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Consecuencias del horror en Turquía

El atentado ocurrido esta semana justifica los métodos duros que tienden a que la ocupación en Irak intensifique la razzia contra la resistencia. También para que, de paso, el proceso político para establecer un gobierno nacional quede en el limbo.


Las divergencias en el liderazgo de la ocupación -principalmente de las administraciones de Bush y Blair- y respecto a los tiempos para transferir el poder a los iraquíes, se manfiestan en todos los tonos.



Dos son las posiciones. Una, de aquellos que prefieren un proceso más rápido, con un gobierno iraquí instalado en 2004, preferentemente después de la elección presidencial estadounidense. La otra es la de largo aliento, con una ocupación prolongada que no escape del diseño original de controlar militarmente toda la zona del golfo y modificar el mapa de Oriente Medio.



El atentado en Estambul, que dejó cerca de 30 muertos y más de 400 heridos, permite pensar que la última posición tendría mejores argumentos. Antes del atentado, EEUU y el Reino Unido parecían dispuestos a presentar un nuevo proyecto de resolución al Consejo de Seguridad de la ONU para la implementación de una transición política que incluyera la transferencia de poder a los iraquíes. En esa la resolución se contemplaba un rol más ejecutivo de la Naciones Unidas e incluía la formación de una fuerza multilateral que pacifique al país.



Sin embargo, como señalan los medios norteamericanos contrarios a la ocupación y a las explicaciones de la administración Bush, en el equipo de la Casa Blanca hay opiniones contrarias a estos plazos veloces y a que el multilateralismo predomine en las operaciones que terminen con la resistencia.



El Pentágono insiste en que el trabajo debe ser terminando militarmente, porque la resistencia se ha convertido en guerra de guerrillas. Otros analistas -por ejemplo, Robinson Niblett, del Centro de Estudios Estratégicos Internacionales de Washington- sostienen que es prematuro hablar de un proceso político en Irak y menos de transferencia de poder, mientras se producen atentados como el de Turquía, que avalan la tesis de los contactos entre el Partido Baas y Al Qaeda.



Las publicaciones de este Centro, que ha estado desde un principio a favor de la invasión y la ocupación, respaldarían la tesis de una ocupación larga (dado que militarmente Irak está bajo las fuerzas de la ocupación) y la postura de que no se debería salir de esa situación privilegiada que nunca antes tuvo Occidente en el área. "El atentando claramente advierte que sería un error salir tempranamente de la zona, porque en la ocupación reside la fuerza para erradicar las bases del terrrorismo".



El atentado, en efecto, confirmaría que las fuerzas de ocupación deben reformular el aceleramiento de la transición del poder y aleja las posibilidades de contar con los moderados de Partido Baas.



Mohammed Al Abdeer, analista en Jordania, señala que las muertes en Estambul favorecen con claridad la tesis de la ocupación permanente, por lo menos hasta que el diseño original del cambio del mapa en el Oriente Medio se haya, finalmente, implementado. "La ocupación está para quedarse, y por mucho tiempo, y los que orquestaron este lamentable suceso están en esa óptica". Termina diciendo: "Es curioso que en el momento en que se daban algunas posibilidades políticas para ampliar el marco de participación política en Irak -léase, participación de los moderados del partido Baas- sobreviene el atentado…".



Apenas ocurrieron los atentados que tuvieron como blanco a las sinagogas en Turquía -y una vez constatado el horror que dejó más de 30 muertos y más de 400 heridos-, el comando central político de la ocupación se apresuró en mencionar vínculos entre Al Qaeda y el partido Baas de Irak.



En medio de una estabilización que no despunta y un proceso político que debe conducir a elecciones libres, ante la falta de elementos contundentes que justifiquen la invasión y la ocupación, los aliados las arremeten contra el partido Baas, el elemento político que más dolores de cabeza está causando en esta fase de la ocupación.

La información se homogeniza otra vez



Se polarizan las posiciones cuando atentados como éste no encuentran una explicación satisfactoria. La víctima política directa del atentado es el partido Baas y su sector moderado, que es el que empezaba a predominar mientras se aproximaban las elecciones, nos dice una fuente apostada en la zona.



El mismo Robinson Niblett, del Centro de Estudios Estratégicos Internacionales de Washington, un think tank de conocida raigambre oficialista, señalaba a un medio ayer que "la estrategia después del atentado es evitar que se fortalezcan los vínculos del baasismo con Al Qaeda".



Una afirmación similar apareció en el periódico español El País, que ha zigzagueado en su postura respecto a una ocupación larga o corta, y que por cierto no ha ahorrado páginas para criticar al partido Baas. Hay que tener presente que uno de los movimientos europeos más poderosos contra de la invasión está en España. Otros medios como la BBC de Londres (Radio) y The Guardian -que han estado abiertamente en contra de la ocupación- nunca mencionaron en su cobertura un vínculo, aunque sea mínimo o circunstancial, del atentado con el partido Baas.



En esta encrucijada se encuentran los diferentes medios informativos que son presionados para entrar en la lógica de una nueva estrategia de legitimar la ocupación y su prolongación.



La resistencia no se aplaca



La prolongación de la ocupación es la lógica de Paul Bremer, el especialista en terrorismo colocado por el Pentágono, y que no ha dado los resultados esperados, sino que, al contrario, ha contribuido a alienar más y más a la población Iraki, con métodos de ocupación violatorios de la Convención de Ginebra.



El iraquí Sharrih Fullah dice: "Si una misión de la ONU verificara en terreno cómo opera la administración de Paul Bremer, estaríamos frente a una situación cercana a genocidio. Él está determinado a barrer con el partido Baas, pero una cosa es buscar autores de los atentados, y otra muy distinta es pretender aniquilar cualquier vestigio de baasismo en el país. Y esto sería un genocidio". Agrega además: "los medios occidentales, por una razón de alineamiento con las empresas que financian la ocupación, no destinan esfuerzos para revelar esta situación. Caen en la lógica de que el baasismo no tiene moderados, con lo que siguen el juego de los que plantean una ocupación prolongada".



Straw: "Somos el mundo civilizado, y estamos amenazados globalmente"



Inglaterra se suma a los objetivos de los terroristas. Palabras amenazantes de Straw anuncian el giro de la política británica hacia la ocupación. "Eran las palabras que esperaban los sectores más proclives a una ocupación prolongada. Que el Reino Unido hiciera el giro más cercano a las posiciones más duras. Era el atentado que necesitaban de alguna forma para que la posición del Reino Unido se decantara en forma más clara por la permanencia en Irak". Este es el juicio de un funcionario cercano al Consejo de Seguridad, que habló con El Mostrador.



Desde el 11 de septiembre de 2001, nunca el Reino Unido, había sido objeto de los atentados. Hasta Estambul -el 19 de noviembre- los focos eran australianos, asiáticos, norteamericanos, israelitas y también árabes. Pero objetivos terroristas urdidos con el propósito de dañar vidas, propiedades o negocios británicos no habían ocurrido, aunque estaban contemplados, señaló Martin Woollacot en The Guardiande ayer.



Contrario a los que refutan absolutamente la tesis del choque de civilizaciones para explicar el terrorismo de una facción islámica, -uno de ellos Heraldo Muñoz, embajador de Chile en la ONU (ver entrevista con El Mostrador.cl)- Jack Straw, el canciller británico, señaló en una conferencia de prensa anteayer: "Nosotros somos el mundo civilizado, y estamos amenazados globalmente". Straw, no especificó con más detalle quiénes eran el mundo civilizado, y de paso marginó a la mayor parte del globo de esa civilización a la que con arrogancia señala como "la suya".



El Presidente Fox, le pidió el cargo a su embajador ante la ONU de decir que EEUU tenía con México relaciones de "patio trasero". Tony Blair, para corregir tanta irracionalidad e ignorancia imperante, debería igualmente exigir la renuncia a Straw. Sin embargo Blair y su ministro están en perfecta sintonía. En Londres afirmaba: "Estamos en una guerra y el campo de batalla principal es Irak. Nos iremos cuando el trabajo esté realizado".



¿Cuál es ese trabajo que está por hacerse?. Posiblemente acabar con toda resistencia a la ocupación, hasta que no quede vestigio del pasado baasista, hasta que no haya moderación en el pasado y el presente político de Irak. Anuncio quizás de un virtual genocidio, y tal vez empezar con la aventura de Irak en Siria o Irán.



Como lo manifestó un iraquí residente en Jordania. "Este ataque sólo beneficia a los extremistas de ambos lados. Uno de esos lados quedó caracterizado tanto por las palabras de Blair como las de Straw. A ningún miembro del partido Baas con sentido de la razón se le habría ocurrido aplaudir ese atentado en Estambul. El diseño proviene de quienes no desean una salida política al conflicto, de que el proceso sea realmente democrático. Esto es bien sabido por los que lo que planificaron el ataque."

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