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A un año de la intoxicación masiva en Puchuncaví, parlamentarios y ambientalistas califican nuevos casos como «una vergüenza para el país» PAÍS Crédito: Agencia Uno

A un año de la intoxicación masiva en Puchuncaví, parlamentarios y ambientalistas califican nuevos casos como «una vergüenza para el país»

El 21 de agosto del año pasado, cerca de 300 niños ingresaron al Cesfam de la zona debido a que presentaban síntomas de intoxicación producto de la contaminación de la zona, la que fue declarada como «zona de catástrofe». Al final, fueron 1.370 personas las que sufrieron las consecuencias de la mala situación del aire. Casi un año después, y tras la rendición de cuentas que realizó hoy el Gobierno en torno a sus medidas para mejorar la calidad de vida de los vecinos, nuevos casos de intoxicación ponen en alerta a la población y a los parlamentarios y ambientalistas de la zona. [ACTUALIZADA]


El 21 de agosto del año 2018 quedó marcado para siempre en la memoria de los habitantes de Quintero y Puchuncaví. Ese día, comenzaron los episodios más graves de intoxicaciones producto de la contaminación de la zona. Esa vez, fueron 300 niños los perjudicados.

A un día que se cumpla esa fecha, se repite la situación en la zona. Según las primeras informaciones, cerca de 15 niños presentaron síntomas de intoxicación durante la mañana de este martes.

Los afectados sufrieron dolores de cabeza y náuseas, por lo que llegaron al Cesfam de la comuna.

Los primeros análisis indican que un presunto olor extraño es el responsable, aunque todavía no ha podido ser identificado por Bomberos. De manera preliminar, se ha dicho que podría tratarse de hidrocarburos no metálicos.

La descripción del olor es “insoportable que no se puede respirar”, según reportan alumnos de uno de los colegios afectados. Como medida precautoria, los profesores y estudiantes están encerrados en sus salas de clase para evitar más complicaciones.

Uno de los colegios afectados es el establecimiento Sargento Aldea, donde los purificadores de aire están en números rojos.

«Los niños empezaron con síntomas de desmayo, dolor de guatita y están ya llegando al Cesfam. Ya van 15 niños. No sabemos qué está pasando ahora. Nos llamaron de la Red de Emergencia diciendo que había una nube tóxica entre Horcón, Ventanas y Campiche”, detalló Eduardo Bravo, miembro del Consejo de Salud Cesfam Las Ventanas, al medio El Observador de Quillota.

Autoridades ya se encuentran realizando mediciones, mientras que también se dio aviso a los seremis de Salud y Medio Ambiente.

«Es una vergüenza para el país»

Tras conocerse los nuevos casos de intoxicados, el senador de Renovación Nacional, Francisco Chahuán, hizo un llamado a fiscalizar a las compañías. «Es hora de detener las irresponsabilidades de las empresas que están en el cinturón industrial de Quintero, Puchuncaví y Concón. Claramente no tienen ningún interés en mejorar sus procesos y no aprendieron nada del tremendo daño que provocaron hace un año».

«No puedo creer que tengan tan poco respeto por la vida de las personas que viven en la zona», agregó.

También el senador por la zona emplazó a las autoridades a «estar en terreno enfrentando este tema. Sentados en las oficinas o con informes impresos no se soluciona. Se requiere urgentemente hacer seguimiento al fallo de la Corte Suprema y eso significa fiscalizar a las empresas y exigirles un mejoramiento de proceso».

«Creemos que lo ocurrido hoy con las nuevas intoxicaciones representa una vergüenza para el país, por eso llegó la hora de decir basta», sentenció.

En tanto, Greenpeace calificó como «impresentable lo que está ocurriendo» en la zona.

Al igual que Chahuán, indicaron que «es una vergüenza que muestra en toda su expresión la incapacidad del Gobierno para enfrentar la crisis que vive este verdadero Chernóbil chileno. No pueden solucionar la situación porque no hay voluntad política. Quizá es tiempo que el Gobierno reconozca su incapacidad para manejar la crisis y paralice de manera inmediata las fuentes contaminantes».

El diputado de Convergencia Social, Diego Ibáñez, aseguró que «la contaminación y los gases que se sintieron hoy, los niños mareados y encerrados en sus salas de clases, son directa responsabilidad de la ministra de Medio Ambiente, Carolina Schmidt, quien no ha acatado el fallo de la Corte Suprema que la obliga a mejorar la actual norma ambiental para que las empresas se vean obligadas a invertir en la mas alta tecnología».

«Justo en el año de la COP25, este Gobierno se ha convertido en los reyes de la hipocresía, mintiéndole descaradamente a Chile para proteger a las industrias contaminantes», cerró.

«No hay empresas responsables ni sancionadas por las masivas intoxicaciones y siguen habiendo niños intoxicados. El plan de descontaminación del Gobierno es absolutamente insuficiente», señaló el senador Juan Ignacio Latorre.

El Gobierno rindió cuentas

Ad portas del primer aniversario de la crisis en Quintero y Puchuncaví, el Gobierno realizó un balance tras la batería de medidas que anunció para solucionar el problema, entre ellas, un Plan de Descontaminación, el que entró en vigencia en marzo de este año.

Por eso hoy, antes de que ocurrieran estos nuevos casos de intoxicación, La Moneda rindió cuentas e informó que no se han logrado establecer las causas de la contaminación.

“Los eventos de intoxicación están relacionados con los Compuestos Orgánicos Volátiles (COVs). No hemos podido determinar la procedencia de esos compuestos, sí la presencia de ellos en el ambiente. El resto es materia de investigación”, afirmó el subsecretario del Medio Ambiente, Felipe Riesco, en declaraciones emitidas al diario La Tercera.

Sobre las medidas, Riesco aseguró que las están cumpliendo «cabalmente y vamos a seguir en esta senda, no solo porque nos los dice la Corte Suprema, sino porque el Gobierno tiene un compromiso especial con la calidad de vida de la gente”.

Mientras que, en el Ministerio de Salud, la subsecretaria Paula Daza explicó que, tras citar a control a las 1.370 personas que sufrieron intoxicación, los nuevos Cesfam de Quintero y Puchuncaví serán inaugurados durante el primer trimestre del 2020 y el segundo semestre del 2021, respectivamente.

A un año de la crisis, la alcaldesa de Puchuncaví, Eliana Olmos, señaló al mismo medio que “se han tomado medidas que no se habían realizado nunca. Tenemos mecanismos que nos han permitido controlar las emisiones”, subrayó. De todos modos, dijo que “tenemos pendientes los varamientos de carbón, queremos saber qué es lo que pasa”.

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