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Violencia en los estadios: no todo es castigo y seguridad Opinión

Violencia en los estadios: no todo es castigo y seguridad

Daniela Noreña
Por : Daniela Noreña Directora ejecutiva Fundación Fútbol Más.
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Cuidar el fútbol es delicado y se necesita de una visión amplia para, a la vez que entregamos mayor seguridad y calidad del espectáculo, no perdamos el sentido de pertenencia de los hinchas con sus colores y la actividad, acercándolo a estos y conectando el tejido social con el deporte más popular, que hoy parece secuestrado por unos pocos.


El mal sabor de boca que nos dejó la suspensión del clásico entre U. de Chile y U. Católica ha dado paso a noticias que lamentablemente nos hemos acostumbrado a ver y oír, y que parecen mantener la vista de las instituciones involucradas en combatir la problemática en un foco muy pequeño del cuadro entero.

Desde la dirigencia de la UC pidieron el regreso de Carabineros a las tribunas de nuestro fútbol, y desde algunos sectores políticos incluso hubo llamados a suspender el torneo.

El transcurso de las semanas nos puso de frente las nueve medidas que la ANFP le presentará al Gobierno, las que, si bien valoramos, se quedan cortas, soslayando la matriz social que tiene el deporte rey en la vida de las personas como transformador de la realidad.

Desde el ente rector del fútbol criollo algunas de las propuestas a las que le sacan brillo es a la de sumar una nueva prohibición de ingreso para quienes cuenten con una orden de detención vigente, y la creación de un registro nacional de hinchas en un trabajo conjunto con el Registro Civil para poner en práctica un reconocimiento facial en los ingresos a los estadios.

Todo esto, según se informó, emanó tras una reunión de emergencia de la ANFP con los presidentes de la U, la UC y Colo-Colo, quedándose meramente en temas de seguridad.

Si bien sabemos que esto es la urgencia, es indispensable pensar soluciones y planes de acciones que no se queden en lo punitivo y vayan más allá. No podemos pensar el fútbol como si fuera un espectáculo como cualquier otro donde se paga una entrada y se evalúa la calidad de lo exhibido.

Por ejemplo, ninguna de las nueve medidas de la ANFP habla de cultura, identidad o ciudadanía. ¿Dónde está, entonces, el propósito de educar, de mejorar la experiencia de ir al estadio u ocupar metodologías de trabajo que potencien el rol identitario del fútbol con sus seguidores y la lealtad entre sus protagonistas? ¿Por qué los clubes no pueden crear acciones comunicacionales que apunten ahí y llamen a mantener el buen comportamiento?

Cuidar el fútbol es delicado y se necesita de una visión amplia para, a la vez que entregamos mayor seguridad y calidad del espectáculo, no perdamos el sentido de pertenencia de los hinchas con sus colores y la actividad, acercándolo a estos y conectando el tejido social con el deporte más popular, que hoy parece secuestrado por unos pocos.

Como Fundación Fútbol Más estamos a disposición de pensar estrategias conjuntas y poder dialogar, además de los clubes y las autoridades, con otras organizaciones que tengan una mirada y una llegada diferente del fútbol.

Nuestras acciones como la Tarjeta Verde durante la Copa América 2015 en nuestro país, que se levantaba como señal de respeto durante el himno de la selección rival, o el Círculo de Honor que llevamos a nuestras canchas al final de los partidos, para reunir en un gran abrazo a equipos contrarios, son muestra de ello. El lenguaje genera realidad y así lo vemos en los 230 barrios y escuelas donde hemos buscado plantar esa semilla en nuestros 15 años de trabajo.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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