Publicidad
Un golazo entre las joyas de la corona

Un golazo entre las joyas de la corona


Marcelo Salas confiesa en su entorno más íntimo que anotó muchos goles tan fantásticos como aquel del 11 de febrero de 1998, pero ninguno tuvo el marco del mítico estadio de Wembley en un partido de Chile frente a Inglaterra.

Y la imagen ya se ha repasado tantas veces en la TV que el pase mágico del Coto Sierra que el Matador adormeció con el muslo antes de detonar un zurdazo explosivo, a los 44’, se transformó con el tiempo en un lugar común en la memoria colectiva de los hinchas rojos y azules.

Por la jugada, la definición magistral y el contexto, el golazo quedó en la antología de los mejores de la historia y puso el nombre de Salas en la órbita del reconocimiento mundial, tras un 2-0 que Chile adornó con las dos anotaciones del delantero que poco después se pondría la camiseta del Lazio italiano.

En 2013 Salas viajó invitado a Londres para presenciar el amistoso de Chile- Brasil, y recibió un homenaje que lo conmovió porque “es el reconocimiento de la Federación Inglesa, por lo que obviamente tiene una importancia mayor. Es un orgullo, ha pasado mucho tiempo y siempre se ha hablado de este gol, en Chile como en el extranjero. Y será un lindo recuerdo personal, en un estadio con mucha historia”, confesó.

Hace 17 años, el desempeño del zurdo opacó el estreno de Michael Owen en la catedral del fútbol, integrando una magnífica Selección que confirmaría esa jerarquía en el Mundial de Francia (Nelson Tapia; Villarroel, Reyes, Fuentes, Margas, Rojas; Parraguez, Acuña; Sierra; Barrera y Salas).

“La gente aplaudió de pie el gol de Marcelo y también nos felicitó a la salida del estadio”, evoca el técnico Nelson Acosta, testigo privilegiado de aquella obra que refulgió entre las “joyas” de la corona inglesa en la destellante vitrina de Wembley.

Publicidad

Tendencias