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Chile arde y algunos insisten en apagar la verdad Opinión

Chile arde y algunos insisten en apagar la verdad

María Francisca Bello
Por : María Francisca Bello Diputada distrito 6
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La necesidad de una legislación robusta para proteger el medio ambiente y promover la sostenibilidad se vuelve ineludible. La defensa de los recursos naturales y la mitigación de los impactos del cambio climático deben ser pilares fundamentales de la agenda política.


En medio de una ola de calor que ha llevado a declarar alerta roja en diversas regiones de Chile, resulta desafiante observar cómo un sector político persiste en negar la existencia del cambio climático. La cruda realidad climática, evidenciada por temperaturas extremas y situaciones de emergencia, choca directamente con posturas que minimizan o descartan la contribución humana al calentamiento global.

La comuna de San Felipe, en la Quinta Región, se erige como uno de los epicentros más calurosos del país durante esta ola de calor. Las altas temperaturas no solo son un incómodo recordatorio de la realidad climática en constante cambio, sino también una llamada de atención urgente para reconsiderar la actitud de aquellos que, de manera persistente, se aferran a la negación del cambio climático.

La situación no solo es un fenómeno meteorológico; es un recordatorio de que la negación del cambio climático tiene consecuencias palpables. Las comunidades, especialmente aquellas en condiciones socioeconómicas desfavorables, enfrentan dificultades adicionales. La falta de recursos para enfrentar el calor, como piscinas o sistemas de enfriamiento, mantención de la vegetación o el acceso a áreas verdes en ciudades, se convierte en un elemento crucial que no todos pueden costear o acceder. 

Aquí es donde la cuestión medioambiental se entrelaza con dimensiones de clase, condiciones materiales y justicia territorial. La disparidad en la capacidad de afrontar las consecuencias del cambio climático resalta la urgencia de políticas medioambientales inclusivas y equitativas. La deforestación, uno de los problemas ambientales más acuciantes, debe abordarse de manera prioritaria.

La necesidad de una legislación robusta para proteger el medio ambiente y promover la sostenibilidad se vuelve ineludible. La defensa de los recursos naturales y la mitigación de los impactos del cambio climático deben ser pilares fundamentales de la agenda política. Es imperativo que se promulguen leyes que regulen y limiten las prácticas que contribuyen a la degradación ambiental.

En conclusión, la negación del cambio climático en momentos de crisis climática como la actual en Chile es insostenible e irresponsable. La realidad impone la necesidad de un cambio de actitud y la implementación de políticas ambientales efectivas. La deforestación y las consecuencias desproporcionadas para las comunidades más vulnerables deben ser prioridades urgentes en la agenda legislativa. Ignorar este llamado a la acción no solo amenaza nuestro entorno, sino que pone en riesgo la vida misma, especialmente para aquellos que carecen de los recursos necesarios para combatir el calor extremo.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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