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Un país con perspectiva de niñez Opinión

Un país con perspectiva de niñez

Carolina Muñoz
Por : Carolina Muñoz Directora Pacto niñez.
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Como Pacto Niñez hemos apuntado a lineamientos fundamentales que, pensamos, deben ser incluídos en el nuevo texto; reconocimiento constitucional de niñas, niños y adolescentes como sujetos de derecho, la instalación de un sistema de Protección Integral sólido y con presencia nacional y territorial, que garantice sus derechos y prevenga vulneraciones, y profundizar la conversación del bienestar, ya que no se trata sólo de hacernos cargo de la crisis, sino de las soluciones que podemos disponer para la niñez en Chile.


La pobreza en Chile tiene rostro de niñez. Eso aseguró UNICEF en 2020 en medio de los efectos nocivos que tuvo la pandemia en la primera infancia. Esta frase no sólo definió ese momento, sino que vino a comprobar una realidad histórica de nuestro país: la niñez ha sido permanentemente relegada; más aún si se considera el alto porcentaje de pobreza asociado a ella.

Así, las discusiones sociales y políticas del país no conocen la voz de niños, niñas y adolescentes, ni su opinión respecto a sus propias necesidades, lo que ha afectado su pleno acceso a derechos básicos como la educación, la salud y la protección contra la violencia.

Creemos que esto podría cambiar. Iniciado un nuevo proceso constituyente se abre una puerta para que, así como se ha instalado con toda justicia la perspectiva de género en nuestro país, se instale, por primera vez, la perspectiva de niñez.

La nueva Constitución ya ha permitido poner sobre la mesa cuáles son los derechos que deben ser garantizados por el Estado. Como Pacto Niñez hemos apuntado a lineamientos fundamentales que, pensamos, deben ser incluídos en el nuevo texto; reconocimiento constitucional de niñas, niños y adolescentes como sujetos de derecho, la instalación de un sistema de Protección Integral sólido y con presencia nacional y territorial, que garantice sus derechos y prevenga vulneraciones, y profundizar la conversación del bienestar, ya que no se trata sólo de hacernos cargo de la crisis, sino de las soluciones que podemos disponer para la niñez en Chile.

Para que estos derechos sean atingentes y sirvan a su propósito, no podemos dejar de lado sus miradas ni sus voces. Hacerlo sería repetir los mismos errores del pasado e implementar derechos que, probablemente, no podrán cumplir a cabalidad su cometido. Los niños, niñas y adolescentes del país son clave para definir el espectro de sus necesidades. Es hora de dejar la mirada adultocentrista e incorporar sus opiniones y visiones.

El nuevo proceso constituyente es una gran oportunidad para abordar los desafíos que enfrenta la niñez en Chile. Si logramos incluir su participación para hablar de sus garantías para la educación, de protección a nivel institucional y de bienestar, podremos sentar las bases para una sociedad más justa y equitativa gracias a una poco conocida y hasta ahora no considerada perspectiva de niñez.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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