PAÍS
Las comidas de Zalaquett eran de dos tipos: la “comida chica” donde iban ministros. Y las de tipo cóctel, en donde se invitaba a analistas a exponer su visión política del país. Tanto estos últimos como los ministros sufren de la misma amnesia. No recuerdan el nombre de los empresarios que asistían.
Había dos modalidades. Las de tipo cóctel y las premium, con mantel blanco. En las primeras, la lista de invitados era variopinta y sin autoridades. El cóctel era más bien sencillo –apuntan fuentes–, “unos sanguchitos, una tabla de queso, un par de vinos y pare de contar”. Las otras eran más exclusivas, porque tenían la gracia de llevar comensales reacios a tener diálogos abiertos o cerrados con el mundo privado, como el caso de la ministra Maisa Rojas, de Medio Ambiente.
En ambos casos, la audiencia pertenecía al mismo sector: el empresariado. Las “divinas comidas” en el departamento de Pablo Zalaquett estaban dirigidas a ellos. A las de tipo cóctel, Zalaquett les llevaba a analistas de la contingencia nacional –a quienes no les pagaba, pese a que sí se los prometía– y a las comidas “chicas” –las premium– a los actores mismos de las carteras de sus intereses, a los secretarios de Estado del gabinete del Presidente Boric. Al igual que los ministros que asistieron –a excepción de Nicolás Grau, de Economía–, la mayoría de los invitados a los cócteles sufren de la misma amnesia selectiva: aseguran no recordar quiénes eran los empresarios.
Aunque Pablo Zalaquett ha desmentido que los empresarios pagaran por sus asistencias, varias fuentes coinciden en que sí se les cobraba una especie de membresía no menor, en especial cuando se trataba de las comidas “chicas”. De esta forma, Zalaquett diferenciaba las audiencias: las pagadas y las gratuitas.
Roberto Izikson, socio y gerente general de Cadem, fue uno de los asistentes a estas últimas. El responsable de la encuesta política semanal confirmó a El Mostrador que asistió en dos oportunidades a las comidas de tipo cóctel. “Fui invitado a hablar de nuestra visión sociopolítica de Chile”, señaló.
De acuerdo con otras fuentes consultadas, los expositores como Izikson disponían de entre 10 a 15 minutos para exponer su visión política respecto de hechos de la contingencia nacional, tanto en materias de políticas públicas como legislativas y, también, electorales.
Otro de lo invitados, que está en el negocio de las asesorías comunicacionales y que confirmó su participación en las comidas organizadas por el exalcalde, fue Carlos Correa Bau, quien lideró en 2023 el equipo de comunicaciones del comando del “En Contra”. “Asistí a un debate días antes del primer plebiscito (2022). Fui a defender la postura del Apruebo”, dijo.
En ese encuentro, además estaba la columnista Sylvia Eyzaguirre, representando la opción del Rechazo, y Jorge “Koke” Insunza, por parte de la posición “Apruebo para Reformar”. Entre los asistentes –la mayoría altos ejecutivos de empresas– se encontraba el empresario pesquero Rodrigo Sarquis –primo de Zalaquett–, además del exministro del Interior de Piñera, Rodrigo Delgado.
Los asistentes a estos cócteles coinciden en recordar la presencia de Sarquis, quien estaría en “todas” las comidas , además de hacerse cargo de la cuenta.
Otro de los invitados a la casa de Zalaquett fue el analista político Daniel Mansuy. El investigador del Instituto de Estudios de la Sociedad, al igual que Izikson, compartió con los empresarios su visión política.
Según lo que se ha podido conocer, el exalcalde y actual lobbista personalmente hacía las invitaciones a los “expositores”, a quienes –de acuerdo con lo que indican las fuentes– no se las pagaba, pese a prometerles que sí. La ganancia tácita estaba dada por el propio relacionamiento y la posibilidad de que ahí surgieran asesorías.
Otra de las asistencias llamativas fue la de Lucía Dammert, la controvertida exjefa de asesores del Segundo Piso de La Moneda. Esta reunión se produjo en junio de 2023, casi un año después de que el Presidente Boric le pidiera la renuncia y pusiera en su lugar a Miguel Crispi (RD).
La salida de Dammert de La Moneda se materializó el 14 de septiembre de 2022, poco antes de embarcarse junto al Presidente Boric a Estados Unidos, para asistir a la Asamblea General de las Naciones Unidas, en Nueva York.
Al día siguiente de que le pidieran la renuncia, la asesora en materias de seguridad se vio envuelta en una segunda polémica, cuando el medio Interferencia publicó que la salida de Dammert tenía que ver con que el FBI había pedido su testimonio voluntario en un caso por narcotráfico contra Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública de México.
Aunque en su momento el Gobierno desmintió dicha información, señalando que había sido descartada por fuentes oficiales, nunca se aclaró del todo el vínculo de Dammert con García Luna, uno de los capos del cartel de Sinaloa.
