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Este año seguiremos preocupados por la inflación Opinión

Este año seguiremos preocupados por la inflación

Víctor Salas Opazo
Por : Víctor Salas Opazo Observatorio de Políticas Pública en ES Universidad de Santiago de Chile
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El nuevo escenario de precios exigirá profundizar el ajuste de la Tasa de Política Monetaria (TPM) en más de un punto porcentual en su reunión de abril próximo.


En el Conversatorio de Política Económica del Departamento de Economía de la USACH, recientemente señalamos que la coyuntura económica en los primeros dos meses de 2024 deja ver que la economía logró avanzar en la resolución de los desajustes de la demanda interna presentados en los periodos de alza desproporcionada que se registraron en la última parte de 2020 y todo el 2021 (+5,5% promedio trimestral), pasando de -1,9% de crecimiento promedio trimestral en 2022 a -0,4% en 2023, o sea, aún tenemos una economía estancada, pero cada vez menos. También se indica ahí que los precios seguirán siendo una preocupación este 2024 y los datos recientes nos están alertando.

En materia de inflación, la economía está a poco tiempo de alcanzar un punto más cercano a la meta de 3% en el horizonte de dos años, aunque los factores externos pueden dificultar un suave aterrizaje de precios, lo que se corrobora con los datos recientes del INE, que nos informa que el IPC de febrero 2024 fue de 0,6%, lo que nos lleva a una variación anual de 4,5%, revirtiendo el lento aterrizaje de precios que veníamos trayendo (3, 9% en diciembre 2023, 3,8% en enero 2024). Si agregamos las expectativas de un IPC alto en marzo, entonces el proceso de ajuste gradual de la TPM que estaba aplicando el Banco Central se verá complicado.

El nuevo escenario de precios exigirá profundizar el ajuste de la Tasa de Política Monetaria en más de un punto porcentual en su reunión de abril próximo. Pero los efectos de la situación internacional sobre el tipo de cambio deberían volver más cauteloso al Central.

Sabemos que existe preocupación por el alza del dólar, que se está observando desde el cuarto trimestre de 2023, que ha oscilado entre 926,35 y 907,99 promedio mensual y que al 29 de febrero se ubica en 980,19 pesos por dólar, tendencia que se asemeja a los valores máximos que alcanzó entre julio y octubre de 2022, en donde se realizaron intervenciones en el mercado cambiario tanto por parte del Banco Central como por Hacienda, las que, una vez terminadas, le permitieron al dólar volver a niveles cercanos (947 pesos) sin lograr los efectos deseados. En esta oportunidad, las expectativas de diferenciales de Tasas de Política Monetaria entre Chile y USA y el factor geopolítico juegan un rol preponderante en la depreciación de nuestra moneda respecto del dólar y en las posibles dificultades para controlar los precios internos en Chile.

En el primer caso, se ve que, mientras el Consejo del Banco Central de Chile rebajó –a fines de enero– la TPM a 7,25%, la FED mantuvo su tasa de referencia en 5,50%, por lo que la distancia entre ambas tasas se ha estrechado aún más, afectando los flujos de capitales y presionando al alza al dólar y potencialmente a los precios internos en Chile. Todo esto en un contexto en donde la economía de EE.UU. muestra resiliencia y robustez en esta fase de recuperación de sus equilibrios macro y da indicios de que su economía comenzará a expandirse, lo que genera expectativas de que aún no se inicien procesos de bajada de sus tasas de referencia y persistan las diferencias de tasas y la presión en el dólar y los precios internos.

A la vez, los nuevos problemas geopolíticos internacionales rebrotan la incertidumbre económica y afectan al tipo de cambio. En el último trimestre de 2023 ocurrió el ataque terrorista del grupo Hamás contra Israel, que desencadenó una escalada importante de violencia, incluso en el Mar Rojo, en donde los ataques hutíes (Yemen) al trafico mercante han generado que importantes compañías navieras portacontenedores suspendan sus operaciones en esa área en alrededor de 50%, lo cual inevitablemente repercutirá en un aumento del precio de los bienes y materias primas que se transportan (40% del comercio total entre Asia y Europa, según especialistas), y cuyos efectos también repercuten en incertidumbre sobre la recuperación económica de Occidente, en particular, el control de la inflación, ya que afecta directamente a dos agentes relevantes en el mundo y principales socios comerciales de Chile, como son EE.UU y la Zona Euro, que a su vez están siendo muy cautos en el manejo de sus respectivas TPM, dados los riesgos que implica un rebrote inflacionario.

Además de los efectos internacionales, será necesario observar el dólar, porque la nueva canasta con que se estima el IPC es más sensible al dólar y, con la tendencia alcista que este ha mostrado recientemente, se observarán los efectos de manera distinta. La política monetaria estará más ligada a la cambiaria que antes.

Hemos visto que el Producto Interno Bruto se sigue comportando acorde con lo esperado por efecto de la aplicación de política monetaria contractiva durante 2022 y el gradual relajamiento que comenzó a aplicar el Banco Central a partir del segundo semestre de 2023 (agosto).

Tenemos un Imacec con leves movimientos positivos, pero con dudas sobre si la economía aún sigue estancada porque, sorpresivamente, después de un año 2023 de actividad productiva estancada, la serie de enero de 2024 del Imacec aumentó 2,5% en doce meses, impulsado por todos los sectores que lo componen. Vista en el mediano plazo la incidencia sectorial en el Imacec, se observan algunos sectores oscilando entre valores negativos y positivos, desde noviembre de 2023 y enero de 2024, generando así la imagen de que algunos de ellos podrían comenzar a sostenerse en el lado positivo, lo que indicaría tendencias más estables y levemente crecientes para este año. Estos datos, sumados a los sectoriales publicados por el INE, ponen sobre la mesa la posibilidad de que Chile crezca cerca del 2% el primer semestre de este año, con expectativas de que lo haga, según las estimaciones oficiales, entre 1,25% y 2,25% en 2024.

Otro problema relevante de la coyuntura macroeconómica nuestra, relacionado con la actividad productiva, es la fragilidad del mercado laboral. Aún faltan empleos en Chile. La tasa de desempleo continúa alta (8,4% anualizada en el trimestre móvil noviembre de 2023 a enero de 2024), solo levemente menor respecto a diciembre de 2023 (8,6%) y, a pesar de que los empleos perdidos en pandemia se han ido recuperando lentamente durante un 2023 estancado, el Conservatorio de Política Económica del Departamento de Economía, USACH, a la fecha estima que en Chile faltan 282.443 empleos para tener la misma tasa de empleo de diciembre 2019. Pero, también, se debe decir que la masa de ingresos reales de los trabajadores, que cayó fuertemente durante los primeros meses de la pandemia (20% en julio del 2020), se fue recuperando lentamente hasta diciembre de 2023 y hoy está 5% por sobre ese nivel, en términos totales.

Y si el control de precios persiste con TPM altas, entonces la reactivación económica será lenta este año.

 

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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