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Obispo de Temuco responde a Eyzaguirre: «No podemos aceptar que transforme nuestros aportes en una reducción casi de caricatura»

Obispo de Temuco responde a Eyzaguirre: «No podemos aceptar que transforme nuestros aportes en una reducción casi de caricatura»

«No creemos que esto colabore al ambiente de diálogo y al deseo de escuchar con respeto y verdad a los distintos actores de la educación del país», recalcó el obispo Héctor Vargas.


El obispo de Temuco y presidente del Área de Educación de la Conferencia Episcopal de Chile, Héctor Vargas, salió al paso de las declaraciones del ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, quien aseguró que a la Iglesia Católica le interesan sólo dos cosas respecto de la reforma: arriendo y selección.

El secretario de Estado sostuvo, en una entrevista realizada por el rector de la UDP, Carlos Peña, y publicada ayer por El Mercurio, que «a la Iglesia Católica le preocupan dos temas. Uno es la propiedad de algunos inmuebles que pertenecen a una congregación y se arriendan a la fundación educativa. No observo problemas en permitir esa operación: que los sostenedores sin fines de lucro puedan arrendar el inmueble a un tercero de la misma índole. Esta solución puede extenderse a todo el sistema. El otro problema que preocupa a la Iglesia es la selección. Este, sin embargo, es un objetivo intransable. No podemos permitir que se haga el escrutinio de la vida familiar para admitir o no a un niño a la escuela. Podemos discutir formas que aseguren el compromiso de las familias con el proyecto educativo, pero la selección en ningún caso. No cabe sino aceptar que aquí tenemos una discrepancia insalvable con parte de la Iglesia».

Este lunes, el religioso respondió al timonel del Mineduc a través de una carta publicada por el mismo medio:

«En los últimos tres meses el señor ministro de Educación se ha reunido con diversas instancias de la educación católica, como la Conferencia de Religiosos, el Congreso Nacional de la Fide, la jornada anual de los Vicarios de Educación de Chile, con el Área de Educación de la Conferencia Episcopal, entre otras.

“Esta última instancia, en forma más bien discreta, ha sostenido sesiones de trabajo con el secretario de Estado en cuatro ocasiones y en dos con su equipo técnico. Entre ellas, hemos venido analizando una serie de propuestas aportadas por el área. Dos documentos de dominio público son expresión de este trabajo.

“Reiteradamente hemos manifestado que nos hubiese gustado, para una reforma que busca llevar a cabo un cambio paradigmático en el sistema educacional, poder haber dado unos pasos preliminares, como la instalación de un gran diálogo y debate democrático acerca de los valores que constituyen la identidad cultural que caracteriza el alma nacional.

“Nos hubiera gustado poder discernir juntos, como país que anhelamos construir entre todos, la realidad global de nuestros niños y jóvenes, sus principales necesidades en los diversos ámbitos de su vida, las esperanzas de la sociedad para un desarrollo en equidad y a escala humana; y finalmente, a la luz de la pluralidad y diversidad propias de una sociedad libre y democrática, el tipo de educación de calidad pertinente a lo anterior, respetando al mismo tiempo la naturaleza y fines esenciales de la misma, en donde la vida de la persona de los alumnos está en el centro del hecho educativo.

“Lamentablemente la premura de los tiempos y objetivos políticos han dicho otra cosa. Ha primado un pragmatismo que nos ha obligado a analizar solo una parte en sí misma, al margen de una propuesta más global que le daría su sentido orgánico y procesual, pero de la cual se desconocen de hecho hasta ahora sus características y alcances.

“Sin prejuicio de lo anterior, hemos manifestado nuestra voluntad a colaborar con un proyecto de ley a cuyos fines deseamos aportar, y ofrecido marcos conceptuales que nacen del significado más profundo de la educación, y que pudiera, junto a otras miradas, colaborar a un marco de referencia más integral e iluminador de los objetivos.

“A su vez, le hemos hecho llegar una serie de propuestas que pensamos pueden mejorar el mencionado proyecto.

“El señor ministro, sin embargo, en entrevista con El Mercurio, ha señalado que a la Iglesia le interesan solo dos cosas respecto de la reforma: arriendo y selección. Creemos lamentables estas expresiones, porque no hacen justicia a un trabajo serio y de preocupación por toda la educación chilena, sino que lo transforman en una reducción casi de caricatura, que no podemos aceptar.

“No creemos que esto colabore al ambiente de diálogo y al deseo de escuchar con respeto y verdad a los distintos actores de la educación del país».

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