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Opinión: El rebote del crudo Brent a 120 dólares golpearía el crecimiento mundial


Ole S. Hansen, Estratega senior de Materias Primas, Saxo Bank

La mayor amenaza en el corto plazo para el movimiento alcista del crudo Brent es la propia comunidad especulativa que ha acumulado una posición larga neta, la que no se había registrado hasta ahora. Esta posición se aproxima a niveles que tanto en 2011 como en 2012 demostraron ser insostenibles y llevaron a correcciones mayores. El impulso de los mercados de valores también se perdido velocidad y ante las posibles dificultades en el sur de Europa, la pregunta es hasta dónde seguirá este repunte antes de que la necesidad de obtener ganancias supere las esperanzas de obtener beneficios adicionales. Técnicamente el crudo WTI ha generado un soporte en 95 dólares por barril mientras que una corrección pequeña en el crudo Brent encontró soporte en 115 dólares por barril antes de continuar su ascenso.

Mientras tanto, el Brent ahora tiene la posibilidad de desafiar el nivel psicológico de 120 dólares por barril. El crudo Brent no ha dejado de repuntar durante las últimas semanas, alcanzó y superó la cifra de septiembre en 117,95 dólares por barril como consecuencia de una ola de compras por parte de los inversores al mantenerse el impulso alcista. El rebote constatado a comienzos de 2013 (una réplica de lo que sucedió en los dos años anteriores) ha sido sobre todo consecuencia de las expectativas de aumento de la demanda, al vislumbrarse una recuperación tentativa de la economía global, en particular de los dos principales consumidores mundiales, los Estados Unidos y China. Un repunte continuo hacia los 120 dólares por barril implica nuevamente el riesgo de alterar las expectativas de crecimiento y tal vez una intervención verbal, ya sea por parte de la IEA o Arabia Saudita. Mientras que el crudo WTI no logró acompañar el repunte del petróleo Brent, ya que los cuellos de botella en los sistemas de transporte doméstico aún impiden el flujo del crudo desde las regiones de producción, tanto en los Estados Unidos como en Canadá.

Aquí la atención está puesta claramente en Cushing, en Oklahoma, en donde a pesar de una pequeña reducción en los niveles de almacenamiento, sigue habiendo un gran exceso de reservas. Esto ha impedido que el crudo WTI, que se entrega en Cushing, siga al Brent en su repunte y, como consecuencia, el descuento al Brent aumentó nuevamente a casi 22 dólares tras un mínimo reciente de apenas 15 dólares. El hecho de que el riesgo geopolítico influya en forma importante en el precio del crudo Brent dado su rol en tanto que índice global, menoscaba aún más el rendimiento del WTI. Además, Arabia Saudita redujo su producción durante los últimos dos meses, seguramente en respuesta a la disminución de la demanda a nivel doméstico. Muchos ven esto como una situación alcista para los precios del petróleo, dado que una reducción de la oferta podría elevar aún más el precio del crudo. Sin embargo, dado que Araba Saudita declaró su preferencia por un precio más cercano a 100 dólares por barril en lugar de 120 dólares por barril, cifra a la cual se aproxima, se cree que la respuesta saudí ante la demanda y su incremento de la capacidad disponible amortiguarán las posibles interrupciones de la oferta en otros lugares.

En tanto el oro se ha mantenido dentro de los márgenes durante las últimas dos semanas sin alejarse demasiado de su media móvil de 200 sesiones, tal como se observa en la gráfica. La tendencia a la baja que ha existido durante cuatro meses ofrece actualmente resistencia en niveles de 1.690 dólares por onza y este nivel debe quebrarse para poder retomar cualquier tendencia alcista. No obstante, se deberán negociar varios puntos de desventaja para que esto suceda, tales como la falta de presiones inflacionarias a pesar de que se estén ejecutando una gran cantidad de estímulos monetarios. El temor acerca de que la flexibilización cuantitativa en los Estados Unidos se detenga antes de lo esperado también deberá apaciguarse para poder retomar el movimiento alcista.

Como punto positivo, se ha visto que el oro se ha mantenido estable a pesar del repunte del dólar tras los comentarios, el pasado jueves, de Mario Draghi, y esto indica permanencia en la capacidad de recuperación de los inversores que buscan comprar a la baja. Técnicamente, ahora el oro ha permanecido dentro de los límites definidos por su media móvil de 55 días y 200 días durante ocho días. Esto aumenta las posibilidades de una extensión de precios una vez que se quiebre esa banda, que actualmente se encuentra entre 1.664 y 1.681 dólares. Ante el eventual cierre de los mercados en China y en todo el lejano oriente por los festejos del Año Nuevo Lunar, la actividad de la semana próxima será muy reducida, lo que dejará al oro y a otros mercados expuestos a cierta volubilidad en los precios. Un quiebre de la banda mencionada más arriba debería desencadenar un movimiento a 1.690 dólares por encima de 1.710 dólares o bajar a 1.652 dólares por encima de 1.626 dólares.

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