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“El celibato está ligado a los abusos sexuales en la Iglesia Católica”

Para la profesional, por cuya consulta han pasado varios casos de personas que han vivido la pedofilia por parte de un sacerdote, la forma de imponer el celibato de la institución religiosa no es sana, ya que intenta “controlar una parte cognitiva y fisiológica que es incontrolable de sostener durante el tiempo”. Por eso, asegura que si el polémico voto no se convierte en una vía opcional y sigue siendo impuesto, las disculpas serán insuficientes y en los próximos años seguirán apareciendo nuevos casos.


Como una enfermedad contagiosa, los casos de pedofilia al interior de la Iglesia Católica se han ido propagando por todo el mundo. Sacerdotes en Estados Unidos, Europa y Latinoamérica han protagonizado una seguidilla de escándalos, muchos de los cuales son imposibles de creer para algunos.

Más cuando envuelven a personajes considerados “santos” y están ligados a  importantes grupos económicos, como el caso del fundador de Los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel, que ejerció abusos sexuales contra menores, o del influyente sacerdote Fernando Karadima en Chile, investigado por una serie de acusaciones al respecto.

Las públicas disculpas de El Vaticano y la promesa de investigar los hechos en vez de hacer la vista gorda, dan cuenta de un cambio de la institución.

La gran discusión que ha saltado al tapete es si el celibato que deben mantener los sacerdotes influye en los abusos cometidos. Las opiniones están divididas.

La psicóloga y sexóloga Raffaella Di Girolamo tiene una visión clara al respecto. Con una vasta experiencia en el tema de abusos sexuales, sus primeros acercamientos fueron en la cárcel de mujeres. También ha trabajado con hombres abusados por sacerdotes, uno de los cuales recién a los 36 años fue capaz de hablar con ella y contarle lo que vivió entre los 10 y los 14 años.

“Una de las rabias que tiene es que su abusador dejó el sacerdocio, se casó y tiene hijos. Un día lo vio comprando con la mujer y los hijos en el supermercado. Me dijo que lo más fuerte es sentir que era homosexual porque mientras el sacerdote  abusaba de él le decía que era homosexual y que lo sería toda la vida. Y le creyó”.

[cita]»Uno de los más grandes traumas de las personas abusadas, es cuando el abuso les genera placer, porque el otro tiene tanto poder emocional que no lo quieren defraudar».[/cita]

Hoy trabajan terapéuticamente para evaluar su condición sexual, ya que siente que fue condicionado.

Para Di Girolamo la forma de la Iglesia Católica de imponer el celibato no es sana. Según explica, “la Iglesia decide castigar, controlar los deseos y las fantasías sexuales. Intenta controlar una parte cognitiva y fisiológica que es incontrolable de sostener en el tiempo”.

-¿Entonces la imposición del celibato sí está asociada al gran número de casos de curas pedófilos y abusos?

-Creo que el celibato sí está ligado a esto, desde el momento en que es impuesto y no se evalúa si para la persona es posible o no sostenerlo en el tiempo. Es tan básico como que si te imponen que no puedes comer galletas por un año, por lo menos tres veces a la semana pensarás en galletas. Por eso el celibato debe ser optativo.

-¿Entonces esto justificaría el comportamiento de estos curas?

-No, porque la Iglesia es una institución súper poderosa que teje una realidad en torno a la sexualidad, la separa del ser humano. Si como feligrés me entrego a esa institución, confío en que está haciéndose cargo de eso. Si no, estamos justificándolos en no ser seres individuales que se hacen cargo de lo que sienten.

-¿Cómo psicóloga especialista en sexualidad consideras que la política del celibato debería cambiar?

-Sí, debería ser opcional. Y educada.

-¿De qué forma?

-O sea trabajando la mente, el cuerpo, espacios que permitan trabajar la forma de enfrentar el entorno y a sí mismo. Porque si alguien quiere practicar el celibato y está rodeado de cabros que están con hormonas, le cuentan de fantasías sexuales, está expuesto a una realidad donde la sexualidad existe y está súper expuesta. Es parte del entorno.

-¿Y cómo influye eso?

-El tema es que no puedo ir en contra de mi fisiología. No me puedo hacer el leso con que hay un cuerpo con musculatura y un sistema reproductivo que está ahí, presente y activo. Pero se ve como malo porque genera placer. Y la culpa del catolicismo está ligada al “es por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa”: no lo puedo pasar bien porque hay otros pasándolo peor que yo. El orgasmo es el placer máximo que el organismo nos puede dar. Entonces es como limitar el placer máximo que puedo obtener. Siendo que fisiológicamente la sexualidad llevada de manera responsable es súper sana.

-Pero la Iglesia no lo ve así…

-La Iglesia trata de controlar la fisiología del cuerpo. Ahí es donde encuentro que hay un error: es antinatura. A no ser que sea una opción. Porque el celibato llevado de esta manera podría hacer que la institución fuera mucho más saludable, con menos culpas y menos daños.

Lo que está pasando ahora, con esta mirada abierta de que los abusos sexuales en la Iglesia son tantos que empiezan a aparecer, es algo que hay que revisar. Una cosa es que la justicia se haga cargo de los abusos sexuales, pero hay que hacerse cargo de cómo se mirará el asunto de aquí en adelante.

-¿Desde ese prisma pedir disculpas no es suficiente?

-No.

-¿Considera entonces que si el celibato impuesto continúa siendo obligatorio los casos de abusos podrían continuar?

-Creo que sí. Puede que exista más miedo, porque ahora es público, la gente tiene menos temor a exponer que fueron abusados sexualmente, la percepción al respecto ha cambiado, ya no hay culpabilidad.

Por eso probablemente va a haber una disminución de los abusos sexuales desde la Iglesia, pero depende de cómo se manejen puede que sigan o no sigan.

-¿Consideras que hay alguna conexión entre pedofilia y homosexualidad?

Absolutamente no. Cuando se dijo que la pedofilia estaba ligada a la homosexualidad, la Iglesia se trató de agarrar de eso por un segundo, pero se dio cuenta de que no podía. Transgredía demasiados espacios donde ahora se sabe que la homosexualidad no es una enfermedad. La Organización Mundial de la Salud (OMS) hace tiempo que no lo considera como un trastorno de la personalidad. Es posible que social y culturalmente la pedofilia haya estado asociada a la homosexualidad masculina en Chile.

Culturalmente este ha sido un espacio súper delicado de trabajar. Cuando la Iglesia apuesta a esto diciendo que los pedófilos son homosexuales, se ve un trasfondo que tiene que ver con el rechazo a la unión civil homosexual, la adopción, porque si los pedófilos son homosexuales no pueden adoptar. Menos casarse, porque son dos pedófilos y un niño.

Abusos por 20 años

-Según el testimonio del gastroenterólogo James Hamilton, conoció al sacerdote Fernando Karadima -al que acusa de abusos sexuales- cuando tenía 17 años. Había perdido a su padre y el religioso asumió ese rol, convirtiéndose además en su guía espiritual. Estuvo 20 años con él…

-Hay algo que se repite en los casos de abusos que yo he tratado y es el nivel emocional, de cercanía que tienen estos personajes, de los que finalmente el joven se “enamora”. Porque contienen, cuidan, escuchan, entonces hay un traspaso emocional donde el otro toma la mano, después el codo y después los genitales. Para muchos afectados, lo que dicen es que “sentía que había algo raro, pero fisiológicamente podía sentir placer”…

-De hecho Hamilton relata que luego de algunos episodios extraños Karadima lo masturba, tiene un orgasmo y él dice que ahí se quebró para siempre como  persona, se confundió, se sintió culpable, pero continuó viéndolo. Para él era como un santo

-Claro, porque uno de los más grandes traumas de las personas abusadas, es cuando el abuso les genera placer, porque el otro tiene tanto poder emocional que no lo quieren defraudar. Lo más probable es que las primeras experiencias no sean buenas. Después pasa a ser una constante y de alguna manera el cuerpo se acostumbra a este espacio. Luego puede generar instancias en algunos casos donde este abuso genera placer y ahí hay un quiebre súper importante. En muchos casos lo que hacen las personas con este tipo de poder, y es lo que he visto, es que “enamoran” a estos jóvenes: pasan a ser parejas, padres, todas las carencias las suplen.

-¿Y por qué una persona que luego se hace adulta, se casa, tiene familia, continúa manteniendo una relación con su “abusador” durante años?

-Esto pasa en todo tipo de consulta psicoterapéutica. Siempre que hay una problemática lo que no se puede preguntar es por qué. Muchas veces no hay respuesta de por qué se mantuvo esto. ¿Lo sostuvo por miedo, costumbre?

Muchas veces ellos no saben por qué. Creo que es más importante preguntarle a esta gente cómo emocionalmente pudo sostenerse. En el momento en que hago realidad un abuso, me puedo demorar años en saldar todas las cuentas que tengo conmigo mismo, del nivel de control que tengo que tener conmigo para que esto no me afecte en la vida.

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