Publicidad

La peculiar historia del litio en Chile: SQM es la única empresa que paga impuestos por explotarlo


En Chile hay dos empresas que explotan el litio y una paga impuestos y la otra no. SQM paga y la estadounidense Chemetall no.

Y la razón es parte de la curiosa historia de la explotación del litio en Chile. Como ya es sabido, el Salar de Atacama tiene las mejores reservas del mundo y SQM es la segunda productora del mundo del material.

La pionera es la llamada Sociedad Chilena del Litio que es estadounidense y que, como muchas mineras, pasó de mano en mano hasta llegar a Chemetall. Se constituyó el 13 de agosto de 1980 y sus socias originales eran la Corfo, su impulsora y dueña de un 45 %, y la estadounidense Foote, que contaba con la tecnología para extraer litio.

Como la ley que declaró material estratégico al litio y prohibió entregar concesiones se dictó en 1982, la Sociedad Chilena del Litio o Chemetall es dueña de sus yacimientos y, por lo tanto, no paga impuestos por la explotación.

Chemetall partió la producción en 1984 con 5 mil toneladas anuales de carbonato de litio que hoy son 27 mil.

El arribo de Soquimich fue casi fortuito. A mediados de los 80, la Corfo armó con gran pompa un proyecto conocido como Minsal para explotar potasio, litio y boro en el Salar de Atacama. Amax-Cyprus (hoy Phelps Dodge) tenía un 64 %, la chilena Molymet —la mayor productora de molibdeno del mundo controlada por familia uruguaya Gianoli, los Matte y los Mustakis— un 11 % y la Corfo con un 25 %.

Del dicho al hecho, faltó un trecho. Amax-Cyprus se retiró y el proyecto se desarmó. La Corfo buscó socios sin demasiado éxito y ahí entró en escena SQM, a la que no le interesaba el litio, sino el potasio para producir nitrato de potasio que tenía que importar. Es más, aún hoy, el litio es una parte menor del negocio de SQM: representa alrededor del 10% del negocio.

Se dice que SQM —controlada por Julio Ponce Lerou— pagó US$ 2 millones y recién en 1996 hizo su primer embarque. Como la operación se gestó después de 1982, SQM tiene una concesión administrativa, por lo que debe pagar un 6,5 % de las ventas en impuestos como renta de arrendamiento. La polémica concesión que se ganó esta semana, y por la cual pagó US$ 40 millones, estipula que SQM pagará un royalty de 7 %.

El permiso de explotación se le otorgó en 1986 por 30 años. O sea, hasta 2016, pero en 1993 se le renovó hasta 2030. SQM puede explotar 180 mil toneladas, y Chemetall 200 mil hasta 2014, pero como los yacimientos son propios en la práctica puede seguir explotando hasta que se agoten las reservas. Con la victoria de esta semana, SQM se ganó el derecho a explotar reservas por unas 100 mil toneladas de litio en 20 años.

En todo caso, no siempre Ponce ha estado disponible a pagar. El controlador de SQM mantiene disputas tributarias de al menos ocho años con el Servicio de Impuestos Internos (SII), por unos US$ 5,5 millones, según revelan sus estados financieros.

Estas se deben a declaraciones de pérdidas tributarias y solicitudes de descuento de impuestos por operaciones para financiar compras de acciones.

Publicidad

Tendencias