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Adicto a la pasta base y sin ocupación: el perfil de Sergio Landskron La inexplicable ubicación del sujeto que murió con la explosión de la bomba en Barrio Yungay

Adicto a la pasta base y sin ocupación: el perfil de Sergio Landskron

Macarena Segovia
Por : Macarena Segovia Periodista El Mostrador
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Aún no hay claridad respecto a qué estaba haciendo Sergio Landskron, de 29 años, en el Barrio Yungay, cuando falleció al detonarle una bomba que –según la Fiscalía– había sido manipulada por el sujeto. Adicto a la pasta base desde los quince años y sin un trabajo estable, sus familiares lo definen como un “joven común y corriente”.


Alrededor de las siete de la tarde de ayer, llegó el cuerpo de Sergio Landskron Silva a la sede de la Villa El Tololo en la Pintana. En el lugar, familiares y vecinos se reunieron para velar al joven de 29 años, que desde hacía 20 años vivía en el sector.

“Él era un joven común y corriente”, aseguró uno de los familiares que asistía al velatorio del joven, quien además solicitó que los dejaran vivir el proceso de una manera tranquila. Para los vecinos del pasaje Andacollo, Sergio Landskron siempre fue un niño normal, que jugaba con sus hermanos, “pero no mucho con los otros niños”. Aseguran que hace un tiempo que no lo veían, pero que tampoco recuerdan haberlo visto muy seguido por el lugar, ni que tuviera un trabajo estable.

Previamente, en el Servicio Médico Legal (SML), sus hermanos Andrés y Bastián Landskron leyeron un comunicado escrito con lápiz pasta azul en hoja de cuaderno. Andrés mencionó que hace una semana que no tenían noticias de él y que había estado viviendo en la calle. Además, enfatizó que “nuestro familiar jamás ha tenido relación alguna con grupos terroristas” y que su hermano es “una víctima más de la situación”.

Su hermano contó que el joven fallecido era dependiente de la pasta base desde los quince años, “su familia siempre le brindó la ayuda, pero lamentablemente fue más fuerte su adicción”, expresó.

Para Pilar, vecina del block en donde vive la familia Landskron Silva, “son unos vecinos normales, gente como la del resto de aquí, de esfuerzo (…) igual no es mucho lo que uno puede decir, porque aquí todos son como individualistas”. Los vecinos de la Villa El Tololo concuerdan en señalar que son una familia muy unida y cercana, pero que no tienen gran interacción con el resto: “Con los vecinos que más hablaban se fueron hace unos meses”, agrega Pilar. “Sólo puedo decir que son unos muy buenos vecinos y que no se merecían esto”, aseguró una de las residentes del block, que se dirigía al velorio.

La explosión

El artefacto explosivo detonó alrededor de la una de la mañana, del jueves 25 de septiembre, a metros de la intersección de las calles Erasmo Escala y García Reyes, en el Barrio Yungay. Los vecinos del lugar relataron que no lo conocían: “Tampoco me suena de nombre, ni siquiera sé si es del barrio”, aseguró un vecino del edificio aledaño al lugar de la explosión. Además, explicó que se sintió una explosión grande y luego las alarmas de los autos, que comenzaron a sonar. El vecino sumó más datos: “Carabineros llegó de inmediato, no se demoraron más de diez segundos”.

“Yo venía en bicicleta bajando por Rafael Sotomayor, cuando vi a un joven delgado justó donde explotó la bomba, tenía algo como un celular, algo con luz. Cuando llegué a la siguiente esquina sentí el ruido fuerte y me devolví”, aseguró Ramón Sánchez, residente del Barrio Yungay.

[cita]Los vecinos de la Villa El Tololo concuerdan en señalar que son una familia muy unida y cercana, pero que no tienen gran interacción con el resto: “Con los vecinos que más hablaban se fueron hace unos meses”, agrega Pilar. “Sólo puedo decir que son unos muy buenos vecinos y que no se merecían esto”, aseguró una de las residentes del block, que se dirigía al velorio. [/cita]

Carabineros se dirigió de inmediato al lugar, pero testigos establecen que no se les permitió acercarse a prestar ayuda, debido a que no había certeza respecto de si el sujeto tenía otro artefacto explosivo o si éste había detonado por completo. “Finalmente no lo asistieron, algunos de los vecinos se acercaron, pero lo grabaron no más”, finalizó Ramón Sánchez.

El nombre de Sergio Landskron Silva fue proporcionado por el fiscal Claudio Orellana junto al director del Servicio Médico Legal (SML), Patricio Bustos, cerca de la una de la tarde. El persecutor fue enfático al determinar que no estaba claro quién había puesto la bomba. “No se puede establecer hasta este minuto que la persona fallecida era la persona que habría colocado el artefacto en el lugar o habría sido un transeúnte que casualmente iba pasando por el sector”.

Orellana señaló que “aparentemente, en todo caso, se trataría de una persona que habría manipulado el artefacto, pero insistimos: no estamos en condiciones de señalar si se trata de la persona que instaló el artefacto o una persona que casualmente iba pasando por el lugar”. En cuanto a las características del artefacto explosivo, el fiscal estableció que “tiene características similares (a las bombas usadas con anterioridad en las inmediaciones de Metro), pero también algunas diferencias”.

Un comunicado entregado por el SML explica que “desde temprano el doctor Bustos tomó contacto con el fiscal regional sur, a propósito de la explosión ocurrida cerca de la 1 de la madrugada y que significó que Landskron Silva sufriera graves lesiones, que culminaron con su deceso en el Hospital de Urgencia de la Asistencia Pública mientras recibía atención médica”. Agrega que “el fallecido ingresó a las 9:40 a. m. al Servicio Médico Legal. La primera medida fue la realización de un estudio de imagenología completo, y a las 11:15 horas se inició la autopsia”. El informe determinó que la causa de muerte fue “traumatismo cráneo encefálico complicado, como consecuencia de artefacto explosivo”.

Ni la Fiscalía ni la familia tienen conocimiento de por qué Sergio Landskron Silva se encontraba en el lugar de los hechos cuando detonó la bomba. Su cuerpo se mantiene en el velatorio en las inmediaciones de la sede vecinal de la Villa El Tololo.

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