Gino Lorenzini, creador de www.felicesyforrados.cl
Hace unos días, fui invitado a Temuco por el Senador Eugenio Tuma para participar de una jornada de reflexión en torno al sistema de AFP. En la actividad tuve la oportunidad de exponer, así como también lo hizo la gente de Cenda Chile. Además, estaban invitadas dos representantes de la asociación de AFP.
Comenzaron exponiendo su visión las representantes de la Asociación de AFP. Fue muy llamativo ver cómo, cuando presentaban las cifras del estudio que encargaron a Ricardo Paredes del DICTUC, el público comenzó a molestarse, porque las cifras que aseguraban que las tasas de reemplazo son de 87 % para los hombres y 58 % para las mujeres, no se correlacionaban con la realidad que vivían los más de 200 asistentes, que de forma espontánea comenzaron a decir en voz alta que ellos se jubilaron con un 20 % de su último sueldo.
El primer gran desafío que tenemos como país es asumir la realidad, y ésta es clara: más allá de una “tasa de reemplazo” calculada con un promedio que no considera a quienes ahorraron menos de 10 años de trabajo; 6 de cada 10 chilenos se están jubilando con $150.000. Esa realidad es innegable, y es una bola de nieve social, considerando que, año tras año, se suman 150.000 nuevos jubilados al sistema.
Para mejorar este lamentable panorama, lo primero que debemos hacer es asumir la realidad. Si, pese a que el sistema de AFP rentó un 6,7% de TIR efectiva, más de la mitad de los jubilados (que cotizaron durante 3 décadas) están obteniendo jubilaciones de $ 150.000. Entonces ¿qué nos depara el futuro? Si las rentabilidades caen a un 4 % para quienes se sumaron al sistema a partir del año 2000, ¿las jubilaciones serán de $ 70.000 mensuales?
Un académico de Temuco, durante la exposición de las AFP, me envió por correo electrónico su caso particular. No tenía lagunas laborales, y comenzó a trabajar en Mayo de 2001. Ahorrando un promedio de 6,9 UF mensuales, acumulaba en 12 años 1.022,72 UF. Si la misma persona hubiese ahorrado esas UF “en el colchón”, tendría 1.022,82 UF, es decir, en 12 años su TIR efectiva, dado que fue incrementando sus ingresos, es de UF+0 %.
Si el sistema renta UF+0 % en 12 años, el problema en 2 a 3 décadas tenderá a agudizarse aún más, dado que la rentabilidad es el factor clave para construir un sistema de pensiones. Tanto es así que por cada punto adicional de rentabilidad se duplican las pensiones.
Si a eso sumamos la información facilitada por Cenda que indica que el 60% de las jubilaciones están siendo subsidiadas por el Estado, queda claro que el sistema no está cumpliendo su promesa inicial de que las personas se jubilarían con el 70% de su último sueldo.
Toda la desinformación en torno a los datos, tasa de reemplazo, incremento del ahorro al 13%, aumento de la edad de jubilación a 67 años, etc. Son voladeros de luces con una rentabilidad anual menor al 5%. De una vez por todas tenemos que construir puentes y tener un diálogo franco con respecto al sistema de pensiones, porque lamentablemente se está transformando en una bomba de tiempo que, si no es detenida oportunamente, podría estallar en el corazón del país.
Basta de desinformación; un país entero, casi 10 millones de afiliados, estamos esperando que, de una vez por todas, los expertos dialoguemos y mejoremos el sistema en base a información fidedigna y no promedios cuyos parámetros resultan poco claros. Esta situación podría volverse 100 veces peor que el Transantiago considerando las cifras que involucra.
Invito públicamente a todos los actores a que nos sentemos a trabajar por propuestas efectivas para mejorar hoy el sistema de pensiones.
