La decisión la adoptó el fiscal Luis Toledo, quien indaga posibles casos de revelación de secreto, negociación incompatible, pero también de soborno y cohecho.
La posible existencia de delitos cometidos por funcionarios públicos en el millonario negocio que concretó en el municipio de Machalí la empresa Caval, de propiedad de la nuera de la Presidenta Michelle Bachelet, Natalia Compagnon, llevó al Fiscal Regional de O’Higgins, Luis Toledo, a remitir todos los antecedentes al Consejo de Defensa del Estado (CDE).
Según informó la edición digital de The Clinic, la Fiscalía está investigando un posible caso de revelación de secreto y negociación incompatible, y no se descarta la posibilidad DE que también se configuren las figuras de cohecho y soborno.
La información de Toledo llegó a la procuraduría del CDE en la VI Región, la que ya habría sido enviada a Santiago para que sea analizada por el Comité Penal del organismo.
El fiscal Toledo investiga las anomalías que habrían rodeado A la operación que Caval, en cuya propiedad también participa Mauricio Valero, concretó para la adquisición de terrenos de uso agrícola en Machalí tras recibir un crédito bullet por parte del Banco de Chile, que fue aprobado a fines de 2013 y pocos días después de la polémica reunión del vicepresidente de la entidad bancaria, Andrónico Luksic, con Compagnon, su esposo y ex director Sociocultural de la Presidencia, Sebastián Dávalos Bachelet.
Los terrenos fueron luego adquiridos en $9.500 millones por el empresario Hugo Silva, dejando a Caval una ganancia de 2.500 millones de pesos. Silva se interesó en el negocio porque le aseguraron –con informes elaborados por una arquitecta– que se trataba de paños que se verían afectos a un cambio del plan regulador, por lo que proyectó allí el desarrollo de varios proyectos inmobiliarios. Pero firmó un día antes que la revista Qué Pasa dejara al descubierto el escándalo que terminó con la salida de Dávalos del Gobierno.
Por lo anterior, ante la prácticamente nula posibilidad de que a corto plazo se modifique el uso de suelo, y tras quejarse de que pagó un sobreprecio por terrenos que actualmente producen kiwis y manzanas, Silva se querelló por estafa contra Caval.
El empresario, indica The Clinic, tendría el toro por las astas, ya que al enterarse de los detalles de la investigación retuvo un cheque por dos mil millones de pesos, por lo que la transacción aún no estaría terminada.
