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¿Tiene Obama una estrategia de largo plazo para Irak?

¿Tiene Obama una estrategia de largo plazo para Irak?

La pregunta que algunos se hacen luego de la decisión del presidente norteamericano de regresar al terreno bélico, es si tiene una plan a largo plazo en el país árabe, en medio de la crisis humanitaria que atraviesa.


Obama ha defendido los ataques aéreos de Estados Unidos en el norte de Irak con el argumento de que su país tiene un «interés estratégico» para frenar al grupo yihadista Estado Islámico (EI).

Desde el pasado viernes, aviones de combate y no tripulados han atacado posiciones de morteros, vehículos armados y puestos de control de EI para prevenir que los militantes (anteriormente conocidos como ISIS) accedan a la ciudad de Erbil, donde se encuentra personal estadounidense.

Para los detractores del presidente, estos ataques son importantes pero insuficientes y, sobre todo, demuestran que el mandatario carece de una estrategia.

En esa línea se manifestó el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, que se declaró «consternado por la continua ausencia» de un plan a largo plazo.

Dos pesos pesados de ese mismo partido en el Senado -John McCain y Lindsey Graham- también criticaron al presidente y dijeron que es hora de ir más allá de una «política de medias tintas».

Obama insiste en que sí tiene una estrategia de largo plazo y el sábado, en una alocución antes de partir de vacaciones, aseguró que el problema de Irak no se resolverá en «semanas».
Él considera que más allá de las operaciones contra EI, la solución a la crisis es política e implica la formación de un gobierno incluyente en Irak, al que Estados Unidos está dispuesto a ayudar.

«Podemos llevar a cabo ataques aéreos, pero en últimas no va a haber una solución militar de Estados Unidos a este problema», dijo. «Tiene que haber una solución iraquí que apoyen Estados Unidos y otros países y aliados».

Sin embargo, Obama cree que hay preocupaciones urgentes que debe afrontar y las ha definido en términos muy limitados.

«El presidente ha descrito tres objetivos concretos», explica el corresponsal de BBC Mundo en Washington, Thomas Sparrow. «Proteger a los ciudadanos estadounidenses en la zona, ayudar a las fuerzas iraquíes a combatir a EI y ofrecer ayuda humanitaria a los yazidíes».

Uno de los argumentos del gobierno para realizar los bombardeos selectivos es la alarmante situación en que se encuentra la minoría de los yazidíes. Miles de ellos quedaron atrapados hace unos días en las montañas del noroeste de Irak sin agua ni alimentos.

En el corto plazo, los ataques aéreos pueden ser efectivos para detener la amenaza que enfrentan, gracias a los militantes, quienes se encuentran atrapados.

La ayuda humanitaria -que ya alcanza las 100.000 raciones de comida y los 27.000 galones de agua- también es un alivio temporal para quienes se han visto afectados.

«Pero Estados Unidos, Reino Unido y otros poderes también han estado discutiendo cómo retirar a estas personas de la montaña con relativa seguridad», explica Nick Childs, corresponsal de asuntos internacionales de la BBC.

«Algunos comentaristas han sugerido que ofrecer un ‘corredor seguro’ e incluso un refugio requerirá soldados extranjeros en el terreno», agrega Childs.

Pero Obama ha descartado públicamente la idea de volver a poner soldados en el terreno, en particular porque uno de sus proyectos de política exterior más importantes fue precisamente retirar a los militares que se encontraban en Irak.

Y este miércoles, tras enviar a un equipo de fuerzas especiales para evaluar la situación de los yazidíes, el gobierno también reconoció que ahora es menos probable que realice una misión para rescatar a quienes todavía se encuentran en la montaña.

El secretario de Defensa, Chuck Hagel, dijo que el equipo encontró menos desplazados de los que esperaban y en mejores condiciones.

Mientras, también se ha informado que miles de personas han podido escapar de la montaña, quizás con ayuda de las fuerzas kurdas que también se encuentran en la región.

Eso puede ser un alivio para Washington, aunque es un tema distinto pensar en que esto puede ser una respuesta de largo aliento para quienes han escapado.

Los kurdos son una fuerza importante en el norte de Irak y hace unos días lanzaron un llamamiento a la comunidad internacional para ayudarlos a derrotar a los militantes islamistas.

Washington confirmó esta semana que empezó a suministrarles armamento directamente, y Francia se sumó a los esfuerzos este miércoles.

Estados Unidos espera que esta ayuda, así como sus propias operaciones aéreas, inclinen la balanza en el terreno para que las fuerzas kurdas y del gobierno iraquí puedan tomar ventaja.

«Pero, de nuevo, uno de los cálculos clave en el frágil marco de la política iraquí -así como las aspiraciones kurdas de obtener una mayor autonomía- es hasta dónde aceptar las peticiones kurdas de más armamento y otra ayuda militar», dice Childs.

Así las cosas, es importante analizar si estas medidas serán suficientes para ayudar a Irak a frenar la avanzada de EI.

«Los combatientes de ese grupo han frustrado a sus opositores con sus éxitos militares, algo que el mismo Obama reconoció», dice Childs.

Tras sus avances iniciales, muchos aseguraron que quedarían frágiles. Eso claramente no ha pasado. Y ahora se debate qué tipo de amenaza representan.

¿Se están comportando más como un ejército convencional, en particular a medida que obtienen más armamento? ¿O todavía son una insurgencia irregular? ¿Cómo afecta esto la respuesta a sus ataques?

El presidente Obama ha dicho que, para contrarrestar el autoproclamado «califato» de EI, su país necesita aliados en el terreno que puedan llenar el vacío.

La gran pregunta es si se podrán construir esas alianzas efectivas.

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