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Los descargos del superintendente de Medio Ambiente: se va pidiendo “resistir las presiones” y “cuidar la independencia” PAÍS Crédito: Agencia UNO

Los descargos del superintendente de Medio Ambiente: se va pidiendo “resistir las presiones” y “cuidar la independencia”

El mismo superintendente que hasta hace dos meses decía que “me siento respaldado por la ministra y el Presidente” y aseguraba que durante su gestión “no había recibido nunca una presión”, se despidió con una carta interna en donde exhorta a los funcionarios de la entidad a “cuidar la independencia” de la misma.  “Una de las amenazas más fuertes que debemos resistir es la de las presiones, la de los intentos por intervenir en las decisiones de la SMA, tanto en el ámbito externo como interno”, escribió. Trascendió que el quiebre estaría motivado por su decisión de no nominar en el cargo de fiscal de la Superintendencia a la carta de confianza del ministerio.


«He tenido la fortuna en estos cinco años que he ejercido el cargo de superintendente del Medio Ambiente de no haber recibido nunca una presión, de ninguna autoridad política de turno. Me siento autónomo”. Esta frase de Cristián Franz, en una entrevista concedida hace dos meses a El Mercurio, no auguraba su abrupta salida de la entidad.

Sin embargo, a través de un comunicado, el Gobierno informó esta mañana que el jueves 1 de noviembre Franz dejará su cargo. Su salida se interpreta como la primera víctima política de la fuerte crisis ambiental que ha afectado a la zona de Quintero y Puchuncaví, donde las responsabilidades políticas también han apuntado a la ministra del Medio Ambiente, Carolina Schmidt, y al intendente de la Región de Valparaíso, Jorge Martínez.

Cristián Franz llegó a la SMA en marzo de 2014, durante el Gobierno de Michelle Bachelet, y fue ratificado en el cargo por la ministra Marcela Cubillos al comienzo de la administración Piñera. Según su versión, él notificó desde un inicio que se mantendría en el cargo solo hasta fin de año.

Esto fue corroborado por el Ministerio del Medio Ambiente en el comunicado donde informaban de su partida, y donde se agradece a Franz «el haber permanecido en su cargo hasta esta fecha, cumpliendo de esta manera el compromiso asumido por él de acompañar a las nuevas autoridades durante estos meses”. Como interino asumirá el actual jefe de la División de Fiscalización, Rubén Verdugo.

Alineado con el Gobierno

Sin embargo, si bien Franz tenía “plazo fijo” en sus funciones, todo indicaba que con el correr de los meses había desistido de su plan inicial y ejecutó una gestión en sintonía con el ministerio para terminar quedándose con el puesto.

Por ejemplo, como titular de la SMA, tuvo que hacer frente a los episodios de contaminación en la zona de Quintero-Puchuncaví. Y si bien nunca fue de la confianza política de este Gobierno, desde su rol se alineó plenamente con el Ejecutivo al secundar la apresurada tesis inicial lanzada por la ministra de Medio Ambiente Carolina, de apuntar como única responsable a la Empresa Nacional del Petróleo (ENAP).

En los momentos más complejos de la crisis, todo apuntaba a que el hilo se cortaría por él, cuando el Gobierno le lanzó un ultimátum para levantar cargos por los episodios de contaminación. Pero Franz cumplió con los plazos y respondió levantando cargos a la ENAP: “Me siento respaldado por la ministra y el Presidente”, decía en una entrevista en La Segunda. Al mismo tiempo, tampoco tuvo problemas en responderle públicamente a ENAP al catalogar de “exagerada” su reacción ante la fiscalización de la SMA a sus operaciones en Quintero.

Sin embargo, cuando se le veía de los más cómodo en el cargo, se comunicó su alejamiento. Y en su despedida, a través de una extensa carta interna a los funcionarios de la SMA, Franz sorprendió al dedicar un extenso párrafo a hacer un llamado a cuidar la “independencia” y a resistir las “presiones”, justamente dos aspectos en que –al menos según lo que expresaba públicamente- decía estar salvaguardado.

“Es cierto que he cometido muchos errores y que de ellos se han derivado conflictos y problemas para la Súper. He tratado con mucha fuerza de enmendar esas equivocaciones, en ocasiones con más éxito que en otras, pero lo que he tratado de cuidar hasta el máximo de mis fuerzas son dos cosas: ustedes, mis colegas de trabajo en primer lugar, y la independencia de la SMA. Una de las amenazas más fuertes que debemos resistir es la de las presiones, la de los intentos por intervenir en las decisiones de la SMA, tanto en el ámbito externo como interno. El día que esa independencia se quiebre, nuestra institucionalidad ambiental estará en serias dificultades”, señala su carta.

Luego, añade que “uno de logros más valiosos que hemos alcanzado en estos 5 años es la independencia de juicio y objetividad y créanme, ese activo (que en una institución fiscalizadora lo es todo), puede ser destruido en un minuto, con una conducta apartada de le ética, con una declaración torpe o mal hecha o con una intervención impropia en las decisiones internas de la institución. Así es que la consigna es: a cuidar nuestra independencia y nuestra buena reputación”.

De acuerdo a fuentes de la SMA, pese a que todo indicaba que Franz continuaría al mando de la superintendencia, hubo un punto de quiebre con el ministerio cuando decidió ratificar como fiscal a Raimundo Pérez. Franz desoyó la instrucción de la cartera de nombrar a su carta de confianza, y eso terminó de sellar su alejamiento.

Futuro privado

El destino de Franz estaría en el mundo de las consultorías ambientales, justamente el plan inicial de este profesional con postítulos en Derecho Internacional Ambiental, Ecología, Responsabilidad Civil Extracontractual y Análisis de Riesgos Ambientales y Sociales y que ahora a su haber tiene 4 años de superintendente.

“Una vez transcurridos algunos meses, yo regresaré a un área de trabajo que conozco muy bien y desde donde también se contribuye a alcanzar los objetivos de un desarrollo más responsable y más consciente de sus efectos tanto sobre las personas como sobre la naturaleza. Siempre he estado convencido que ayudar a los regulados a hacer mejor las cosas, a tomar las decisiones correctas, es tan efectivo como ejercer la tarea de fiscalizarlas. Son las dos caras de una misma moneda. En los dos ámbitos, en el sector público y en el sector privado, uno puede contribuir a hacer la diferencia, uno puede contribuir a hacer del desarrollo una herramienta no sólo de beneficios económicos para las personas, sino que necesariamente compatible con la protección de la salud y calidad de vida y de nuestro patrimonio natural”, señala en su despedida a sus colegas de la superintendencia.

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