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Crisis portuaria se extiende al sur y exportadores de fruta acusan pérdidas de más de US$ 50 millones

Crisis portuaria se extiende al sur y exportadores de fruta acusan pérdidas de más de US$ 50 millones

Gremio dice que pérdidas por heladas, paros del año pasado y la actual crisis superan los US$ 1.500 millones.


La crisis portuaria de San Antonio, que hasta ayer afectaba a puertos del centro y norte del país, ahora se extiende ahora a terminales del sur.

Las huelgas llevan ya 18 días y han originado pérdidas por más de 50 millones de dólares.

La información entregada a los periodistas por los propios trabajadores, precisó que ahora es la Unión Portuaria del Bío Bío, a unos 500 kilómetros al sur de la capital, la que anunció la paralización de su faenas en demanda de mejoras salariales.

El Presidente Sebastián Piñera, que se encuentra precisamente de visita en esa sureña región, hizo un llamado a los trabajadores y las empresas para que lleguen a un acuerdo y terminen con el paro.

«No vamos a permitir que un puñado de personas pretendan abusar del resto de los chilenos y provocar un tremendo daño que nuestra agricultura, nuestros trabajadores agrícolas y todo el mundo asociado a las exportaciones y las importaciones, no se lo merecen», añadió.

Hasta ayer se encontraban paralizados los operarios de los puertos de Iquique, Antofagasta, Chañaral, Huasco y Caldera, más los de San Antonio y Angamos.

A través de un comunicado, los huelguistas señalaron que su decisión se debe a «la fuerte represión que están sufriendo los trabajadores portuarios del norte por parte de la policía».

«Esta acción (el paro) fue avisada previamente al empresariado y al Gobierno diciéndoles que estábamos dispuestos a dialogar para destrabar esta situación», agregaron.

Desde el Palacio de La Moneda, sede del Ejecutivo, el ministro del Interior, Andrés Chadwick, aseguró que «el Gobierno no tiene una responsabilidad alguna, es una relación que se da al interior de cada puerto entre los trabajadores y sus empleadores».

Aunque señaló que el Gobierno no quiere involucrarse en las negociaciones, hizo un llamado para que «exista la mejor voluntad por ambas partes: trabajadores portuarios, y empresarios portuarios, a fin de encontrar la más pronta solución al conflicto que los afecta».

Asimismo, el ministro de Agricultura, Luis Mayol, afirmó que las pérdidas causadas por el paro podrían llegar a los 80 millones de dólares si es que esto no se soluciona antes de fin de mes.

«Este paro es un efecto directo para 20 mil trabajadores y en este momento hay 315 contenedores atrapados, lo que claramente radica en pérdidas económicas», sentenció Mayol.

Por su parte, el presidente de la Federación de Productores de Fruta de Chile (Fedefruta), Cristián Allendes, aseguró que sólo el paro en el puerto de San Antonio genera pérdidas semanales de 40 millones de dólares.

«En estos momentos lo que se deja de exportar por San Antonio son aproximadamente de 40 a 50 millones de dólares a la semana y a medida que pasan las semanas son 100, 200 y después 300 millones de dólares», dijo el representante.

Además, Allendes comentó que si la huelga continua, en un tiempo más el sector del «retail» se va a quedar sin abastecimiento.

«El Gobierno y los parlamentarios no se pueden hacer los lesos (desentenderse)», dijo el presidente del gremio.

A mediados del año pasado, los trabajadores del puerto de Mejillones, en el norte de Chile, estuvieron en huelga durante 21 días, a los que también se sumaron otros puertos, medida de fuerza que tuvo un grave impacto en las exportaciones de frutas, de vino y de cobre.

El presidente de la Asociación de Exportadores de Frutas de Chile A.G (Asoex), Ronald Bown, dice que pérdidas por heladas, paros del año pasado y las relacionadas a la actual crisis superan los US$ 1.500 millones.

“Hacemos un llamado al Presidente de la República a que se involucre en las negociaciones, porque nos vemos nuevamente involucrados en una situación que debe ser solucionada a la mayor brevedad posible, porque si persiste más allá de este fin de semana, tendremos un problema irreversible que queremos evitar. Las consecuencias comerciales de estos problemas se pagan a largo plazo y todo el trabajo que hemos llevado a cabo para competir en las grandes ligas, quedará en cero y nuestra competencia tomará la ventaja”.

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