Publicidad
Cuánto vale el voto de Alinco La acusación constitucional tiene los ojos puestos en el diputado por Aysén

Cuánto vale el voto de Alinco

Claudia Rivas Arenas
Por : Claudia Rivas Arenas Periodista de El Mostrador @crivasa
Ver Más

Sea tan cierto o no, en la Cámara Baja se ha impuesto la convicción de que el polémico legislador es el que tiene la última palabra en votaciones clave en que se enfrentan ambas coaliciones. Y se ha hecho la fama de negociar su voto con la administración de Sebastián Piñera, cada vez que se presenta la oportunidad. Con su abstención salvó a Julio Pereira y ahora la derecha espera que haga lo propio con Harald Beyer.


La presentación de la acusación constitucional en contra del ministro Harald Beyer abrió la interrogante acerca de qué tan lejos podrá llegar. Ello, porque no existe la certeza de que la oposición cuente con los votos para aprobarla en Sala y es aquí donde la figura del diputado independiente René Alinco Bustos cobra especial relevancia.

Desde hace un tiempo, el polémico y díscolo legislador, que llegó al Congreso el año 2005 de la mano del PPD, se ha convertido en un dolor de cabeza para la coalición opositora que lo ha visto negociar importantes votaciones con el gobierno de Sebastián Piñera. Con ello, ha provocado ruidosos fracasos a la Concertación y publicitados triunfos al oficialismo. Algo difícil de olvidar para los involucrados. De allí que el respaldo del parlamentario al libelo fuera considerado por la oposición como una contundente señal de que la iniciativa tiene destino, algo que cada día que pasa está menos claro.

A partir de sus negociaciones personales con el gobierno de Piñera, Alinco se ha granjeado una mala fama difícil de combatir. De lo que parece estar absolutamente conciente el diputado, que arremete contra sus detractores con el argumento de que “cuando ellos negocian con el gobierno son hombres de Estado, cuando negociamos los independientes o no le hacemos caso a ellos, porque en la Concertación también hay patrones de fundo, somos traidores y vende patria”. El problema, comentan en la oposición, es que “ha votado con el gobierno en temas emblemáticos. Sin ir más lejos él salvó a Julio Pereira, porque su abstención fue determinante para que fuera rechazado el informe de la comisión investigadora del Caso Johnson’s, recuerda un diputado. Pero Alinco hace rato viene provocando a su sector; por lo pronto, integró el grupo de díscolos liderados por el entonces diputado socialista Marco Enríquez-Ominami, con quien llegó el mismo año al Parlamento. El año 2011 fue uno de los tres independientes que dio su voto para que la administración Piñera lograra aprobar el Presupuesto de Educación. En la oportunidad, reconoció haber recibido becas adicionales para su zona.

Esa vez incluso se jactó de su respaldo al oficialismo y en tono irónico explicó que “lo que pasa es que anoche, como decimos en mi tierra, le meamos el asado a la Concertación. Ellos estaban listos para, anoche u hoy día mismo, negociar como siempre lo han hecho para defender los intereses a veces casi personales, en algunos casos, de algunos parlamentarios y jerarcas de la Concertación”, comentario que profundizó aún más las desavenencias entre el diputado y el sector que lo llevó al Parlamento. Y a partir de esa época, efectivamente en los pasillos del Congreso se tejen todo tipo de conjeturas acerca de “cuánto le costará al gobierno cada voto de Alinco”. En los mismos corredores se oyó a un alto funcionario de la Segpres sacar de la duda a un legislador: “Muy barato”. Ello, pues, si bien se especula de todo, lo cierto es que lo único concreto es que “lo más caro que le hemos dado son las becas”, dicen desde el gobierno.

[cita]Alinco encabezó la comisión investigadora del llamado “caso Bombas” y aunque en la ocasión aseguró que no hubo ningún “negociado” con el oficialismo y que todo fue producto de la “desorganización” de la coalición opositora, en la Concertación asumieron que algo tenía que haber detrás del hecho de que hubieran optado por darle sus votos al ex PPD para encabezar una comisión en que estaba siendo juzgado el accionar del entonces ministro de Interior, Rodrigo Hinzpeter.[/cita]

Aunque en la región se comenta que Alinco negocia directamente con el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, en La Moneda sostienen que el diputado “se guía más por las relaciones humanas para tomar decisiones” y que “tiene una muy buena relación de amistad con Claudio Alvarado”, subsecretario de la Segpres y el negociador más directo con el que cuenta el gobierno, vínculo que se forjó durante el último período que el funcionario fue diputado. Mientras que en su defensa, el cuestionado legislador advierte que conoce lo que se dice de él y aclara que “yo no voto por la derecha ni por el gobierno de Piñera, yo voto por la gente que me eligió” y agrega apuntando sus dardos con saña hacia la Concertación: “Cuando ellos negocian con el gobierno, como la Ley Longueira (Ley de Pesca), ahí nadie dice nada. Cuando me toca a mí negociar dicen que vendí mis principios”. Además, enfatiza que a la hora de votar “yo siempre he dado la cara. No me pareo, no salgo de la Sala ni me voy al baño, como hacen otros”.

Poco caro

Pese a que en su zona le achacan, entre otras cosas, una que es especialmente sensible y es el haber llegado a la Cámara Baja “oponiéndose a HidroAysén y resulta que ahora defiende el proyecto, aunque la gente de aquí lo rechaza y se ha manifestado en contra en montones de oportunidades”, dice un lugareño que no se siente representado por la forma como vota el diputado. De hecho, lo que se comenta en la zona es que el diputado cambió su posición respecto a HidroAysén con la llegada de Daniel Fernández a la vicepresidencia ejecutiva de la empresa, en mayo del 2010, y atribuyen la cercanía entre ambos a que en esa época el legislador aún militaba en el PPD.

Mientras que desde el gobierno defienden al diputado que los ha salvado ya en varias oportunidades. Sostienen que lejos de cobrar por su voto, como se comenta peyorativamente en la oposición, “cuando ha votado con nosotros lo ha hecho, porque lo asiste la convicción de que está en lo correcto. Es un hombre de palabra. Ha pedido cosas, como todos los demás, pero bien poco caras. Todo lo que se diga es falso. Es bien derecho, porque hay que tener cojones para adoptar algunas posiciones como las que toma algunas veces”.

Pero esta asociación también resultó en que los votos de la derecha, en junio del 2012, permitieron que Alinco encabezara la comisión investigadora del llamado “caso Bombas”. En la ocasión el diputado aseguró que no hubo ningún “negociado” con el oficialismo y que todo fue producto de la “desorganización” de la coalición opositora. En la Concertación, en cambio, asumieron que algo tenía que haber detrás del hecho de que hubieran optado por dar sus votos al ex PPD para encabezar una comisión en que estaba siendo juzgado el accionar del entonces ministro de Interior, Rodrigo Hinzpeter.

No obstante, desde la coalición opositora se han ensañado con el diputado. Lo que queda de manifiesto en que, entre otras tantas cosas, se le achaca el que se haya perdido en la Sala el informe de la comisión investigadora sobre el funcionamiento de la educación superior, más conocida como comisión investigadora del lucro, pese a que Alinco ni siquiera figuraba presente durante esa sesión. Lo que sí está claro es que el de René Alinco es un voto decisivo, pero tanto como lo han sido en determinadas ocasiones los de Miodrag Marinovic y Pedro Velásquez. Sin embargo, la acusación constitucional contra el ministro de Educación constituye una prueba de fuego. Hoy, tanto en el gobierno como en la oposición creen tener el suficiente respaldo como para contar con el voto de Alinco.

Para esta conclusión, en la administración Piñera se basan en que el diputado “va a votar de acuerdo a lo que él crea”. En la oposición, en cambio, creen que está obligado a refrendar el compromiso al que llegó con los estudiantes y funcionarios de la Universidad del Mar. El aludido está conciente de que los ojos están puestos en él. Reconoce que “tengo un compromiso con estudiantes y trabajadores de la Universidad del Mar. Pero cada vez está más débil la acusación y la misma Concertación tiene contradicciones al respecto. Aunque yo no soy abogado tengo asesores y la acusación no tiene el respaldo jurídico que debería”. Y luego de todos estos argumentos, aunque insiste en que “voy a mantener mi compromiso”, advierte que “voy a votar en conciencia”.

Publicidad

Tendencias