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Goldman Sachs y Grecia: Una historia muy sexy


Hace unos días Bloomberg sacó una noticia que prácticamente pasó inadvertida en nuestro país y que, aunque conocida por muchos, vale la pena retomar para ver que en muchos casos el que la hace no la paga. Un buen ejemplo de esto es Goldman Sachs y su salvavidas de plomo a los griegos.

Todo comenzó con la llegada del Euro y los requisitos que se exigían para que un país como Grecia pudiera integrarse a la moneda única. El Tratado de Maastricht de la Unión Europea imponía cláusulas rígidas para integrar el euro y una de ellas era que ningún miembro de la Zona Euro podía tener una deuda superior al 60% del Producto Interno Bruto y los déficit públicos no podían superar el 3%.

Grecia, por ningún lado, tenía la posibilidad de ingresar a la Eurozona con sus malos números y alto endeudamiento, hasta que Goldman Sachs ofreció su ayuda la que con el tiempo se configuró en una megaestafa, tal como confesaron Christoforos Sardelis, jefe de la oficina de gestión de la deuda griega entre 1999 y 2004, y Spyros Papanicolaou, el hombre que lo reemplazó hasta 2010.

¿En qué consistió esta megaestafa? Que en junio de 2000 con la intención de ocultar la gran deuda griega que ascendía al 103% de su PIB Goldman Sachs trasladó la deuda griega de una moneda a otra. Es decir, cambió la deuda griega  que estaba cotizada en dólares y en yenes a una por euros, pero en base a una tasa de cambio ficticia.

Con esto consiguió reducir el porcentaje del endeudamiento griego y así Grecia respetó los criterios fijados por el Tratado de Maastricht para ingresar al euro. El detalle que complicó la movida fue que Goldman Sachs estableció un contrato con Grecia mediante el cual disimuló el arreglo bajo la forma un SWAP o contrato de cambio para los flujos financieros que viene a equivaler a una suerte de crédito. Con este “arreglo” y como consecuencia de los “productos derivados” implicados en la operación, en apenas cuatro años la deuda que Grecia contrajo con Goldman Sachs pasó de 2.800 millones de euros a 5.100 millones.

Ayudando a maquillar las cuentas griegas, el banco norteamericano se ganó  600 millones de euros (US$ 800 millones). Ese maquillaje fue una de los factores que eventualmente resultó en una de las peores crisis económicas y financieras de la historia.

El futuro para los griegos es negro: hace dos semanas apenas lograron obtener  un segundo rescate, de 130.000 millones de euros, y ostentan una deuda equivalente a cerca del 160% del PIB.

Las conclusiones tras años de investigaciones de este arreglo entre Grecia y Goldman son contundentes y decidoras: ambos hipotecaron el porvenir del pueblo griego y pusieron una bomba de tiempo que explotaría diez años más tarde.

Pero en su minuto, como en toda relación que termina mal, hubo coqueteo, seducción, engaño y traición. Y quien mejor que uno de los confesos para coronar en una frase lo que pasó. “El acuerdo con Goldman Sachs es una historia muy sexy entre dos pecadores”.

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