Publicidad

Sigue el «Divertimento» del Duopolio


Acabo de ver el debate de los candidatos de la Alianza. A su término fui a emol.com y voté en la encuesta. Lo habían hecho ya 2.204 personas, que daban por ganador a Longueira por 54% a 46%. Mi impresión había sido que ambos se desempeñaron bien y no habría sabido decir cuál triunfó, aunque voté por Longueira para ser consecuente con lo que ha pedido el Plan Ahora de defensa de los presos políticos ex uniformados.

Considero este proceso de primarias como un «divertimento» abusivo más del duopolio político que desvirtúa nuestra democracia. Si ésta fuera de verdad, no habría necesidad de primarias, pues todos los aspirantes presidenciales habrían debido poder participar en la primera vuelta del 17 de noviembre. Pero el duopolio se las ha ingeniado para poner «barreras a la entrada» de la gente «de a pie» y cuesta mucho ser candidato sin el respaldo de algún partido incorporado al duopolio. Para no pelear entre sus integrantes, los mismos han inventado las primarias, que pagamos los contribuyentes. Dicen que nos costarán nueve mil millones y debemos darnos por bien librados, pues si hubieran sido capaces de hacer primarias parlamentarias (que tampoco habrían revelado nada que no hubiéramos podido saber a través de las encuestas) nos habrían costado el doble.

Pues todas las primarias son inútiles, porque sus resultados los podemos saber perfectamente a través de las encuestas (siempre que estén bien hechas y no hayan sido «encargadas» por alguien). En todo caso, como por las razones de todos conocidas nos hemos quedado transitoriamente sin la CEP, en el fondo la primaria la va a suplir. Y ya que existe, es del caso decir que ella va a tener un desenlace importante, porque va a dejar fuera a algunos, lo que va a beneficiar a otros que lograrán llegar al 17 de noviembre, casos de ME-O y Franco Parisi, los únicos que, hasta ahora, han logrado reunir las firmas. La competencia entre ambos va a ser una de las cosas interesantes de la elección presidencial.

Ahora, quiero llamar la atención sobre un aspecto poco advertido de esta primaria. La mayoría de las personas que llegarán a votar a ella, sea cual fuere su número, serán independientes, pues los militantes de partidos son, comparativamente, pocos. Al o a la votante independiente le van a entregar una cédula en que van a estar los nombres de todos los candidatos, tanto de la Nueva Mayoría o Concertación como de la Coalición por el Cambio o Alianza. Como el común de la gente no es políticamente matriculada, podría haber un gran entrecruzamiento de votos. Alguien que haya votado por la Alianza perfectamente podría marcar preferencia a un candidato concertacionista moderado. Asimismo, podría haber izquierdistas fanáticos motivados, más que en favorecer a uno de los candidatos de su lado (sobre todo si piensan que Michelle Bachelet tiene el triunfo asegurado), en perjudicar al candidato más de derecha, supuestamente Longueira, votando por Allamand. No he olvidado que Michelle Bachelet declaró en 2005, después de la primera vuelta de entonces, lo siguiente: «Muchos partidarios míos me han dicho que votaron por Sebastián Piñera, para impedir el paso de Lavín a segunda vuelta». A lo mejor fueron votos decisivos para postergar a Lavín.

He pensado en lo anterior porque me he encontrado con derechistas encantados con la moderación de Velasco y su coraje político para defender posturas a primera vista «impopulares», en el debate de la semana pasada. No me extrañaría que, teniendo en la mano la papeleta que les van a dar, donde estará el nombre de éste, le marcaran la preferencia, en lugar de hacerlo por un candidato de su propio sector. No por ninguna estrategia rebuscada, sino por sentirse interpretados por alusiones «de derecha» de ese candidato, como la condena a las «malas prácticas políticas» por ejemplo.

Entonces este nuevo «divertimento» del duopolio político puede terminar siendo una Caja de Pandora, de la cual salgan cosas inesperadas. ¿En qué pie quedaría la DC si su candidato presidencial sale tercero, por ejemplo?

A todo esto, el duopolio continúa esforzándose por imponer nuevos costos a los demás en beneficio de sí mismo, y está tratando de conseguir la «franja electoral», que gravará a los canales de televisión abierta. Otro abuso de su posición dominante y excluyente.

¿Cuándo se irá a crear un Sernac Político, para evitar cosas como ésa? Jamás, pues el duopolio está dispuesto a perseguir abusos de otros que eluden la sana competencia, pero nunca los propios. Ergo, «las malas prácticas políticas» tienen una larga vida asegurada.

Publicidad

Tendencias