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Jorge Navarrete cuestiona conducción política de La Moneda para liderar proceso de «transformación y cambio social» Abogado y columnista criticó el desempeño del gobierno frente a las reformas

Jorge Navarrete cuestiona conducción política de La Moneda para liderar proceso de «transformación y cambio social»

«Creo que la temprana resistencia ciudadana a varios aspectos de la reforma tributaria y educacional, son una muestra de que se subestimó la complejidad que significa acometer un profundo cambio cultural en los ciudadanos para así sacar adelante muchas de las cuestiones que se están planteando», reflexionó el ex militante DC.


El abogado, columnista y ex militante de la DC, Jorge Navarrete, salió a darle duro a La Moneda. De partida, hace referencia a dos de los ministros más emblemáticos del gobierno: «Mientras el ministro de Hacienda, Alberto Arenas, parece haber aprendido la lección… el ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, debe comenzar a hablar a través de los hechos».

Sus críticas las formula a través de una entrevista con Diario Financiero, donde reconoce: «He sido crítico de los procedimientos y las maneras de como se han presentado, explicado, planificado y operado las reformas. La noche que Bachelet obtuvo el triunfo en la elección presidencial, dijo: ‘Nunca dijimos que sería fácil’. Sin embargo, varios de sus colaboradores más cercanos, escoltados por otro conspicuo elenco de dirigentes políticos, parecieran querer hacer todo lo posible para que el desafío sea todavía más complejo».

De plano, descarta que las deficiencias pasen por un «apresuramiento», ya que estos son «naturales en todo gobierno que quiere acometer importantes reformas en un plazo tan corto». El problema, a su juicio, es que «ha existido mucha improvisación y desprolijidad del Ejecutivo».

«Me sorprende la falta de planificación y oficio en quienes particularmente creen en la política y el Estado como el principal instrumento de transformación y cambio social. Derechamente de quienes conducen el proceso político desde La Moneda», agrega.

De igual modo, reflexiona: «La temprana resistencia ciudadana a varios aspectos de la reforma tributaria y educacional, son una muestra de que se subestimó la complejidad que significa acometer un profundo cambio cultural en los ciudadanos para así sacar adelante muchas de las cuestiones que se están planteando».

Consultado por si ese descontento habría obligado al gobierno a buscar un acuerdo en la reforma tributaria, Navarrete contesta: «Ya que en política el método es el mensaje, obviamente discrepé de las formas. En particular, me dio vergüenza ajena el cómo se intentaba obtener protagonismo por algunos dirigentes políticos y gremiales, ventilando obscenos detalles del lugar y forma de las negociaciones, consolidando la sospecha y el prejuicio en torno al poder de grupos y organizaciones sin representación política alguna. En cuanto al fondo, en lo grueso me parece un acuerdo razonable, aunque me gustaría que se revisaran algunas cuestiones como la extensión y condiciones de la renta presunta y el beneficio tributario del IVA a las viviendas, entre otros».

Sobre el «manejo» del ministro de Hacienda, señala que «ha sido de menos a más. La soberbia no es buena consejera. Parece que el ministro aprendió la lección y espero que le dure».

Reforma Educacional

El otrora panelista del programa político de TVN «Estado Nacional», comenta además sus apreciaciones respecto de la Reforma Educacional. Al respecto, dice que «en la urgencia de ésta, comparto su espíritu y, en lo contingente, estoy de acuerdo con eliminar el lucro, la selección y el copago. Con todo, creo que el orden y las prioridades están mal puestos».

«Me gustaría que se hablara más de calidad, se abordara de una vez por todas el tema de los profesores, se invirtiera más en educación preescolar y –si de educación superior se trata– no redujéramos todo a la formación universitaria y recordáramos la realidad de esos 600 mil jóvenes que no trabajan ni estudian, para los cuales la educación técnica y profesional es una alternativa real y concreta», resalta.

Sobre la gestión del ministro Nicolás Eyzaguirre, señala que «ha sido de más a menos». Es decir, al revés del ministro Arenas.

«La laxitud verbal y el pensamiento hablado por parte de una autoridad, poco ayudan al orden y conducción de una reforma de suyo compleja. Su alto rango y responsabilidad importan obligaciones de moderación y prudencia que han sido sistemáticamente vulneradas. Lo que Eyzaguirre tiene entre manos es de tal envergadura e importancia, que sería mejor que desistiera de su empeño por deleitarnos con provocadoras metáforas y comenzara mejor a hablar a través de los hechos», acota.

«¿Peñailillo podría convertirse en presidenciable?», le preguntan. Él responde: «El ministro del Interior ha mostrado que en política es tan importante la disciplina como el talento. Haciendo gala de un estilo sobrio y sencillo, más preocupado de cumplir con los objetivos que de liderarlos comunicacionalmente, ha construido mayores espacios de diálogo y apoyo para el cumplimiento de sus tareas. Me equivoqué con Peñailillo, lo que me alegra por el gobierno y el país».

De igual modo, acusa que «a todas luces» las declaraciones de la ministra de la Segpres, Ximena Rincón, en la Junta Nacional de la DC son un «traspié».

«Que a cuatro meses de haberse iniciado el período, ya se instalara un debate sobre la próxima carrera presidencial, es obviamente un síntoma de desorden o, al menos, de que las cosas no andan del todo bien. Y aunque dichas especulaciones son algo inevitables, lo mínimo es pedirles a los funcionarios de gobierno y principales dirigentes oficialistas que se mantengan al margen de dicha dinámica. Lo ocurrido la semana pasada fue tan torpe como bochornoso», concluye.

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