mujeres que no dejan que ningún hombre escape. El capítulo es más bien de la actitud de la gente comparados con un matriarcado estricto.

Como contrapartida, «La Edad de las Bestias», del director Jeong Jaeun presenta documental en la serie Corea Moderna, una compilación de como la televisión estatal presentaba discriminación y violencia contra las mujeres.

«La Dama de Constantinopla», cinta húngara de 1969 de Judit Ekel, que muestra a una señora de edad que se pasea por la ciudad topándose con situaciones extrañas y surrealistas.

La presencia de Chile en el festival

Chile estuvo presente con tres films en la competencia del Tigre, «El Proyecto Fantasma», de Roberto Doberis en la sección principal y dos en la de cortometrajes:  «El nombre de las cosas» de Diego Escobar y «Deshabitada» de Camila Donoso.

El festival, como todos los otros en el mundo, ha debido adaptarse a las condiciones de la pandemia, el año 2019 fue el último festival con los participantes presentes en Rotterdam. En 2020 hubo una edición online, dirigida por primera vez por la eslovaca Vanja Kaludjercic, su actual directora y la primera mujer y primera no holandesa en ocupar este cargo.

El Festival de Cine de Rotterdam

Si bien el IFFR no tiene la fama y glamour de los grandes festivales como Cannes, Venecia o Berlín, es uno de los festivales más importantes en el cine independiente de vanguardia, al que normalmente acuden directores, productores, actores, periodistas y amantes del cine que se encuentran en un ambiente coloquial.

El festival comenzó en 1971 como iniciativa personal de Huub Bals, un cinéfilo empedernido, que ya había hecho una carrera en distribución de cine alternativo. Así nació el Film International en Rotterdam, que estaba buscando disputar el puesto de centro intelectual a las ciudades con mayor prestigio intelectual: Amsterdam y La Haya.

La idea principal del festival era dar oportunidad a jóvenes realizadores de cine independiente desconocidos, especialmente provenientes de regiones alejadas de los centros habituales de producción cinematográfica. La segunda idea es que sea un festival por y para cineastas: realizadores, guionistas, productores y críticos, un punto de encuentro de profesionales del cine, lejos de la frivolidad de estrellas de cine y por lo mismo no debía tener carácter competitivo ni otorgar premios.

Los más importantes cineastas de vanguardia de los 70 y 80 tuvieron aquí un lugar destacado y por supuesto entre ellos el maestro Raúl Ruiz, que fue tres veces «director invitado». Ruiz ya fue invitado al segundo festival en 1972, en donde conoció a Bals, un alma gemela que compartía pasión por el cine, además de la buena vida. Muchas veces discutieron qué películas traer: si no eran suficientemente buenas Ruiz decía “esta, mandémosla a Cannes”.

Muchos directores, especialmente de Asia, África y Latinoamérica tuvieron en Rotterdam su primera ocasión de llegar a un público mundial.

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