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El Acuerdo Marco entre Endesa y Enel Green Power para Chile y América del Sur que genera suspicacias entre accionistas

El Acuerdo Marco entre Endesa y Enel Green Power para Chile y América del Sur que genera suspicacias entre accionistas

El documento lo revisó el Comité de Directores de Endesa pero “no pasó a directorio”. Existen señales de que la empresa de energía renovable no convencional quiere que Endesa le comercialice su electricidad.


Dos líneas en la Memoria 2014 de Endesa bastan para levantar las banderas rojas de los analistas. Entre los temas que habría tratado el Comité de Directores durante el año se encuentra: “(Un) Acuerdo Marco entre Endesa Chile y Enel Green Power (EGP) para energías renovables no convencionales en Chile, Argentina, Brasil, Colombia y Perú”.

No hay más explicaciones. Consultada la compañía sobre el tenor de este convenio, contestó que “efectivamente el Comité de Directores analizó un potencial Acuerdo Marco con EGP, que finalmente no pasó a Directorio y, por tanto, no se materializó”.

¿Por qué un acuerdo entre EGP y Endesa debe ser revisado por el Comité de Directores de la generadora? Porque se trata de una operación entre partes relacionadas, ya que Enel controla directamente a EGP e indirectamente –vía Enersis– a Endesa, por lo tanto, para asegurar que los acuerdos entre las partes contribuyan al interés social, y se ajusten en precio, términos y condiciones a aquellos que prevalezcan en el mercado, deben ser analizados por este comité y aprobados posteriormente por el Directorio de la compañía.

Más información oficial no hay al respecto, pero –de acuerdo a fuentes de mercado– el acuerdo no beneficiaba a Endesa. Se dice que existía la idea de que la generadora traspasara a EGP el portafolio de proyectos de energía renovables no convencionales. A cambio, EGP se comprometía a invitar a la generadora a participar hasta cierto porcentaje en los nuevos proyectos que emprendiera en estos 5 países, pero aceptara o no Endesa, la generadora siempre tendría que comercializar la energía renovable que produjera Enel Green Power. Es decir, EGP se aseguraba la compra de su energía y el riesgo se lo quedaba Endesa.

Se planteó esta versión a Endesa, pero la compañía no se refirió al tema en su respuesta por escrito, salvo que cautelará el beneficio de todos los accionistas.

Hay otras señales que van en la misma dirección y que alarman, sobre todo a los inversionistas institucionales y a los analistas de banca de inversión, las cuales fueron planteadas en la junta de accionistas de Endesa. Por ejemplo, se mencionó que Enel Green Power suscribió con Endesa Chile un contrato de suministro de energía a largo plazo en noviembre por un valor de US$ 2.300 millones, el cual fue informado por EGP a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, según Europa Press.

El acuerdo que contempla certificados verdes, abarca plazos de 20 y 25 años para dos proyectos de energía eólica y tres proyectos fotovoltaicos, respectivamente. Esto le permitiría desarrollar una capacidad total instalada de 307 megavatios (MW) y una inversión total de US$ 611 millones.

De hecho, esta semana Enel Green Power anunció la construcción de la planta fotovoltaica de Carrera Pinto, que implica una inversión de US$ 180 millones, con una capacidad de generar 260 GWh. Este proyecto tiene asociado el contrato de largo plazo de venta de la energía producida con Endesa, dice el comunicado.

Hasta ahora lo que no se sabe es a qué precio está comprando Endesa dicha energía. Es verdad que después de la ley que propicia la ampliación de la matriz energética se necesitará que el 20% de la energía que se comercialice corresponda a renovable no convencional al 2025, pero los analistas intuyen que el valor de esos contratos está por encima de los US$ 90 MWH, lo que les parece caro, puesto que estiman que con Bocamina produciendo podrían hacerlo a US$ 70 MWH.

Con el problema de que el riesgo de la entrega lo asume Endesa, ya que una condición inherente de este tipo de generador no convencional es su intermitencia, es decir, la oferta no es pareja y predecible en el tiempo. Depende de si es día o noche, o si hay viento o no.

Este contrato podría no verse de gran importancia para la cantidad de energía que Endesa vende anualmente, sin embargo, lo que asusta a los analistas es la posibilidad de que el modelo se expanda al resto de las operaciones de Endesa en América Latina.

A lo que se suma el hecho de que se desconozca dónde estará el ímpetu inversor de Enel en América Latina. Si bien señaló, en el Power Point en que dio a conocer la reorganización societaria, que su plan industrial contempla la inversión de 6.000 millones de euros en América Latina y de 2.000 millones de euros en Chile para los próximos cinco años, no se especifica qué porcentaje se va a convencional y cuánto a no convencional. Hoy se realiza una conferencia telefónica de Enel Green Power para dar a conocer su nuevo programa para la región.

¿Qué dicen los trabajadores?

En la junta de accionistas de Endesa, Carlos Moreno Hernández, en representación del sindicato de ingenieros civiles, señaló su preocupación por el destino de los proyectos que tenía la compañía en carpeta en materia de energía no convencional.

“Endesa Chile fue pionera con el parque eólico Canela, pero el grupo que desarrolló este tipo de proyectos se disolvió”, dijo. De ahí que preguntara por los planes de traspasar los activos que tienen que ver con los proyectos de ERNC a Enel Green Power.

El gerente general de Endesa, Walter Moro, ya había dicho que estaban estudiando nuevamente toda la carpeta de proyectos de inversión que Endesa tiene para los próximos años de acuerdo a los nuevos criterios fijados por la administración, es decir, que sean de ejecución rápida, con aprobaciones ambientales expeditas y con contratos de venta de energía que aseguren su financiamiento. A lo que se suma la condición de que sean socialmente aceptables. Se supone que en los directorios que vienen, éste será uno de los temas prioritarios, junto con la reorganización societaria que anunció la semana pasada Enel, y Moro le señaló al ingeniero que allí se verá si el tema de los renovables no convencionales encaja en el pipeline de Endesa Chile.

Si este es el esquema, la verdad es que los proyectos de energía renovable no convencional llevan una gran ventaja sobre la convencional, porque cumplen todas las condiciones antes expuestas. Sin embargo, en el aumento de capital en Enersis, aprobado a fines de 2012, uno de los puntos del acuerdo entre controladores y minoritarios fue que Enel se guardaba el derecho de invertir en ERNC a través de EGP, lo que tácitamente dejó fuera de juego a Endesa.

Lo que la generadora contesta oficialmente hoy es que: “Endesa, tal como hemos señalado, está revisando su pipeline de proyectos y no descarta ningún tipo de tecnología.

Actualmente existe una importante cantidad de oferta de proyectos ERNC y en este escenario, es probable que usemos las ERNC sobre todo a través de acuerdos comerciales. Más que poner foco en un determinado tipo de proyectos, nuestra mirada siempre estará puesta en asegurar la rentabilidad de nuestros accionistas”.

Una última señal de fuerza

Las fotos a veces dicen más que mil palabras. Por eso no fue menor que el gerente general para Chile y Países Andinos de la filial Enel Green Power, Salvatore Bernabei, se sentara en la testera junto al recién nombrado equipo de Enersis que el CEO de Enel, Francesco Starace, presentó a fines del año pasado a la prensa.

El logo de Enel se acababa de poner en todas las puertas de acceso del edificio de Santa Rosa. Y el alto ejecutivo italiano había aterrizado en Chile para marcar los nuevos tiempos que se iniciaban en el holding eléctrico. Allí estaban en primera línea: el CEO de Enersis, Luigi de Ferraris, quien duraría pocas semanas en ese puesto; Jorge Rosenblut, como presidente de la compañía; y Daniel Fernández, como su country manager. También Bernabei, aunque en un extremo de la mesa.

Pero ¿qué hacía allí el representante de Enel Green Power?, se le preguntó a Starace. Sin medias tintas, este confirmó que la compañía especializada en energía renovable no convencional (ERNC) no iba a comercializar la energía que produciría y que las filiales de Enersis sí le prestarían esta cooperación. Más claro, imposible.

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