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Crisis griega divide a inversores según su interpretación de Tsipras


Los tenedores de bonos de Grecia se encuentran otra vez al borde del precipicio, y la diferencia entre ganar y perder se reduce a la política arriesgada del nuevo gobernante del país.

Los alcistas, entre quienes se cuenta Hans Humes, de Greylock Capital Management, dicen que los inversores están a salvo porque es sólo la deuda con instituciones como el Banco Central Europeo la que el primer ministro Alexis Tsipras quiere renegociar. Los bajistas dicen que un solo paso en falso del primer ministro, que tiene 40 años, haría que Grecia tuviera que salir de la zona del euro y entrar en impago.

“Si se escucha con atención lo que dicen, no amenazan con una reestructuración de esos bonos”, dijo Padhraic Garvey, jefe global de estrategia de tasas de ING Groep NV en Londres. “Hay mucho riesgo incorporado a los precios, y es por eso que me gustan los bonos gubernamentales griegos”.

Hasta ahora los mercados no dan muestras de confianza en Tsipras, y los operadores de bonos exigen un rendimiento adicional de siete puntos porcentuales para tener pagarés a tres años en lugar de valores a 10 años. Eso significa que los inversores consideran que existe un mayor riesgo de que Grecia reestructure su deuda a la brevedad en lugar de más adelante.

Tsipras busca aliviar las condiciones financieras del rescate griego de 240.000 millones de euros (US$272.000 millones) de la zona del euro y el Fondo Monetario Internacional, así como negociar algunos reembolsos de deuda. Tiene que actuar con rapidez, dado que el acuerdo actual de rescate expira el 28 de febrero. Mientras tanto, las obligaciones van venciendo: 1.000 millones de euros de letras del Tesoro vencen la semana próxima.

Riesgo de los bonos

El mercado de bonos tuvo una fuerte reacción ante la elección del 25 de enero que catapultó a Tsipras al poder. Los rendimientos de los pagarés a tres años alcanzaron un 18,88 por ciento -mientras que eran de 10,08 por ciento antes de la elección-, lo que superó los niveles de cuando el país recibió su primer rescate financiero en mayo de 2010. El riesgo de los bonos aumentó y cayeron las acciones, lo que eliminó US$10.000 millones del valor de los bancos del país.

La caída de esta semana se basa en un error de interpretación, según quienes conservan los bonos.

Syriza, el partido que encabeza Tsipras, ha aclarado que no exigirá pérdidas a los tenedores privados, según Humes, de Greylock, que dijo esta semana que su compañía de US$870 millones era “muy entusiasta” respecto de la deuda griega.

Los mercados han sobrestimado la probabilidad de que Grecia abandone la zona del euro y podría haber oportunidades favorables de comprar valores del país en las próximas semanas, dijo Lorenzo Pagani, un administrador de dinero en Múnich de Pacific Investment Co.

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