Luego de que la prensa señalara que el cura Juan Esteban Morales había sido castigado por la Iglesia e impedido de ejercer la confesión y dirigir la parroquia de El Bosque, el arzobispo salió a desmentir las acusaciones y aseguró que el caso fue declarado «sin sustancia».
El arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, salió a desmentir la información que este miércoles circuló en la prensa sobre una supuesta condena por «abuso de poder» emitida por parte de la Iglesia Católica hacia el párroco de El Bosque y sucesor del cura Fernando Karadima, Juan Esteban Morales. «La información carece de fundamente. He visto que el mismo padre Morales ha enviado una declaración a la prensa adjuntando el decreto del Arzobispado de Santiago», señaló en radio Cooperativa.
Ezzati incluso leyó parte del decreto donde se rechazan las acusaciones contra Morales y aseguró que, pese a lo que se había dicho anteriormente, éste podrá continuar realizando confesiones y a cargo de la parroquia. Así mismo, aseguró que el veredicto rechaza «las acusaciones que tienen que ver con el delito en contra el sexto mandamiento («no cometerás actos impuros») tanto en menores como en mayores de edad».
Además, el arzobispo aseguró que el caso se declaró «sin sustancia y por tanto se rechazan las acusaciones que tienen que ver con un inadecuado ejercicio de la profesión médica así como la emisión de recetas médicas».
Sin embargo, sí se determinó que el párroco de El Bosque deberá cumplir con «un programa de acompañamiento espiritual y pastoral que lo fortalezca en el propósito de vivir su vida sacerdotal de acuerdo al Evangelio y las enseñanzas de la Iglesia. En conformidad con el proyecto de formación permanente del clero, de acuerdo con el vicario respectivo, profundizará los principales temas de teología moral, espiritual y pastoral».
Según consiga La Segunda, el propio Morales dio a conocer una declaración de prensa en la que señaló que «el procedimiento de investigación previa llevado adelante por la Iglesia de Santiago a raíz de denuncias en mi contra, concluyó desestimando la culpabilidad de las imputaciones realizadas, y estableciendo algunas medidas pastorales para apoyar el ejercicio de mi ministerio sacerdotal, lo que acojo con humildad y plena fe «. Así mismo, aseguró que no se le ha asignado ninguna «pena ni restricción» para ejercer sus funciones como párroco.
