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La hora más amarga del “Choclo” Délano


Aterrizaron de lleno en el caso que impacta al mundo empresarial. De regreso de Estados Unidos, a donde viajaron por separado, el mismo miércoles por la tarde les incautaron sus computadores personales. Sus nombres estaban en todos los medios a raíz de la denuncia criminal hecha por el Servicio de Impuestos Internos (SII) ante la Fiscalía Oriente por la presentación de boletas de honorarios de sus cónyuges por servicios que nunca prestaron, para disminuir la base imponible de la sociedad de inversiones Penta III, de la cual Carlos Alberto Délano y Carlos Eugenio Lavín son socios y representantes.

El primero volvía de Boston de visitar junto a su señora a una nieta recién nacida. El segundo de Los Ángeles, donde se edita la película Los 33, de la cual es uno de los tres productores por una antigua amistad con Mike Medavoy, conocido productor de Hollywood que lleva adelante el proyecto y fue vecino de Lavín durante su infancia en Chile.

El regreso a Chile de los socios coincidió con el anuncio del titular de la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS), Carlos Pavez, de que pedirá antecedentes para ver los pasos a seguir. Empresas Penta posee varias compañías sujetas a la supervisión de la SVS, como la corredora de bolsa, las compañías de seguros Penta Vida y Penta Security (seguros generales) y la isapre Banmédica, la más grande del sistema, en la que posee un 57%, en partes iguales, junto a Eduardo Fernández León.

El superintendente de Bancos, Eric Parrado, declaró que están analizando el caso, pues son dueños del Banco Penta.

Délano y Lavín acudieron el miércoles por la tarde a la SVS, donde aclararon que las boletas en cuestión no corresponden a filiales de Empresas Penta. Hoy están citados a declarar en la Fiscalía Oriente, informó ayer La Segunda.

Este es, sin duda, un duro golpe a la imagen de estos empresarios que se conocieron hace casi 40 años trabajando en el Consorcio Nacional de Seguros, de propiedad del grupo Cruzat Larraín. Afecta su honra, su credibilidad y la figura utilizada no cuadra con el bajo monto de las boletas entregadas –$5 millones mensuales por cada una de las cónyuges desde 2009– para el tamaño de un holding como Penta y su patrimonio personal.

No es la primera vez que son investigados: en 2005 la Corte Suprema ratificó una multa de la SVS, desestimada en primera y segunda instancias, por uso de información privilegiada en contra de Délano, Lavín y los socios de Consorcio, Eduardo Fernández León, José Antonio Garcés, Juan Hurtado, Juan José Mac Auliffe y Patricio Parodi –todos miembros del pacto controlador del Banco de Chile– al comprar acciones de la institución financiera luego que Andrónico Luksic, quien tenía el 12,5% del banco, les revelara la intención de lanzar una OPA para aumentar su participación. Pagaron $50 por papel y diez días después le vendieron a Luksic a $60 por título. Ellos reclamaron que buscaban defender su posición de controladores, pero la Corte sostuvo que bien pudieron lanzar una OPA competitiva con la de Luksic y así el mercado hubiese podido decidir con igual nivel de información, porque aquellos que les vendieron acciones a $50 no conocían la intención de Luksic de subir su presencia en el banco.

El hecho de que el Servicio de Impuestos Internos entregara una declaración pública explicando en detalle la denuncia criminal que incluye a Samuel Irarrázaval, cuñado de Délano, y al contador Marcos Castro Sanguinetti, por su calidad de representantes legales de Penta III e Inmobiliaria Los Estancieros, respectivamente, y a las cónyuges de Lavín y Délano por “facilitar el delito” al entregar boletas por trabajos no realizados, es visto como una señal de que el organismo cuenta con antecedentes fundados y que llegará hasta las últimas consecuencias. Porque si sólo se tratara de boletas por trabajos no realizados no se entendería para qué tanta publicidad. Hay gastos que pueden ser rechazados por el SII sin ruido.

Penta no es cualquier grupo. No porque sus socios sumen en conjunto un patrimonio superior a US$1.500 millones –sólo por la venta de la AFP Cuprum recibieron US$954 millones y el 28,8% que poseen en Banmédica vale US$373 millones en bolsa– sino por lo que la figura de Délano representa. Íntimo amigo del ex Presidente Sebastián Piñera desde que fueron compañeros en Ingeniería Comercial en la Católica, fue parte del llamado “tercer piso”, el estrecho grupo de amigos que lo asesoraba informalmente y tenía fuerte ascendente sobre él. Tanto como para convencerlo de vender Chilevisión cuando ya estaba en La Moneda y también Blanco y Negro. Han compartido una vida juntos.

Délano es, además, un hombre que pesa en la UDI. Es uno de los 200 consejeros históricos, aquellos que estuvieron en la primera hora del partido y que son elegidos por el consejo general y votan junto a 600 consejeros elegidos en otras instancias, para definir la directiva. Fue jefe de campaña de Joaquín Lavín en todas sus postulaciones. Experto en marketing, es el autor de sus eslóganes “Gallito de pelea”, que no sirvió para que saliera diputado por Las Condes; “Viva el Cambio”, que casi lo instaló en La Moneda en 1999; “Alas para todos”, con el que compitió contra Piñera en 2005, en un período en el que por primera vez se distanció de su amigo de la universidad. Se la jugó por Raúl Alcaíno para suceder a Lavín en la alcaldía de Santiago y así como utilizó a Manuel Pellegrini –bautizado en Argentina como “el ingeniero” cuando entrenaba a River Plate– como imagen de Cuprum, a Alcaíno, también ingeniero civil, lo hizo aparecer con una pala y un casco amarillo.

Puede que no se lo vea en Suecia 286, pero poco importa, él financia campañas, aporta con ideas y es el tío político del nuevo mandamás, Ernesto Silva Méndez, hijo de María Cristina Méndez, hermana de Verónica, su mujer. Délano era gran amigo de su padre Ernesto Silva Bafalluy, quien fuera presidente de Cuprum y rector de la Universidad del Desarrollo, de la que Penta es la mayor accionista con un 34,93% de la Inmobiliaria Ainavillo, a través de Penta III, la misma sociedad que es investigada.
 
El martillero, el fiscalizador y el brazo derecho de Penta
 
La denuncia en contra de Délano y Lavín tiene su origen en la investigación del fiscal Carlos Gajardo por fraude al FUT, en la que están formalizados 122 contribuyentes. La figura consistía en presentar una solicitud  legal de devolución del FUT, pero luego un funcionario del SII rectificaba dicha petición para aumentar el monto a devolver. Debía contar, eso sí, con la clave de contribuyente para poder realizar el cambio.

Uno de los funcionarios formalizados que cumple prisión preventiva es el ex jefe del SII Oriente, Iván Álvarez, quien fue la hebra que permitió llegar a Hugo Bravo, brazo derecho de “los Carlos”, como los llaman en el grupo. Gerente general de Empresas Penta hasta 2009, era vicepresidente de Empresas Penta y de Penta Security (seguros generales), presidente de la administradora de fondos de inversión Las Américas y director de Banmédica hasta presentar su renuncia semanas antes de que el 29 de julio pasado se conociera la denuncia criminal del SII por devoluciones indebidas del FUT por $260 millones, en sus sociedades Challico y Santa Serella.

Álvarez reconoció que operaba con Bravo y por la rectificación de sus sociedades recibió $4 millones en las oficinas de Penta de parte del contador del grupo, Marcos Castro Sanguinetti, según informó The Clinic. El viernes pasado, Bravo pagó $1.000 millones a la Tesorería General de la República para restituir el dinero obtenido ilícitamente, lo que incluyó multas e intereses y un reajuste del 30%.

A raíz de este caso, la PDI, los fiscales Gajardo y Pablo Norambuena incautaron en las oficinas de Penta computadores y libros de contabilidad de todas las empresas del grupo.

Otro personaje clave es Jorge Valdivia, quien era un reclutador de clientes para rectificar devoluciones del FUT, según reconocieron tres contadores formalizados. Se presentaba como martillero público, pues compartía una casa de remates con su hijo en Macul, tenía una orden de detención pendiente por abuso sexual en contra de su hijastra, otra por porte ilegal de granada y colaboró alguna vez reparando autos de agentes de la CNI. Finalmente, fue interrogado el pasado 4 de julio por el OS-9 de Carabineros y, según La Segunda,  relató que en 2010 conoció a Iván Álvarez, el fiscalizador del SII, quien tenía problemas en su departamento en Ñuñoa, construido por Inmobiliaria Penta, por lo que lo contactó con Horacio Peña, gerente general de la empresa, gracias a lo cual el departamento “fue reparado en su totalidad y sin costo alguno”.

Fuentes del grupo Penta informaron al vespertino que el 20% de los departamentos sufrió daños por el agua y fueron reparados dentro de la garantía sin que hubiese un trato preferente hacia Álvarez. Valdivia, quien murió de cáncer tres semanas después de su declaración, contó que "en reiteradas ocasiones vi a Iván (Álvarez) en el edificio corporativo del grupo Penta (…). En meses posteriores supe que Álvarez había adquirido un departamento en Reñaca, siendo la vendedora Inmobiliaria Penta".

El departamento tenía un valor inicial de 3.900 UF y con todas las rebajas quedó en 3.400 UF. “El cliente –según constaría en los papeles– había sido recomendado por el entonces director de Penta, Hugo Bravo”, informó La Segunda y agregó que Penta revisó el caso y determinó que Álvarez adquirió la propiedad como parte de la promoción "tres días de compra feliz" durante la crisis de 2008 y que hubo 15 departamentos beneficiados con el descuento promocional.

Cercanos al “Choclo” Délano, apodo de la infancia por su pelo entre rubio y colorín, afirman que está muy afectado. Se define como un hombre que cree en la suerte. Salió del colegio Saint George con un 4,1 de promedio y pudo ingresar a la universidad porque justo la Escuela de Economía de la UC instauró un sistema de preuniversitario en el que obtuvo un 6,6 y entró automáticamente.

El fiscal Gajardo tiene en sus manos la suerte de Délano y Lavín por partida doble: no sólo investiga el caso de las boletas y las aristas que puedan surgir, sino también el lucro en las universidades, que incluye a la del Desarrollo.

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