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«Guido Girardi le hace mal a la política, no le conozco propuestas serias»

Académico y director del Centro de Liderazgo Estratégico de la Universidad Adolfo Ibáñez, Juan Carlos Eichholz, asegura que el senador PPD encarna las »las malas prácticas de la política». En cuanto al rol de la Alianza, cree que es insuficiente el papel denunciador asumido en el caso Chiledeportes, porque no le permite establecer diferencias claras con la Concertación.


Una fuerte crítica a las prácticas negativas que a su juicio existen en la clase política hace el director del Centro de Liderazgo Estratégico de la Universidad Adolfo Ibáñez, Juan Carlos Eichholz, quien personifica estas actitudes en el senador Guido Girardi (PPD), cuestionado en el escándalo Chiledeportes-Publicam.



En un análisis sobre la realidad política, el abogado y académico señala que el parlamentario del Partido Por la Democracia (PPD) "le hace mal a la política, porque es un mal modelo de político". Argumenta que sus acciones siempre se centran en el rendimiento de corto plazo, «se basa en las denuncias mediáticas y nunca en las proposiciones, no conozco propuestas serias de Girardi».



En contraste, pone como ejemplo al secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Inzulza. Aunque sostiene que el ex ministro también es un líder mediático, precisa que éste que «usa los medios para lograr fines que van más allá del interés propio».



En ese sentido, Eichholz, más allá a una crítica a la política mediática, lo que hace es un cuestionamiento a quienes superponen sus afanes de figuración, por sobre el fin supremo de la política, que es "servir" al país.



Lo que plantea es que hay "malos políticos" que privilegian, incluso, el lucro personal, con lo que terminan dañando la actividad, situación que a su juicio queda en evidencia con los recientes hechos de corrupción registrados al interior de Chiledeportes.



"No se trata casos aislados", afirma Eichholz, quien asegura que existe una tendencia a esta política que termina desprestigiándose a sí misma, abortando comisiones investigadoras o como lo que ocurre en el Tribunal Supremo del PPD, donde se equipararon los casos de Girardi y Fernando Flores, pese a que este último sólo cuestionó las "defensas corporativas".



Si bien señala el riesgo de caer en populismo con figuras carismáticas que basan su liderazgo en medidas personalistas, piensa que la falta de competencia política también ayuda a fomentar esta situación.



Inamovilidad de la Concertación



Al profundizar en las razones sobre las malas prácticas, explícitas a su juicio en las anomalías detectadas en proyectos gubernamentales, Eichholz asegura que la inmovilidad y la perpetuación en el poder de la Concertación propicia la corrupción, por lo que es necesario que «surjan nuevas fuerzas».



Si bien reconoce que la Presidenta Michelle Bachelet representa un cambio importante y le entrega nuevos aires al quehacer político -desde un tema de género y nuevos equipos-, piensa que "lamentablemente no tiene la fuerza suficiente para ir cambiando este desgaste de la Concertación".



A lo que agrega que pese a que la actual mandataria "no tiene grandes redes que la comprometan, y podría enfrentar más libremente a los partidos, no lo puede hacer porque los partidos la coartan".



El dilema de la Alianza



Eichholz afirma que estas malas prácticas políticas son más notorias en el oficialismo "que dispone de las arcas fiscales", a diferencia de la Alianza que "no posee recursos públicos propios". Sin embargo, pone énfasis en que el eje diferenciador entre los bloques es cada vez más reducido, y que a fin de cuentas la "mala política" está presente en los dos lados.



En el caso de la Alianza, pone como ejemplo la situación de Joaquín Lavín: "Cuando empieza a decir cosas que la UDI no le gustan, es marginado en vez de que su planteamiento genere un cuestionamiento al interior del partido".



Respecto al rol de la derecha, sugiere que "la Alianza está en una posición que no es simple. Primero está en un periodo de reconstrucción interna".



Aunque destaca el trabajo conjunto de los partidos del bloque -"algo que nunca antes se había hecho"-, considera importante que tengan un proyecto propio "algo diferente a lo que propone la Concertación y que cale en los ciudadanos".



En su opinión, los partidos de derecha "no han podido encontrar un eje diferenciador, y han basado su identidad en el rol de oposición: la manera de distinguirse es atacando", lo que si bien es importante en el contexto del caso Chiledeportes, sigue siendo insuficiente.



Además, considera "un absurdo" la negativa de aprobar el Presupuesto 2007, porque la Alianza corre el riesgo de perder comunicacionalmente y porque, además, desvía la atención del problema de las irregularidades. "Está ayudando a que se tapen los hechos más problemáticos que debieran estar en la discusión pública, que son los que más le interesan a la gente", explica.

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