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La historia de las malas prácticas de Jorge Segovia a las que aludió Bielsa

Felipe Saleh
Por : Felipe Saleh Periodista El Mostrador
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En el ambiente es un secreto a voces, se sabe que “todos lo hacen” pero también se asume que es un comportamiento al borde de una ley que se hizo para evitar este tipo de subterfugios. Son parte de la vieja escuela del fútbol chileno que uno de los aspirantes a dirigir la ANFP hizo parte de su gestión como dirigente Unión Española.


No puedo ni quiero trabajar con el señor Segovia”, dijo Marcelo Bielsa. Y  antes de deslizar adjetivos citó un episodio “que salió en el diario”. Miró sus apuntes y contó la historia de Estévez, el futbolista que tuvo un “problema con la autoridad”. Bielsa se refería a parte de esta historia.

A mediados de septiembre, el delantero Raúl “pipa” Estévez se reintegró a su club Unión Española, cuyo presidente, Jorge Segovia, es candidato a dirigir la Asociación Nacional de Fútbol Profesional en las elecciones que se llevan a efecto hoy y que tienen como trasfondo el millonario negocio del Canal del Fútbol. Estévez, cuyo contrato termina en diciembre, estuvo cuatro meses desvinculado de la institución por razones “extradeportivas”.

Pero el hecho de que jugador y club hayan llegado a un acuerdo probablemente sea la causa de que los involucrados en el reintegro prefieran mantener los  detalles  en reserva.

Todo comenzó a fines de marzo, en un partido de Unión Española contra Ñublense. Quince minutos antes de finalizar el juego, el entonces técnico del equipo, Rubén Israel, decide sacar a Estévez de la cancha y según la versión del estratega, el “Pipa” lo insulta con “palabras irreproducibles” que repite en el camarín.

Después del incidente, y según palabras del propio Estévez “me dieron  dos veces vacaciones y me sacaron el salario”. Esto lo señaló en julio de este año al diario La Tercera, dos meses después de que fuera totalmente desvinculado del club. En la misma entrevista Estévez afirma que vio “muchas irregularidades” en Unión Española, las cuales  siempre quiso contar pero “no me dejaron”, afirmó

Aunque el abogado que logró el reintegro del jugador se negó a hablar del tema para no empañar un proceso que llegó a buen término para el delantero, es evidente que la primera violación a la normativa laboral está en otorgar vacaciones al trabajador de manera unilateral, tal como ocurrió con Estévez.

Contrato “simulado”

Cuando el “Pipa” dice que “le sacaron el salario” alude a la reacción que, según fuentes ligadas al club, tuvo un furioso Jorge Segovia. El dirigente decidió terminar con el contrato que el jugador firmó con el Colegio Internacional SEK en enero de 2009. Que, paradójicamente, ayer le entregó el grado de Doctor Honoris Causa al contralor Ramiro Mendoza.

Mediante este acuerdo Estévez cedió sus “derechos de imagen” al establecimiento propiedad de Segovia por un monto de US$ 130 mil por temporada. Es decir, este contrato representa  parte sustancial de su sueldo.

Porque Estévez tiene otro contrato, firmado el mismo día (12 de enero de 2009) esta vez con su verdadero empleador, el club Unión Española SDAP. Con un sueldo de $2.202.020. Una renta que  en otro contexto  no se ve mal, pero es muy inferior a la que recibe un jugador de Primera División del nivel de Estévez.

Al borde de la ley

Con estos antecedentes, los dos contratos más las vacaciones unilaterales,  Estévez y su abogado concurrieron a la Dirección del Trabajo, donde les aclararon que este tipo de contratos se aparta del espíritu con que fue hecha la Ley 20.178, vigente desde el 25 de abril de 2007. Esta norma regula la “relación laboral de deportistas profesionales y de trabajadores que desempeñan actividades conexas”.

[cita]Cuando el “Pipa” dice que “le sacaron el salario” alude a la reacción que, según fuentes ligadas al club, tuvo un furioso Jorge Segovia. El dirigente decidió terminar con el contrato que el jugador firmó con el Colegio Internacional SEK en enero de 2009. Que, paradójicamente, ayer le entregó el grado de Doctor Honoris Causa al contralor Ramiro Mendoza.[/cita]

En su  artículo 152 bis G. la ley apunta a “la entidad deportiva que utilizando cualquier subterfugio, oculte o simule beneficios o prestaciones laborales que tengan como causa el contrato de trabajo, será sancionada de conformidad a lo establecido en el artículo 152 bis L”. En otras palabras el club se expone a las multas estipuladas en el Código del Trabajo.

Detrás del uso de este tipo de contratos “dobles” está la intención de rebajar las obligaciones tributarias y previsionales que le corresponden a cada institución deportiva.

Raúl Estévez, aún cuando tuvo certeza de que su relación laboral con Unión Española era irregular, no hizo una denuncia formal. Por lo tanto no se siguieron acciones legales contra el club. Pero el sólo hecho de haberse “defendido” con un abogado hizo que la institución se allanara a un acuerdo.

Según afirman cercanos al jugador Carlos Soto, Presidente del Sindicato de Futbolistas Profesionales (SIFUP) “estaba perfectamente al tanto de todo esto, pero en vez de alegar decidieron colaborar para que Raúl fuese reintegrado”. En efecto, el contrato de Estévez vence el 31 de diciembre de este año.

Aunque en el SIFUP se abstuvieron de referirse oficialmente a este asunto, afirman que “decir que Jorge Segovia es el único que incurre en esta práctica sería injusto, porque la gran mayoría de los clubes hace lo mismo, y desde hace bastante tiempo”.

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