La sede de Santiago del Congreso será el escenario este sábado 2 de abril de una esperada Junta Nacional de la DC, máxima instancia de esa colectividad. El encuentro, en el que participarán centenares de dirigentes de todo el país, será por primera vez encabezado por el senador Jorge Pizarro, en quien estarán centrados gran parte de los focos de atención de la actividad. El legislador ha sido cuestionado en la conducción del partido, sobre todo por su actuar frente a la aparición de la empresa de sus hijos, Ventus Consulting, como una de las firmas que emitió boletas objetadas a SQM, y por ello, algunos militantes pedirán que dé un paso al costado.
A pesar de que el propio Pizarro ha intentado frenar las críticas a su gestión y que la mayoría al interior del partido asegura que no hay piso para una eventual dimisión, ya están circulando propuestas de votos políticos para este sábado que buscan la salida del legislador desde la mesa directiva.
Uno de los documentos más críticos es el que firma un grupo de democratacristianos encabezados por el ex presidente del partido Ricardo Hormazábal –quien compitió contra Pizarro en las últimas elecciones internas de la colectividad–, y donde se pide un debate que concluya con la solicitud de renuncia del actual timonel partidista.
“Introducir cambios en la actual dirección partidaria, generando una real unidad que permita enfrentar las elecciones municipales, lo que considerará, por lo menos, el retiro del actual Presidente, que ha fracasado en su gestión. Él debe dejar el cargo para que se reorganice la directiva en vistas de los próximos desafíos políticos y electorales”, es una de las medidas que propone el grupo de militantes, en el que también participan Jaime Hales y Patricio Basso, entre otros.
El voto político apunta fundamentalmente a la forma en que Pizarro ha enfrentado los casos de posible financiamiento ilegal de la política, y sostiene que “nuestro partido no está ajeno a ello y más allá de que no haya aún personas sometidas a procesos penales, ha quedado en evidencia una serie de conductas de dirigentes y militantes de la Democracia Cristiana que merecen reparos éticos”.
Pero también la crítica apunta al manejo en temas directamente políticos y en esa línea el texto al que tuvo acceso El Mostrador, titulado “Por la necesaria unidad de la Democracia Cristiana”, sostiene: “La decisión de un grupo de senadores de votar en contra de aspectos de la reforma laboral presentada por el gobierno que el PDC sustenta como parte de la Nueva Mayoría, es muchísimo más grave que la indisciplina que justificó la expulsión del senador Adolfo Zaldívar en su momento. Todo esto revela una deficiente conducción política de la actual dirección partidaria, muy centrada en el presidente, que pese a ser uno de los políticos peor evaluados en las encuestas sigue apareciendo como si nada de eso sucediera. Afectan a la Democracia Cristiana los hechos y omisiones de su presidente en materias éticas y políticas y ello debe ser resuelto por esta Junta Nacional”.
Asimismo, el texto solicita que cualquier militante del partido que esté involucrado en actos irregulares no sea candidato ni pueda permanecer en la mesa directiva. “Corresponde que los tribunales internos respondan de manera pronta, eficaz y ejemplificadora, exigiendo que las personas cuestionadas no puedan representar al PDC en cargos de elección popular ni ejercer autoridad interna. Esta Junta Nacional que ustedes integran debe pronunciarse al respecto”, interpela el documento.
“Chascones» también críticos
Otro de los grupos internos del partido que también han sido críticos respecto de la conducción de Jorge Pizarro son los denominados “chascones”, que integran, entre otros, los militantes históricos de la colectividad Mariano Ruiz-Esquide y Belisario Velasco.
El Mostrador también tuvo acceso al documento que impulsa este grupo, que circula en la DC y que pretende ser debatido este sábado. En él hay una crítica directa frente a los casos de relación política-dinero, no obstante, no existen llamados que busquen la destitución del actual presidente falangista.
De esta manera, el voto político postula lo siguiente: “El Partido Demócrata Cristiano se compromete a realizar todos los esfuerzos que sean necesarios, para llevar adelante los acuerdos sobre transparencia, ética política y prestigio de la política. Promoveremos todos los mecanismos necesarios para separar la actividad política de los negocios, llevando a cabo las adecuaciones necesarias en nuestra estructura partidaria con el fin de trasparentar nuestras decisiones de frente a la ciudadanía. Para ello, impulsaremos mecanismo de rendición de cuentas de todos nuestros dirigentes en todos los niveles”.
En la misma línea anterior, el documento plantea que la «Junta Nacional señala que las exigencias de hoy nos obligan a colocar el valor ético del trabajo partidario en lugar preferente de los acuerdos a futuro, desde este punto se deduce el papel sustancial que deben cumplir todas las instituciones del partido en términos de capacitación ética que nace desde la fundación misma de la Falange Nacional y la Democracia Cristiana. La ética personal y comunitaria es indispensable para cumplir con el alma mater de nuestra colectividad y son inseparables”.
Los «colorines» en veremos
En tanto, otro de los sectores internos, el de los “colorines”, donde también se han generado cuestionamientos a Pizarro desde que asumió en la colectividad y que es encabezado por el jefe de la bancada de diputados de la DC, Fuad Chahin, aún no establece una posición final frente a un posible voto político que solicite la salida del actual timonel del partido falangista.
Según explican en el grupo de Chahin –quien desechó asumir la vicepresidencia del partido en abril pasado por “diferencias insalvables” con Pizarro–, del que también forma parte la actual vicepresidenta de la DC, Carolina Goic, estos decidirán el mismo sábado qué posición tomarán. Por el momento, si bien mantienen una visión crítica de la gestión del actual presidente del partido y el “daño” que le ha causado a la colectividad, piensan que sería una mala estrategia descabezar al partido antes de las municipales de octubre próximo.
Con todo, se espera que los discursos que emitan los representantes de este sector sean fuertes y críticos respecto de la gestión de Pizarro, aunque el foco también estaría puesto en otras decisiones que debe adoptar el partido, por ejemplo, la presidencial.
Los otros actores relevantes
En la misma, línea estaría la corriente de los “príncipes”, que es encabezada por el senador Ignacio Walker, uno de los posibles cartas presidenciales de la colectividad, y quien optaría por morigerar las críticas a la conducción partidaria de Pizarro. Cabe recordar que Walker fue quien con más ahínco solicitó que adelantara la Junta Nacional a fines del año pasado. Las críticas del ex presidente de la colectividad hacia Pizarro apuntan básicamente hacia la forma en que este ha enfrentado la relación con el Gobierno y con los socios de la Nueva Mayoría. Sin embargo, un acuerdo entre ambos fue en parte lo que permitió que el legislador por la IV Región encabezara la actual directiva.
Por otra parte, en el partido también apuntan a la importancia del tono en que, por ejemplo, puedan expresar sus opiniones en la instancia figuras como las del ex presidente de la colectividad Gutenberg Martínez o su esposa, la ex senadora Soledad Alvear, de cara a un posible cambio futuro de liderazgo interno de la colectividad. Ellos en la actualidad respaldan la presidencia de Pizarro.
La denominada “disidencia” del partido –que se denomina así por su oposición a la anterior administración de Ignacio Walker–, que integran entre otros los diputados Aldo Cornejo y Yasna Provoste, optaría también por evitar cuestionamientos directos a Pizarro, esto pese en que en algún momento estuvieron en una posición crítica de quien fuera su aliado.