Lo que para muchos chilenos puede resultar una cifra impagable, para otros es un detalle. Ayer, la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (Sbif) informó que decidió multar con UF 4.500 ($101,5 millones) a la auditora PricewaterhouseCoppers (PwC) por las fallas que presentó el informe anual de procedimientos previamente acordados que hizo a Inversiones SCG SA, la sociedad que opera y emite la tarjeta de crédito La Polar.
La sanción -la cual la auditora anunció que apelará- se suma a las UF 8.000 ($180,5 millones) que le aplicó el 10 de marzo pasado la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) por la revisión de los estados financieros de La Polar. En esa ocasión la SVS también multó con UF6.000 ($135 millones) al socio encargado de la auditoría, Luis Alejandro Joignant.
En total, la auditora deberá pagar unos $282 millones en multas, una cifra equivalente al 62% del máximo que permite la ley (UF 15.000 con la SVS y UF 5.000 con la Sbif). Para la auditora, lo importante era que no le suspendieran su licencia para operar.
La Sbif sólo multó a PwC y no a Joignant, para quien, según la ley General de Bancos, pudo haber caído una multa de hasta UF1.000. Al cierre de la edición, la Sbif no explicaba los motivos de esta decisión. La formulación de cargos (donde se excluía a Joignant) fue realizada en septiembre de 2011, cuando el titular de la entidad era Carlos Budnevich, hoy renunciado, a quien reemplazó Rafael Bergoeing.
Las multas de la SVS y Sbif son pequeñas para el tamaño de PwC y representan un porcentaje ínfimo de sus ingresos anuales. Esto hace a expertos cuestionar el efecto disuasivo que puedan tener las multas y si son un herramienta efectiva de fiscalización. Para dar un ejemplo, según el informe entregado por la auditora a la SVS, La Polar le pagó $111 millones por solo 5 meses de trabajo en 2011; con esa cifra Pricewaterhouse puede pagar los $101 millones de la multa de la Sbif y le sobran casi $10 millones.
La auditora le prestó servicios solo hasta comienzos de junio cuando estalló el escándalo de las repactaciones, momento en el cual fue reemplazado por Ernst & Young. Esta última, facturó a La Polar $344 millones en el resto del año, lo que da una referencia de cuanto facturaba PwC cada año.
Para todo el 2011, la auditora facturó $ 42.815 millones; es decir, las multas recortarán un 0,007% de sus ingresos anuales.
Para la abogada de los accionistas minoritarios de La Polar, Bárbara Salinas, la sanción a PwC es insuficiente. “Las multas aplicadas por la SVS y la Sbif son extremadamente bajas y no guardan ninguna relación con los daños causados por este escándalo financiero”, dice.
Advierte que si es la ley la que impide mayores sanciones, entonces es necesario realizar cambios a la misma para que las multas sean realmente ejemplificadoras e inhiban a los fiscalizados de repetir a futuro faltas como las sancionadas.
Por el contrario, PwC refutó las sanciones y adelantó que esperan revertirla con su reclamación la cual “se basará en que la empresa auditora ha demostrado que el trabajo realizado se hizo en cumplimiento a los requerimientos de información exigidos por la propia Circular número 17, que la misma Superintendencia (de Bancos) diseñó y que, sólo ahora, después que estallara el escándalo relacionado a Empresas La Polar, el mismo organismo fiscalizador ha estimado insuficiente”.
