Pleno de la federación adoptó la medida de protesta por amplia mayoría de 74%
El presidente de la federación estudiantil, Gabriel Boric, defendió el mecanismo democrático que se utilizó para resolver la continuidad de la ocupación del inmueble, que fue rechazada públicamente por el rector Víctor Pérez. Antes de la votación, el dirigente había señalado que era necesario llevar a cabo un «proceso ascendente de movilizaciones» para que universitarios y escolares se unan «detrás de un mismo objetivo, que es transformar la educación en este país».
Pese al llamado que hizo el rector de la Universidad de Chile, Víctor Pérez, para que el grupo de estudiantes que se tomó la Casa Central del plantel echara pie atrás y abandonara el histórico edificio, los dirigentes de las distintas escuelas y Facultades resolvieron mantener al ocupación durante un pleno de la FECh celebrado la tarde de este martes.
Lo anterior, tras una votación donde la opción a favor de la toma se impuso por una amplia mayoría de 74 por ciento, contra 2,93% que se opuso a la medida y la abstención del resto de los representantes.
El inmueble fue tomado el viernes pasado por cerca de 30 estudiantes, quienes llevaron a cabo la acción sin previa consulta a la Federación, que resolvió someter a consulta la medida de protesta.
La votación a favor de la toma se suma a la radicalización de las acciones de los estudiantes secundarios, que se han manifestado contra la “indiferencia del gobierno” a sus demandas con sucesivas tomas y retomas de sus respectivos establecimientos, sobre todo en los denominados colegios “emblemáticos” del centro de Santiago y Providencia.
El rector Pérez, en tanto, había solicitado en una carta abierta al «inmediato desalojo pacífico de la Casa Central de la Universidad de Chile para restablecer los valores, los símbolos y la convivencia, hoy gravemente afectados. Hago un llamado a los grupos de estudiantes que se encuentran ocupándola a hacer abandono de ella y permitir el libre tránsito y el desarrollo de todas las actividades propias de ese espacio».
También afirmó que «la Casa Central representa un símbolo de nuestra Casa de Estudios y de la República, es un ícono de la educación pública pluralista, laica, diversa, tolerante e intelectualmente libre. La toma de la Casa Central viola esa condición y violenta a nuestra comunidad. Ella representa, como imagen y por su ubicación en el centro cívico de la capital, las esperanzas de miles de chilenos y chilenas, sobre todo de los más pobres, por tener acceso a una educación pública de calidad, equitativa, en la que se vivan y preserven esos valores republicanos que aspiran a un país más justo, más solidario y más democrático».
La toma se ajusta al llamado que temprano había formulado el presidente de la FECh y vocero de la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech) Gabriel Boric en orden a llevar adelante un «proceso ascendente de movilizaciones».
En declaraciones consignadas por Radio Cooperativa, el dirigente defendió el mecanismo que llevó a cabo la Federación de Estudiantes que encabeza para resolver la continuidad de la toma de la Casa Central.
«Yo creo que la toma de Casa Central debiera ser ratificada democráticamente y debiera constituirse como un referente de estas movilizaciones, en donde los universitarios junto con los secundarios están unidos detrás de un mismo objetivo, que es transformar la educación en este país», dijo.
